Tiene razón para estar indignado el sacerdote Enrique Opaso, director del Refugio de Cristo de Valparaíso. El rechazo en sala del informe de la Comisión Sename II ha significado que "el bien superior de los niños se tiró a la basura... se desechó un proyecto bueno, con un trabajo de un año donde fueron cientos de personas a la comisión… primó el tema de la justicia política".
La indignación del director del Refugio de Cristo, institución porteña con 64 años al servicio de la niñez desamparada, refleja una visión nacional de condena al manejo político del informe Sename II acordado transversalmente en comisión, pero rechazado en la votación de la sala por quienes incluso, previamente, habían aprobado ese trabajo.
Ante muertes y graves falencias detectadas en el Servicio destinado a velar por los menores, los integrantes de la Comisión, escuchando cientos de planteamientos de expertos, presentaron 64 propuestas para acometer en forma integral el problema. Sin embargo, esa tarea fue virtualmente incinerada con la votación en sala, fuertemente presionada desde La Moneda con el fin de liberar de responsabilidad a la exministra de Justicia, Javiera Blanco, cartera de la que depende el cuestionado servicio.
Pero con una buena dosis de sentido común, Opaso pide a los parlamentarios que separen el tema de la justicia -sanción a los responsables de la crisis- y "se queden (los parlamentarios) con todo lo que dice relación con el bienestar de los niños, porque, de lo contrario, los hogares de menores vamos a colapsar". Insiste en el tema crucial de la salud mental de los niños, "sin profesionales ni recursos para atenderlos creo que muy pronto… se va a declarar una catástrofe nacional de la infancia en Chile".
Sobre los recursos, el sacerdote afirma que el Estado aporta el 35% de los gastos operacionales de los hogares que atienden a los niños. Eso no alcanza. Y en el caso del Refugio de Cristo existe un déficit mensual de 20 millones de pesos "porque el Estado no cumple sus compromisos". Y a eso apuntaba el informe Sename II, dice Opaso: "Elevar la subvención a los hogares de los cuales varios van a cerrar por falta de recursos". A su molestia suma una interrogante sobre la inversión de los $ 275 mil millones anuales que el Presupuesto consigna al Sename, de los cuales $ 135 mil millones se entregan a 15 ONG. Ha pedido a través de Transparencia información sobre el gasto de esos recursos, "pero nunca he obtenido datos duros".
Tras la Comisisón Sename II hay dudas que aclarar y, más que nada, resolver el drama de esos 650.000 niños vulnerables que no pueden esperar.