Proponen fórmula para solucionar dilemas urbanos de Agua Santa
VIÑA DEL MAR. El proyecto de académicos y estudiantes de la UVM apunta al desarrollo autosustentable del sector y la conectividad con el plan de la ciudad.
Agua Santa: Ciudad de atajos. Ese es el nombre del proyecto en el que participan cuatro académicos y 15 estudiantes de quinto año de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Viña del Mar (UVM), y que busca armar una red integrada para mejorar la vida urbana en el eje de la vía que conecta a Viña del Mar con la Ruta 68 y la entrada a Valparaíso.
La idea nació en el tradicional Taller Europa que se realiza en el último año de la carrera en la universidad viñamarina, donde los alumnos reconocen una problemática local y estudian ciudades, en este caso Barcelona (España) y Lyon (Francia), donde se ha desarrollado ese aspecto.
Así, se definió el sector de Agua Santa como uno que tiene potencial de cara a la mejora urbana. O así lo entiende el director de la escuela, Joaquín Bustamante, quien explica que, pese a las carencias relacionadas al espacio público y la mala conectividad, es un lugar adecuado para trabajar.
"Agua Santa tiene barrios históricos, de recreación importantes, como parques urbanos, lugares de eventos, deportes y educación. Por lo tanto, tendría una vocación turística que se puede agregar a Viña del Mar, pero la accesibilidad a eso es muy mala", sostiene Bustamante.
En esa misma línea, el académico asegura que si se cuentan las casas en el sector, el número sería similar al del plan de Viña del Mar, aunque solo es mirada como una conexión con la capital regional.
"Agua Santa funciona como acceso de arriba para abajo, pero no en el sentido inverso. Quienes viven ahí, sometidos al estrés de la pendiente, los cerros y las quebradas, tienen que bajar todos los días a trabajar a Viña del Mar o Valparaíso, moverse de su casa a los lugares de recreación o estudio, por una sola vía. Es un tremendo estrés", indica el arquitecto.
Dentro del plan de trabajo, los estudiantes y académicos detectaron en Agua Santa 15 puntos donde se debería reforzar el espacio público, los que, según Bustamante, potenciarían el carácter turístico, recreacional y metropolitano.
"Viña del Mar podría ganarse un gran punto a favor en esta aglomeración urbana que forma Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Concón, donde Viña podría transformarse en el nuevo centro de desarrollo de una de las aglomeraciones urbanas más importantes de Chile, después de Santiago", reflexiona el docente del Taller Europa.
Eso también tendría un efecto, tanto en el plan de la ciudad como en el borde costero, que se ha visto afectado por las últimas marejadas, situación que ha abierto el debate sobre si se debe seguir construyendo en el sector.
Respecto al tema, el director de la escuela refuerza la idea de que se le debería dar un descanso al plan, considerando que en un futuro los espacios podrían ser saturados por el flujo de gente.
"La lógica, desde el punto de vista del desarrollo urbano contemporáneo, es que puedas potenciar todos estos barrios que están alrededor del plan de Viña con nueva infraestructura y equipamiento, permitiendo crear barrios autosustentables, pero que al mismo tiempo actúen complementariamente con el plan de Viña. Entonces la presión de crecer no va a estar ahí, sino que en los cerros. Eso lo tienes que ordenar y ahí está la discusión del plan regulador que en este momento está en proceso", dice el arquitecto.
Respecto a quitarle presión al borde costero, señala que "Agua Santa ofrece vistas espectaculares, acceso a parques, lugares de eventos y a una relación privilegiada con Santiago y Valparaíso. Ahí es donde hay que apostar, pero hay que pensarlo no solo mejorando las vías de Agua Santa con buena infraestructura, sino que hay que tener una visión integral de espacios públicos, equipamientos, cohesión social, temas que ahí están muy presentes".
Además, agrega que "Agua Santa es una muestra potente de la diversidad de Viña del Mar en términos socioculturales, entonces claramente debiera ser uno de los lugares privilegiados para pensar en el desarrollo de Viña y descomprimir el uso del borde costero y del plan".
Sin dejar de lado el equipamiento urbano, una de las ideas principales que tiene el proyecto es mejorar el sistema de transporte para conectar los distintos barrios, siendo un teleférico o un trolebús dos de las opciones más fuertes.
"(El trolebús) puede operar en pendientes sin ningún problema. Es un sistema de transporte de bajo impacto ambiental, muy cómodo, y que puede regular el desarrollo del transporte público en esta área. Eso implica construir nueva vialidad, y al construirla, que no es en Agua Santa misma, sino que integrando los barrios, se pueden incorporar nuevos espacios públicos y equipamientos en función de esa red de transportes", detalla Bustamante.
Pero el docente, que piensa en un sistema donde las personas puedan elegir entre usar el transporte público o un vehículo particular, también considera que el sector debería aprovechar los espacios para tránsito peatonal.
"Siempre se piensa en Agua Santa como una pendiente extrema, pero la verdad es que una parte importante, casi el 60% de su extensión, es caminable. De hecho, el gran ejemplo de eso es que en Nueva Aurora se instala la feria y eso es un indicador de que es un espacio caminable, porque a la feria vas, principalmente, caminando. En este minuto hay veredas y todo lo que conocemos, pero no es una red caminable en términos de accesibilidad y comodidad para que eso suceda adecuadamente", acota Bustamante.
Para llevar a cabo el plan, plantea un trabajo de unos 60 kilómetros, con 21 destinados a una red de trolebús, 20 a una de caminata y entre 15 y 20 para una ciclovía. Todos esto en el eje de una de las subidas emblemáticas de la Ciudad Jardín.
"Agua Santa es una muestra potente de la diversidad de Viña del Mar en términos socioculturales, entonces debiera ser uno de los lugares privilegiados para pensar en el desarrollo de Viña"
Joaquín Bustamante
Director de la Escuela de, Arquitectura y Diseño UVM"
Ejes del plan de desarrollo urbano
20 kilómetros serían destinados a la implementación del trolebús en Agua Santa, un medio que aporta a la sustentabilidad.
Entre 15 y 20 kilómetros también serían pensados para construir una ciclovía, permitiendo que las personas elijan cómo transportarse.
20 kilómetros para el desarrollo de una red caminable, aprovechando las características del sector que rodea a Agua Santa.
15 sectores fueron detectados como puntos claves para reforzar la el desarrollo de espacios públicos.