"Durante el gobierno de Piñera la región tuvo la mitad del presupuesto priorizado por Bachelet"
A días de cumplir dos años en el cargo, el intendente Gabriel Aldoney (PS) reconoce que su segundo periodo como máxima autoridad regional ha sido mucho más complejo de lo esperado. Sin embargo, pese a las dificultades que ha enfrentado el actual Gobierno, defiende a rajatabla las reformas estructurales impulsadas por la Presidenta Michelle Bachelet.
Durante esta semana, Aldoney dio a conocer los resultados del Consejo de Infraestructura para la Movilidad, que conformó hace un año y medio, el cual se abocó a elaborar una serie de propuestas para futuras megainversiones en el Gran Valparaíso Ampliado, que contemplan, entre otros aspectos, la primera autopista urbana concesionada para la región, el soterramiento del Metro en el centro urbano y la creación de cuatro líneas por una extensión de 90 kilómetros. A esto se suman nuevas vías para la zona interior y un proyecto estratégico de conectividad ferroviara entre los puertos de Valparaíso y San Antonio con la Región Metropolitana.
Se trata de iniciativas de alto impacto, que requieren un financiamiento superior a los 6 mil millones de dólares, ejercicio intelectual que no se había hecho en la región, pero que también fue recibido con escepticismo desde varios sectores, tomando en cuenta que concretar proyectos de esta envergadura pueden tomar entre 20 y 30 años.
"No me extrañan las críticas, Valparaíso se caracteriza, en parte, por tener un sector de la opinión pública, y particularmente de algunas fuerzas políticas, que actúa siempre de manera negativa cuando hay este tipo de propuestas. Espero que eso se transforme en una sinergia positiva, porque este tipo de proyectos solo son posibles si existe la fuerza suficiente para empujarlos. La oposición más importante no es la que pudiese surgir desde la región misma, sino que la tenemos en la estructura de cómo funciona el país. Mientras la región de Valparaíso no tenga proyectos de esta naturaleza, nunca va a ser capaz de decirle al Gobierno de turno: 'aquí tengo un buen proyecto que compite con una línea adicional de Metro en Santiago", afirma.
-Existe la percepción que durante este periodo de Bachelet la región se estancó, sin grandes obras ni avances materializados. ¿Tienen validez las críticas o hay un interés político detrás?
- Las obras son bastante claras, vamos a dejar andando los cuatro hospitales que comprometió la Presidenta. Es cierto que han existido dificultades de tipo administrativo, problemas con la Contraloría. El Biprovincial de Quillota está partiendo, están los procesos del Marga Marga en curso, San Antonio también está en proceso y falta concluir cuestiones de carácter administrativo para que Casablanca también se concrete. Se ha hecho un tremendo esfuerzo en la construcción de jardines infantiles, una de las obras más interesantes que dejará la Presidenta en la región, con una infraestructura e implementación notables, con sistema de calefacción central o aislamiento de ruido, por ejemplo. No conozco comuna en la cual no esté ya funcionando, en construcción o en desarrollo, un proyecto de esta naturaleza. Queda muchísimo por hacer, hay que reconocerlo, pero esto es un avance tremendo. También los embalses, a fines de los '90 no fue posible construir tres embalses que estaban propuestos, se llamó a licitación el embalse Las Palmas, Catemu está en la fase final del diseño del modelo de negocio, Chacrillas se está llenando y con obras finales. Los nuevos estadios son obras que van a quedar. Siempre he dicho que el gran problema que tenemos en la región es la falta de proyectos propios y, precisamente, lo que hacemos con la Comisión de Movilidad es generarlos.
-También se critica que la región ha sido muy golpeada con sucesivos recortes presupuestarios.
-Respecto a todas estas discusiones que se han dado en el ámbito presupuestario que dicen que estamos en dificultades, los opositores al Gobierno deben ser más cuidadosos, ya que durante el gobierno del Presidente Piñera tuvimos un presupuesto inicial que fue la mitad de lo que ha priorizado la Presidenta Bachelet. Durante este periodo la Presidenta ha presentado en sus proyectos de Ley de Presupuesto una priorización de $253 mil millones para la región, contra los $125 mil millones del periodo de Piñera, entonces que se haga una discusión respecto a una situación de desmedro para la región es absolutamente falso. La ejecución presupuestaria del Gobierno Regional ha sido un 48% más alto durante el gobierno de la Presidenta Bachelet que en tiempos de Piñera. Si vemos aquellos proyectos priorizados por el Gore que sobrepasan los $2 mil millones, la diferencia es notable: Llegamos a 20 contra 6. Los proyectos más importantes que pueden mostrarse durante el periodo de Piñera, que son los dos estadios, eran proyectos que venían de la propuesta que la propia Presidenta le hizo al país durante su primer periodo. Decir que en el Gobierno de la Presidenta Bachelet se ha perjudicado a la región... las cifras por sí solo demuestran lo contrario.
-¿Cuáles deberían ser los énfasis del próximo gobierno para que sus propuestas se concreten?
-Mi objetivo es seguir promoviendo estas iniciativas. Sería tremendamente importante lograr un acuerdo con los candidatos presidenciales porque, más allá de toda la discusión que hay en Chile sobre la descentralización y regionalización, que ha estado mucho en el ámbito político, aquí falta actitud. Si hay un gobierno que sea la expresión de lo que pretendemos hacer en Chile, la manera en que un gobierno puede manifestar su compromiso con un proceso de esta naturaleza es apoyando iniciativas de este tipo. Eso lo voy hacer sin distingo de quienes sean los candidatos, porque creo que eso le hace bien a la región y porque es la manera de cómo estos proyectos se pueden ir consolidando en el tiempo.
¿Qué dificultades podría enfrentar en los últimos meses de gestión ante las presiones de los partidos de la NM que enfrentan una campaña electoral decisiva?
-Mi primera obligación es ser autoridad regional, por lo tanto, darle garantía a todos los sectores de que los recursos públicos se van a usar correctamente. Esa es mi primera obligación. La segunda es dar los espacios para que las distintas expresiones políticas se puedan expresar adecuadamente y no entorpecer el derecho que como ciudadanos ellos tienen. Siempre en estos procesos electorales hay presión, no solo por parte de quienes integran nuestra coalición, sino que también la oposición ejerce su derecho. Se viven momentos que son propios de una campaña electoral, pero en la medida que tengamos firmeza en cumplir con los principios señalados, no creo que se vayan a producir mayores problemas. Los funcionarios del Gore saben que soy inflexible, en esto tenemos que ser rigurosos en los principios éticos de la función pública, basados en las normas de probidad de manera muy estricta. Naturalmente espero que los resultados sean favorables a nuestra coalición, pero que yo tenga una responsabilidad política, en el sentido de garantizar aquello o inducir recursos o actividades del gobierno para que se cumpla ese objetivo, está muy lejos de lo que yo pienso que tiene que ser mi obligación como intendente.
"No me extrañan las críticas. Valparaíso se caracteriza, en parte, por tener un sector de la opinión pública, y de algunas fuerzas políticas, que actúa siempre de manera negativa cuando hay este tipo de propuestas" "Sigo convencido de que la política es el arte de los consensos. Aquellos que creen que tienen la solución a todos los problemas y que piensan mejor que los demás, creo están profundamente equivocados""
La muerte de Lara, el día más difícil
El incendio del 21 de mayo de 2016, que terminó con la vida del trabajador municipal Eduardo Lara, es considerado como el día más difícil desde que Aldoney asumió como intendente. "Fue un día duro, más allá de que uno sabe que son situaciones que le pueden suceder en estos cargos, porque afectó a una persona común y corriente, sencilla, ha sido ese el día más doloroso", afirmó. Sostiene que "pensé que me iba a encontrar con un escenario menos complejo, la política se ha ido atomizando, no solo en función de los intereses de determinados grupos, sino que también empequeñeciendo en función de lo que son su discusión, en los diálogos, en los análisis, en las propuestas mismas".