Valparaíso, con su invaluable patrimonio y singularidad cultural y artística, necesita establecer un nuevo trato con los niños y niñas que la habitan. Una nueva relación que permita que los niños se vinculen de una forma amable con sus escuelas y liceos, que los espacios públicos sean de bienestar y aprendizaje para ellos y sus familias, que Valparaíso sea una ciudad que garantice el derecho de la niñez al juego, al esparcimiento, a la participación en la vida cultural y las artes, como también su derecho a expresarse y a que sus opiniones sean tomadas en cuenta en los temas que les conciernen.
Sentimos que Ojo de Pescado es un proyecto cultural que está contribuyendo al acercamiento entre los niños y la ciudad. Durante estos seis años de existencia, hemos puesto a disposición de los niños de Valparaíso, de manera exclusiva, lo mejor de la producción del cine mundial hecho para la infancia, siendo la única instancia en la ciudad que promueve la asistencia de los niños a los espacios culturales para vivir una experiencia cinematográfica. Por otra parte, por medio de la realización de ya más de 30 talleres de cine en la ciudad, hemos instalado el audiovisual como un medio de creación y expresión recurrente en los niños, niñas y jóvenes, aportando al respeto de su derecho a expresarse y opinar y, por medio de la inserción de estos talleres en contextos escolares, contribuimos a la inclusión de las artes y el cine en la educación formal, lo que debe ser considerado un valor, sobretodo en una ciudad con el capital artístico y patrimonial que tiene Valparaíso.
Este año, Ojo de Pescado repite la hazaña de hacer un festival de cine con contenidos inéditos y no comerciales y, las comunidades escolares y familias de Valparaíso han respondido positivamente, llenando los cupos de las salas, haciendo de Ojo de Pescado un hábito, una práctica cultural indispensable para la ciudad. Sentimos que esto ocurre porque nos preocupamos de garantizar el derecho de los niños a recibir contenidos audiovisuales de calidad adecuados a sus edades o contextos y ofrecer espacios significativos de bienestar, participación y creatividad, promoviendo que los niños y jóvenes participantes en los talleres nos hablen de sus sentimientos como habitantes de Valparaíso y lo compartan con la comunidad a través de los cortometrajes que realizan.
Nos reconforta saber que Ojo de Pescado aporta a que, en nuestra ciudad, los niños y niñas sean considerados sujetos de derechos y ciudadanos del presente. Valparaíso debe escuchar la voz de sus niños, por eso, invitamos a todos a ver y escuchar lo que ellos nos quieren decir por medio del cine, respecto a nuestra ciudad, nuestro país y el mundo.
Alejandra Fritis Zapata
Directora Festival de Cine Ojo de Pescado