El Premio Nacional de Arte 2009 Federico Assler (88) reconoce que "fui pésimo alumno, me echaban de todos los colegios". Por ello se fue a Argentina y luego a Europa sin terminar quinto y sexto de Humanidades, y sólo al volver -cuando ya superaba los 20 años- decidió terminar el colegio.

Fue en un liceo de Valparaíso donde rindió el examen para recibirse, pero nunca logró pasar química, por lo que le consiguieron que entrara como alumno libre a la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Al solicitarle que regulara su situación, dejó la carrera y se dedicó a pintar.

No fue el único contacto que tuvo con la ciudad. En 1959 realizó su primera exposición de pinturas y dibujos en Santiago, la misma que luego trasladó al Instituto Chileno Norteamericano porteño. Por eso, según cuenta, quería que la muestra "Taller Roca Negra" se exhibiera primero en esta ciudad, pero no consiguió los fondos necesarios hasta que apareció la Fundación CorpArtes que sólo le hizo una solicitud: montarla primero en su sala.

Pero el sueño del artista, que en la década del 60 dio el salto a la escultura, por fin se verá realizado, ya que este sábado (12 horas) se inaugurará la exposición en la Galería de Artes Visuales del Parque Cultural de Valparaíso.

De larga data

Assler llegó ayer junto a su esposa, la también artista Francisca Délano, hasta el Parque para comenzar a montar la muestra compuesta por una treintena de obras que van desde pinturas que hizo en sus primeros 15 años como artista, bocetos, maquetas, esculturas pequeñas de hormigón y los moldes de plumavit que utiliza para sus trabajos monumentales, los mismos que están en Santiago, Concepción, Madrid, Tenerife y Yorkshire, por nombrar algunas ciudades.

Según comentó, lo que se busca con la exposición es "mostrar el trabajo de muchos años". Es así como se podrá encontrar, por ejemplo, una escultura que hizo en madera para su primera exposición de esta disciplina que hizo en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1969. Fue por aquella época, dice, que pensó que había "que ir con la escultura a la calle, a la gente. Pero desgraciadamente no era un material que pudiese estar en la vía pública, entonces ahí poco a poco fui encontrando el hormigón".

"Yo trabajo el hormigón en forma muy propia. Nadie en el planeta ha hecho un hormigón como el mío. Yo sé que nadie, porque conozco mucho la obra en muchos países y tengo información", asevera Assler.

La fórmula detrás de su trabajo está en los moldes. Relata que estaba comenzando a experimentar en el hormigón cuando conoció el plumavit.

"Fui encontrando que en un bloque de plumavit, si yo lo ahuecaba y le metía hormigón adentro, podía utilizarlo", recuerda, y acota que fue en ese instante que decidió "trabajar el opuesto", en el sentido, que "la superficie que le va a dar forma al hormigón es este material liviano".

"Ese fue el inicio y sigo con eso", sostiene. Eso sí que no se ha quedado dormido en los laureles, pues siempre está buscando nuevas formas de trabajar: "He ido encontrando otra manera de cortarlo con unas herramientas que uno se va haciendo". "Nadie hace un molde como lo hago yo, como yo he ido poco a poco descubriendo", asegura.

"No es fácil entender cómo yo hago una obra", reconoce el artista. Cuenta que, incluso, hay quienes no entienden que incorpore color a sus trabajos. Al respecto, reflexiona que "posiblemente" es "porque yo vengo también de la pintura. Entonces también quiero que el hormigón pueda ser rojo, pueda ser amarillo, pueda ser gris, negro".

En este sentido, desde su perspectiva, en esta muestra "hay numerosas experiencias con diferentes materiales, proyectos, fotografías... Hay una multiplicidad de obras, de experiencias con color... Todas estas son experiencias, yo no hablo de esculturas", aclara.

- Precisamente lo que caracteriza su obra es la originalidad del trabajo del material y esta investigación.

- Justamente. Entonces, eso es lo que se ha buscado con esta exposición.

- Y cómo trabaja también.

- Como se trabaja. Cómo una persona encuentra una manera propia de hacer. Que eso yo lo digo mucho.

"Yo siempre hablo mucho con los estudiantes y les digo 'mira, tienen que tratar de encontrar un manera propia de hacer, porque si no de alguna manera van a ser como otros'. Y eso es largo", acota.

"Mucha gente -continúa-cree que los ángeles los van a ayudar, las musas en el primer año, en el segundo año, a veces en la Universidad y ya se creen artistas. Eso es nada, si la Universidad lo que les puede dar es poquito. Después viene el trabajo y la investigación misma, el oficio. Ir encontrando una manera propia (...) Para mí eso es fundamental".

El trabajo que estará instalado en el Parque Cultura -y que podrá ser visitado hasta el 15 de octubre de 10 a 18 horas-, es un recorrido que parte en 1964 y termina en 2017. Es así como se podrá apreciar, por ejemplo, el molde con el que trabajó en la escultura que actualmente está en el frontis del nuevo Edificio Monseñor Ricardo Ezzati del Campus San Andrés de la Universidad Católica de la Santísima Concepción; o la llamada "Hito Geográfico Centro de Chile", que forma parte de la labor que realiza la Comisión Nemesio Antúnez del Ministerio de Obras Públicas de incorporar arte público en obras de infraestructura y que se encuentra instalada en Playa Blanca, Coronel.

Respecto al orden que tiene la exposición, según cuenta, se basa en cómo tiene las cosas en su taller de Cajón del Maipo.

"Yo siempre hablo mucho con los estudiantes y les digo 'mira, tienen que tratar de encontrar un manera propia de hacer, porque si no de alguna manera van a ser como otros'. Y eso es largo"

Federico Assler, Escultor"