Katherine Escalona M.

Después de diversas afirmaciones por parte de autoridades de Gobierno que plantearon la idea de reactivar el aeropuerto de Torquemada, en Concón, el intendente Gabriel Aldoney concretó está semana la primera reunión -apegándose a la de Ley Lobby- con tres ejecutivos de la aerolínea JetSmart, una de las empresas interesadas en operar vuelos "low cost" en este terminal aéreo.

En la cita, que se extendió por más de una hora en la Intendencia, los privados y la autoridad regional acordaron crear una estrategia para reactivar Torquemada con la intención de que el aeropuerto opere a largo plazo. Así, fue planteada la idea de que los vuelos no sean solamente estacionales, sino que tengan una primera proyección de uso regular de 5 a 6 años, concepto que comparte el privado.

¿Cómo operará Torquemada? Aldoney fue claro y confirmó que tanto los ejecutivos de JetSmart como él coincidieron en que el mejor modelo de negocio es establecer una operatividad público-privada.

"Esto tiene que ser un modelo de negocio público-privado en que naturalmente los riesgos sean compartidos en función de los intereses que cada cual tiene. A nosotros nos interesa dinamizar la economía, particularmente el turismo, mejorar las condiciones de movilidad y eso tiene un valor en este proyecto, pero también hay un valor privado que tendrá que asumir algunos riesgos para que efectivamente esto se complete", aseveró la autoridad regional.

Los otros dos modelos analizados, dijo Aldoney, fue el privado (concesión), que generaría, a su parecer, complicaciones en relación a otras aerolíneas que quisiesen operar en el lugar, y el público, donde el Gobierno asumiría los costos.

Sin embargo, para el intendente este último modelo conlleva un riesgo muy alto porque "nada asegura la continuidad del negocio en Torquemada dado el flujo de demanda que exista para diferentes vuelos dentro y fuera del país", manifestó.

Viabilidad a largo plazo

Antes de definir cuál será la administración en Torquemada, Aldoney aclaró que las partes quedaron de acuerdo en que el punto clave es ver si existe una "viabilidad" real para que este tipo de actividad comercial sea sustentable en el tiempo.

Para eso, el intendente afirmó que oficiará al Ministerio de Obras Públicas. "No sacamos nada con partir esta temporada para que después tengamos que reparar la loza", aseveró la autoridad, agregando que "hemos pedido al MOP que transparentemos efectivamente en qué condiciones está el aeropuerto y qué posibilidades tenemos de sostener una operación en el mediano y largo plazo, no en el corto plazo".

El chief executive officer (CEO) de JetSmart, Estuardo Ortiz, coincidió en este punto con la autoridad regional, puesto que postuló que lo primordial es "determinar la viabilidad del proyecto y eso hace el siguiente paso que se va a trabajar de la mano de una evaluación técnica de la Dirección de Aeropuertos, pero necesitamos conocer mejor si el proyecto es viable, en qué tiempo y por cuánto tiempo, porque iniciar una operación de esta naturaleza lleva tiempo prepararla y desarrollarla".

El alto ejecutivo puntualizó que "nosotros (JetSmart) no sólo queremos operar en época estival, pudiese ser incluso en otra época del año. Lo importante aquí es pensar a largo plazo, pensar en el desarrollo y el establecimiento de un aeropuerto que permita realmente sostener un desarrollo comercial y en el desarrollo continuo de la región, no solamente un servicio esporádico o de temporada".

Operaciones en verano

Si la proyección es a largo plazo, ¿será posible operar con vuelos en la próxima temporada estival? Tanto Aldoney como Ortiz ratificaron que lo más importante es confirmar la seguridad del lugar y no apresurar la operación, por lo que esperan que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) confirme la factibilidad técnica.

El intendente destacó que el uso del terminal en verano "va a depender de la respuesta que nos dé la Dirección de Aeropuertos (DGAC), porque si la pista resiste para un periodo largo no hay problema".

En este sentido, cabe recordar que de acuerdo a la información publicada en este Diario el pasado 19 de julio, el director nacional de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, Boris Olguín, confirmó que la actual pista de 1.750 metros de largo tenía las condiciones técnicas para poder operar vuelos a bajo costo en temporada estival, pero "con ciertas restricciones".

En la oportunidad, Olguín aclaró que "desde el punto de vista técnico, lo que yo les puedo señalar es que tanto la pista como la plataforma de estacionamiento están en condiciones técnicas en este minuto de poder recibir, sólo por una temporada (3 meses) y podría ser este verano, vuelos a medida de que las aerolíneas comerciales ajustadas a ciertas restricciones de peso quisieran operar".

En base a ello, los tiempos son acotados. Para que comience el verano faltan cuatro meses y ante esto, sumado a las actuales condiciones operacionales de Torquemada, el CEO de JetSmart aclaró que "para el siguiente verano no puedo confirmar" si podrá operar.

Esto, porque "dependería de la información que tenemos que recibir de la unidad operativa. Considerando que ya estamos en agosto-septiembre, habrá que ver si da suficiente tiempo para armarlo; pero más allá de operar o no en verano, creo que lo más importante es darle vialidad al proyecto del aeropuerto porque beneficia a la región, ver cómo se puede operar permanentemente".

Actualmente, reconoció Ortiz, "la pista tiene características que no son las idóneas para una operación comercial de las aeronaves que nosotros volamos. Claramente es ese estudio técnico, que se tiene que realizar en las próximas semanas, el que va a determinar si la pista se puede o no usar y por cuánto tiempo para hacer las inversiones. Ahora no hay terminal y así como está hoy, no se puede operar".

Inversiones

Para tener una operatividad a largo plazo en Torquemada, el intendente Gabriel Aldoney aseveró que hay que hacer diversas inversiones, las que también han sido confirmadas por el MOP.

"Más o menos lo que se estima para adecuar la pista son entre $ 3 mil a $ 3.500 millones, que para el volumen que se maneja este tipo de negocios es un valor relativamente bajo. Y para la operación inmediata, si más no recuerdo, son entre $350 o $400 millones. El problema está centrado en que para que esta cosa funcione bien se requiere dar garantía de la duración de las condiciones operacionales del aeropuerto, a lo menos en el mediano plazo", aseguró.

Si el MOP da una respuesta favorable a las condiciones de la pista, precisó el jefe regional, hay que hacer desembolsar $300 millones como aporte inicial.

Mientras tanto, el intendente y la empresa JetSmart acordaron un cronograma de trabajo y una próxima reunión para septiembre.

Uso de suelo

Respecto al uso de suelo del recinto, el seremi del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Uribe, dijo que será la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) la entidad que debe presentar un proyecto para ver qué espacios serán utilizados.

Esta información, precisó la autoridad, será analizada con el fin de determinar si es necesario o no hacer un cambio de uso de suelo en base al Plan Regulador Comunal (PRC) de Concón o al Plan Metropolitano Valparaíso (Premval). Este punto, según consejeros regionales como Evelyn Mansilla y Manuel Millones, es primordial para dar operatividad al lugar.

"Existe la intensión de las autoridades para apoyar esto en el futuro y nosotros requerimos un estudio de la DGAC, saber qué se quiere materializar en el lugar. La modificación de uso de suelo depende de lo que presenten y de la envergadura de lo que estemos hablando. Tendríamos que ver y no se necesariamente sería una modificación, tendríamos que ver qué se puede hacer ante la eventualidad", dijo Uribe.

"Queremos una evaluación técnica formal de la viabilidad del proyecto y de la administración de la terminal. Nuestro proyecto es muy serio, de largo plazo"

Estuardo Ortiz CEO de JetSmart"

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Katherine Escalona M.

En la década de los noventa, José Patricio Calderón Farías (57), exjefe de turno naval del aeropuerto de Torquemada, en Concón, fue uno de las personas que trabajó en el lugar cuando operó el terminal para vuelos comerciales por cerca de cuatro años.

Por su experiencia, Calderón confirmó que "está comprobado que Torquemada es un buen negocio para la región".

Todo, dijo, comenzó el año 1993 cuando solicitaron personal naval para hacer el curso en la Dirección de Aeronáutica sobre seguridad aeroportuaria. Ahí varios funcionarios de la Armada se prepararon para ser parte del proyecto del aeropuerto en Concón. Un año se capacitaron.

- ¿Cómo fue la experiencia?

- Nos preparamos profesionalmente para eso y cuando comenzamos a trabajar en 1994, teníamos un jefe de la Dirección de Aeronáutica Civil, más tres navales por turno. En el año 1993 vieron las instalaciones, hicieron un galpón que finalmente fue transformado en terminal aéreo. Comenzamos a funcionar con turnos aeronáuticos para cumplir las 24 horas de funcionamiento. Todo esto era novedad para la región, tanto para Viña del Mar como para Valparaíso, y cada vez más comenzó a aumentar el flujo de los vuelos.

- ¿Cómo funcionaba?

- Era muy fluido el aterrizaje y despegue de los aviones, (el terminal) cumplía con las expectativas de la zona y el aeropuerto era usado por grandes empresas, industrias, muchos ejecutivos y mineras que utilizaban el servicio. Todo el día había movimiento porque varios vehículos llegaban a la zona y se sabía a qué lugar debían ser trasladados los pasajeros.

- ¿Esto que generó?

- Un aumento de turnos. Y la necesidad de tener turnos provocó que la Escuela de Aviación Naval de la Armada comenzara, en ese tiempo, a preparar a más gente. Por ejemplo, en el servicio de extinción de incendios, que era personal especialmente capacitado para atender el terminal aéreo. A veces incluso se me juntaban seis aviones comerciales en diferentes horarios cuando se cerraba por condiciones meteorológicas Santiago (Pudahuel). Así, los aviones llegaban a esperar mejores condiciones de tiempo para salir a destino. Para que funcionara como aeropuerto nosotros trabajamos con la Interpol de la Policía de Investigaciones, Aduana y las entidades que controlan un terminal aéreo.

- ¿Cuáles eran las aerolíneas que operaban ahí?

- En ese tiempo era Ladeco, comenzó con esa empresa, y después, por emergencia, llegaba Lan. Luego el negocio comenzó a crecer.

- ¿Eran vuelos nacionales e internacionales?

- Sí. Los vuelos internacionales eran de Norteamérica, llegaban de Europa y para la época del Festival de Viña del Mar llegaban los aviones con artistas a Torquemada, artistas reconocidos hacían uso de la loza comercial.

- ¿Había mucho movimiento?

- Sí, incluso en los diarios de esa época está registrado. El periodo normal era de 24 horas porque llegaban a toda hora, pero después de un tiempo esto comenzó a decaer y se creó la aerolínea Alta, empresa de vuelos nacionales solamente que hacía vuelos turísticos dentro del país con una capacidad de 28 personas aproximadamente.

- Si era tan bueno el negocio, ¿qué pasó?

- Es una opinión personal que tengo con respecto a eso. Yo sé que hubo una competencia entre la aerolínea Ladeco, porque operaba como Ladeco turismo en el terminal aéreo, y Ladeco que operaba desde Viña a Valparaíso con la entrega de pasajes. Comenzaron a sacar promociones directo desde Santiago, se veía prometedor el negocio, pero hubo una mala estrategia, una competencia entre ellos. Disminuyó el flujo en Torquemada y estuvo operando durante cuatro años.

"Era muy fluido el aterrizaje y despegue de los aviones, (el terminal) cumplía con las expectativas de la zona y el aeropuerto era usado por grandes empresas, industrias, muchos ejecutivos""

"Pude ver que fue una buena experiencia, que era conveniente para la zona, salían los aviones llenos y era un buen servicio desde Viña del Mar a Santiago""