Ganar elecciones
Nuestra historia electoral permite inferir que las cúpulas partidistas, por si solas, no siempre consiguen generar en los votantes la familiaridad y la confianza que se requieren, para ganar una elección presidencial. Las actuaciones cupulares cuando resultan confusas o erráticas, caudillistas o autócratas, provocan suspicacias, temor, sospechas y hasta escepticismo, sentimientos que acarrearán una pérdida parcial o total del entusiasmo y la esperanza, lo que moverá a las personas a cambiar sus preferencias y retirar su voto.
Son los militantes, simpatizantes y partidarios del candidato los que con su ejemplo, su voz clara y una actuación coherente, persuaden a los electores de las bondades y beneficios del programa de gobierno, en tanto convencen de la certeza y verosimilitud de las propuestas. El contacto persona a persona, frente a frente, en un ambiente de certeza política, es lo que consigue adhesión y voto seguro.
Hacer partido en la base militante y mejorar la capacitación, conocimiento y cometido de los partidarios del candidato, es sin duda el mejor generador de confianza que existe y es la forma más cierta de ganar elecciones.
Jaime Salazar Rojas
Fiestas Patrias
Fiestas Patrias, así como Navidad y Año Nuevo, las celebramos en la medida de nuestras posibilidades. Sin embargo, hay quienes no pueden festejar; por motivos de salud, falta de dinero o soledad. Creo que una honrosa manera nuestra de compartir esas festividades puede ser acercarse y aliviar de algún modo a personas en situaciones como las mencionadas.
Patricio Farren Cornejo
Violencia política
Si la esencia de la política es la persuasión y el discurso en el ámbito público, la violencia política implica una negación general de la condición política. Sin embargo, ha existido violencia política tanto de los Estados (terrorismo de Estado) como de grupos organizados que reivindican una determinada cuestión a través del terrorismo.
Un ejemplo de ello es que a partir de 1937 los estados europeos realizaron distintas convenciones internacionales para combatir la paramilitarización de la vida política en los extremos de los arcos partidarios que se fueron desarrollando en los regímenes democráticos de entreguerras. Aquello contempló la dificultad de tipificar al delito terrorista al margen de una determinada ideología y gran parte del esfuerzo fue el intentar la unificación del derecho penal con el objetivo de adoptar una definición homogénea del terrorismo y coordinar los medios represivos para combatirlo.
América Latina, por su lado, a visto el desarrollo de dos fenómenos que nacen en el seno de la guerra fría: el terrorismo y la guerrilla. Ante ambas realidades los estados nacionales no supieron de manera contundente como combatirlo, en especial a la guerrilla, puesto que los grupos organizados violentos esgrimían el discurso de los derechos humanos frente a realidades políticas complejas, en que muchas de ellas eran dictaduras militares.
¿Qué hacer en relación al problema de la Araucanía, usar una estrategia dura y militar, o el discurso de la contrainsurgencia suave, tal como la proponen las teorías contrarias al de la guerra total de Clauzewitz y aplicar la legislación penal y la constitución?
Germán Soto Droguett
Genial
En medio de la crisis de gobierno de la Presidenta Bachelet el candidato Guillier dijo: "Cuando hay un problema hay que resolverlo". ¡Genial! La candidata Beatriz Sánchez dice que la quema de los 29 camiones no es un acto terrorista, sino un hecho violento. ¡Más genial!
Romai Ugarte Ugarte
Aborto
El aborto se ha convertido en un "privilegio" para quienes gozan de un buen estatus social. Para muchas mujeres que poseen los medios y el dinero suficiente es sencillo hacer pasar un aborto (incluso fuera de las 3 causales) por "apendicitis múltiple". Pero ¿Qué pasa con la población que carece de los recursos económicos? Que se apruebe la ley de aborto no obliga a las mujeres abortar sino que les da una opción digna, legal y sanitaria cuando sus vidas corren peligro o cuando han sido víctimas de un abuso.
Javiera Jara Osses
Caso de sacerdote Marista
Soy exalumno Marista, egresado del Colegio Champagnat de Villa Alemana el año 1989, y me siento orgulloso de ser parte de la gran familia Marista.
Es por esto que siento impotencia y rabia cuando escucho y leo las declaraciones del vocero de la congregación, que dicho sea de paso son impresentables, y que distan años luz de lo que nos enseñaron durante el proceso educativo.
El comportamiento del acusado se aparta y quebranta absolutamente del testamento espiritual dejado por nuestro padre fundador Marcelino José Benito Champagnat; por consiguiente, no debe ser protegido ni encubierto por ningún miembro que diga compartir los principios y enseñanza de nuestro fundador.
Luis Contreras Espinoza