Walter Radrigán, el longevo atleta que destaca en las pistas nacionales
DEPORTES. A sus 87 años de edad, este cirujano porteño lleva casi tres décadas dedicándose al lanzamiento de bala, disco y jabalina como integrante del Club Sporting Viña del Mar.
El fin de semana pasado, el estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso acogió el Campeonato Zonal Centro de Atletismo Master de Pista y Campo, que reunió a 218 competidores pertenecientes a 23 clubes de todo el país, desde Coquimbo a Valdivia.
De todos los participantes del certamen organizado por la Federación de Atletismo Master de Chile (Femachi), destacó una vez más la presencia de Walter Radrigán Vogel, quien con sus 87 años fue el atleta más longevo de la competición, desempeñándose en las pruebas de lanzamiento de bala, disco y jabalina.
"Es un campeonato más, porque yo casi siempre voy a todos los torneos master", cuenta con orgullo Radrigán, quien lleva alrededor de 27 años dedicándose al atletismo para mayores y participando en este tipo de competiciones como fiel integrante del Club Sporting Viña del Mar.
Vida ligada al deporte
Oriundo de Valparaíso, Radrigán comenzó a practicar atletismo en su etapa escolar, enfocándose preferentemente en las vallas y también en el salto alto y el salto triple, situación que continuó pese a que en su juventud partió a Santiago a estudiar Humanidades en el Instituto Nacional.
Pero ya asentado en la capital pronto cambió el atletismo por el esquí, la nieve y las montañas, compitiendo durante varios años en diversos torneos nacionales con la bandera del Club Andino de Chile.
Su entrada a la carrera de Medicina puso fin a buena parte de la actividad deportiva de Radrigán, quien se centró de lleno en los absorventes estudios.
Ya recibido, retornó a Viña del Mar, transformándose posteriormente en un respetado cirujano, especialista maxilofacial y en cirugía plástica.
"Estuve 63 años trabajando de cirujano metido en el pabellón. Dejé de operar hace un año, pero sigo haciendo algunas cositas pequeñas todavía, como sacar lunares y quistes. Pero hace un año que ya no entro a operar de frentón", explica el profesional que, ya jubilado, se dedica también a pintar, dibujar, tallar en madera y hasta componer música.
"Gracias a Dios que me mantengo bien", añade.
Fue una vuelta larga para Radrigán, y no fue hasta que cumplió 60 años que recién fue invitado a participar en el Club Sporting de Viña del Mar. Así se produjo su retorno a las pistas atléticas.
"Ahí me dediqué más que todo a los lanzamientos, porque ya para correr era más difícil por la edad y porque no había practicado", recuerda el porteño.
En todo este tiempo, el deportista ha participado en campeonatos a lo largo del país. Quizá su actuación más destacada sea la del año 2010, cuando en el Sudamericano, en la categoría de 80 años, salió campeón en el lanzamiento de bala -con un peso de 3 kilogramos, y no los 7 kilos de los Juegos Olímpicos- logrando el récord sudamericano de aquel entonces. Una marca de 9,32 metros que todavía esta vigente como registro imbatible en Chile.
"He ganado muchos premios, tengo como unas cien medallas ya", afirma Radrigán, aunque con un toque de humor agrega que "he ganado varias competencias de bala, disco y en otros lanzamientos, en casi en todos los campeonatos porque finalmente cuando uno va entrenando a esta edad va quedando solo, poco menos que compite con uno mismo no más".
Camaradería
Pero más que las medallas y la competencia en sí, que ya es un fuerte estímulo, mucho más que los típicos ejercicios y actividades físicas usualmente pensadas para la Tercera Edad, hay otros aspectos que son los que llevan a este longevo deportista a mantenerse activo en el atletismo.
"Es muy entretenido, tenemos un gran grupo de amigos que nos encontramos en todos los campeonatos, aunque sean de otras ciudades como Concepción, Angol, Chillán, Curicó, y también del norte. Hay una gran camaradería entre todos los atletas. Y además que el atletismo es el clásico deporte olímpico, por decirlo de alguna manera. Por suerte uno tiene la posibilidad de estar bien y sirve de ejemplo a los demás, porque el deporte es muy sano", destaca el cirujano.
Junto con ello, valora que la la competencia deportiva esté absolutamente lejos de rivalidades y egos.
"Todos los clubes vamos para la misma cosa, aquí no tenemos fricciones. Nos alegramos por el resto cuando rompen marcas y siempre aplaudimos al que gana. Esa es la ventaja que tiene el deporte de este tipo, que si bien puede ser individual, tiene su respeto por los rivales", resalta Walter Radrigán.
A su juicio, en cada certamen lo que más lo mueve a seguir es el entusiasmo y la camadería que muestran todos los participantes, sobre todo el de las mujeres, quienes generalmente son mayoría, tal como en el Club Sporting Viña del Mar.
Pese a la motivación reinante, el médico añora un apoyo más decidido de parte de las autoridades, que pocas veces contemplan a los deportistas master. La Tercera, y también la Cuarta Edad, dice, deberían ser más tomadas en cuenta.
"Es entretenido, tenemos un gran grupo de amigos que nos encontramos en todos los torneos. Hay una gran camadería entre todos los atletas".
Walter Radrigán, Atleta master"
Por una mayor preocupación y aporte
Walter Radrigán no tiene reparos en señalar que extraña una mayor preocupación de parte de las autoridades para fomentar el deporte master. "Se habla tanto de la Tercera y Cuarta Edad... pero en los deportes master no nos dan mucho, a pesar de que nos deberian dar más porque cada vez hay más mayores. A nosotros prácticamente nos ayudan con nada. Rara vez nos dan alguna subvención para los viajes, siendo que además debemos pagar uniformes, inscripción de campeonatos y otras cosas, pero todo lo costea uno", sostiene el deportista del Club Sporting Viña del Mar.
años de edad tiene Walter Radrigán, quien fue el atleta más longevo en competir en el Campeonato Zonal Centro Valparaiso. 87
años tenía el cirujano porteño cuando retomó el atletismo, al ser invitado a integrarse al Club Sporting de Viña del Mar. 60
metros es la marca con la que en 2010 obtuvo el Sudamericano en la categoría 80 años. El registro sigue siendo récord en Chile. 9,32