"No deseo ser bicampeón sólo para tener reconocimiento"
El camino hacia la consagración deportiva es un terreno pantanoso, pero que el viñamarino Pablo Quintanilla ha sabido recorrer a bordo de su moto, casi sin contratiempos. El piloto del equipo Husqvarna, comenzó su año deportivo con un duro accidente que le costó el retiro en el último Rally Dakar. En las siguientes competencias, el de la Ciudad Jardín mostró una notable recuperación, al punto de rematar en la cuarta posición en la clasificación general del exigente Rally Ruta 40 disputado en el norte de Argentina.
El resultado, lo tiene al tope del ranking mundial, con 87 puntos, sólo cinco más que su más cercano perseguidor, el portugués Paulo Gonçalves, y a seis del ganador del último Dakar, el australiano Sam Sutherland. Por esa razón, Quintanilla volvió a los entrenamientos con miras a enfrentar la última fecha del campeonato a disputarse entre el 4 y el 10 de octubre en Marruecos, donde podría conseguir un logro a todas luces inédito para la escena nacional del motociclismo: un bicampeonato mundial.
Sin embargo, la posibilidad de un nuevo título del mundo no parece desconcentrar a "Quintafondo", quien sostiene que "uno no puede sentirse sino contento y tranquilo al mismo tiempo. Las carreras son largas, son muchos kilómetros de competencia y hay que tomarse las cosas con calma, y tratar de estar concentrado hasta el último metro".
- En Argentina, usted tuvo que sortear una carrera con muchos abandonos y donde no pudo quedar en el podio ¿Cuál fue la complejidad que tuvo esta carrera, que le impidió acceder a los primeros lugares?
- Argentina siempre ha sido un escenario difícil para las carreras y por sobre todo en la zona norte, donde corrimos este Ruta 40. Tuvimos a muchos fuera de pista, además de caminos montañosos, ríos secos con piedras. En lo personal, fue muy complicado, pues el segundo día me tocó perder más de 35 minutos buscando un "waypoint" mal ubicado en la hoja de ruta. Hicimos una protesta a la organización para poder recuperar el tiempo perdido y ellos reconocieron que había un error en el libro, ya que estaba a por 470 metros. Mucha distancia, considerando que era un panorama de río, con muchos arbustos y vegetación. Finalmente, no me devolvieron el tiempo y se me dejó sin opciones de ir al podio, y me obligó a replantear la carrera.
- Tuvo que ser más estratega a partir de eso.
- Sí, desde esa etapa me tocó pensar más a largo plazo, y puse mi foco en el campeonato. Fui pasando con más calma las etapas, para tratar de obtener la mayor cantidad de puntaje, para llegar con mejores opciones a la última carrera en el desierto.
- La última carrera será en un terreno muy difícil, en el Oi-Libya Rally ¿Cómo vislumbra usted la competencia, considerando que se cambia el terreno de río a un clima desértico?
- Marruecos es una carrera compleja técnicamente y también en la navegación. Es un desierto muy áspero, de mucha piedra y peligros durante todas las etapas. Esto hace que tengamos que ir muy pendientes del "road book" y de la geografía, además de tener una buena lectura del desierto y por eso mismo es importante estar más que tranquilo y consciente de lo que se hace en la carrera. Estamos a pocos días, después de Argentina me tomé un descanso para poder llegar lo mejor preparado allá.
- ¿La diferencia que mantiene con Gonçalves y Sutherland es algo que le permita asumir con relajo la carrera en África?
- En realidad, cinco puntos no son nada. Y aunque fueran diez, tampoco uno se puede relajar. Tengo que estar siempre atento y enchufado en la carrera, y como siempre, con ganas de correr y pensando también que el nivel está muy alto. Estas últimas carreras en Atacama y Argentina hemos visto que la dificultad de nuestra categoría sigue creciendo, que las motos siguen evolucionando y eso hace que sea cada vez algo más competitivo y difícil. Muchos tenemos el mismo nivel técnico y de navegación, por eso las carreras son bien ajustadas hasta la última etapa.
Más fortaleza mental
- Usted comenzó el año con una dura caída en el último Dakar. ¿Cómo hace un deportista para recomponerse al punto de permitirse volver al tope de la clasificación?
- Son momentos difíciles, no es para nada fácil salir de una situación así. Hay que tener fortaleza mental y la capacidad de sobrepasar las frustraciones, de mirar más adelante y tener la motivación de seguir avanzando. Personalmente, los episodios que me han sucedido han sido como un aprendizaje. Siempre he tenido las ganas y la fuerza para sobrepasar ese mal momento, tengo mucha confianza en mis capacidades y el trabajo que he hecho día a día. Y eso me genera una tranquilidad de que sé hacia donde voy y sé lo que soy capaz de hacer.
- En una de sus últimas entrevistas del año pasado, sostuvo que en este país aún no se le tomaba el peso a su título mundial ¿Aún tiene aquella convicción?
- Por supuesto. Soy de la idea de que en Chile aún no se le da el valor de verdad a los deportistas que no jugamos "a la pelota". No solo lo digo por mí, sino que hay un montón de atletas a los que no se les reconoce ese trabajo, sea desde el Gobierno como desde la prensa deportiva, hay una deuda que se puede mejorar. Hay mucho más allá del fútbol. Hemos demostrado con hechos y participaciones destacadas que somos buenos deportistas a nivel mundial y espero que eso vaya cambiando. No solo por mí, sino por el futuro del deporte. De a poco, la gente y el periodismo van tomando conciencia y se van abriendo a más disciplinas y eso es muy bueno para el deporte en general.
- ¿Cree que un eventual bicampeonato podría ser la oportunidad de obtener ese reconocimiento que a su juicio, ha sido esquivo?
- No lo siento de esa manera, pero solo porque mi trabajo no depende de la valoración que le den a nivel país. Mi trabajo depende de fábricas que están en el extranjero, donde sí se valora realmente lo que hago, mi profesionalismo, mi dedicación y todo el trabajo duro que se hace durante todo el año. No sé si se va a valorar más o menos, pero no me motiva ser bicampeón para buscar el reconocimiento nacional. Mi motivación es personal, la de lograr un objetivo que me propuse desde el principio y al que le he dedicado mucho tiempo, disciplina y por sobre todo, mucha pasión.
"Soy de la idea de que en Chile aún no se le da el valor de verdad a los deportistas que no jugamos a la pelota"."
Ya planifica su gran revancha en el Dakar
No sólo hay hambre de títulos mundiales en el horizonte del piloto viñamarino, ya que en un futuro próximo asumirá un desafío que vislumbra como más personal, dado el traspié que sufrió el año pasado. Quintanilla anticipó que tiene su mente puesta en la edición 2018 del Rally Dakar, que se realizará a principios de enero y que contempla una ruta que unirá a Perú, Bolivia y Argentina. Según el piloto, el certamen "es la carrera más importante del año y por eso tenemos muchos entrenamientos y la planificación en equipo, que se realizará en España, Marruecos y Portugal". El piloto aseguró que la próxima edición del rally "es una nueva oportunidad de hacer las cosas bien e ir aprendiendo de los errores. La idea es pasar los límites que se presentan y seguir haciendo lo que me gusta".