Exigencias mantienen en vilo la autorización del pasacalle
MIL TAMBORES. Gobernación insiste en catalogar el acto como evento masivo.
Pese a las reiteradas reuniones entre la Gobernación provincial y la organización del Carnaval Mil Tambores, que encabeza el gestor cultural Santiago Aguilar, las exigencias impuestas por parte de la autoridad, que pretende catalogar el evento como acto masivo, han dilatado la autorización del principal evento del encuentro, relacionado con el pasacalle que se realizará este domingo en la avenida Altamirano.
Desde la Gobernación Provincial han insistido en que la actividad, con la cual se clausura el carnaval de tres días y que se inaugura mañana, sólo será autorizada como un evento masivo, lo cual se traduce en una serie de exigencias a cumplir por parte de la organización, desde un mayor número de guardias acreditados, baños químicos, informe favorable de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), de Transportes por los desvíos y un informe favorable de evacuación por parte de Bomberos, a lo que se agregan mayores atribuciones para Carabineros respecto al ingreso de personas al perímetro y fiscalización de las mismas.
En la vereda contraria, la Corporación Mil Tambores argumenta que el pasacalle del domingo, donde se espera una asistencia superior a las 40 mil personas, es una marcha, y como tal, el derecho a reunión está avalado en la Constitución y no puede ser coartado por mayores exigencias.
Al respecto, Santiago Aguilar recalcó que "el 12 de diciembre del año pasado enviamos una carta al gobernador (Jorge) Dip solicitando los permisos para la marcha pasacalle 'Feliz Cumpleaños Violeta', en el marco del Carnaval Mil Tambores, hasta hace diez días no teníamos respuesta a esta petición y apenas una semana antes se nos aumentan las exigencias, lo que obviamente dificulta poder cumplir con todo lo solicitado".
Espera un acuerdoNo obstante el debate, Aguilar espera que "todas las partes lleguemos a un acuerdo en beneficio de la comunidad. En nuestra carta hemos solicitado expresamente la autorización para una marcha carnaval. Primero nos tienen que responder por lo que nosotros estamos pidiendo, y además nos responden con un permiso a siete días del evento. Para poder implementar las exigencias que ello implica se requiere que la respuesta sea al menos diez días antes del evento o no puede ser ejecutable", enfatiza el presidente de la Corporación Mil Tambores. solo un aviso
Tras reponer una solicitud de permiso a través de un formulario, Aguilar da cuenta de su postura y enfatiza, según su visión, que "para el pasacalle del domingo sólo se necesita avisar, no se necesita pedir permiso. De acuerdo a la Constitución, tú pones en aviso a la autoridad que te vas a reunir en un determinado espacio público y en una actitud pacífica. Queremos ser empáticos con la Gobernación y entendemos que las facultades que puede tener la autoridad ante un evento catalogado de masivo son mayores; sin embargo, la problemática central está dada en otros horarios y en otros lugares, no precisamente en el pasacalle del domingo, donde efectivamente se ven afectados los vecinos, y de eso no nos podemos hacer responsables".
Vecinos indignados
Mientras se busca conformar una nueva institucionalidad para futuras ediciones del Carnaval Mil Tambores, la Agrupación de Vecinos y Comercio de la Comuna Valparaíso insiste en su rechazo a la aprobación por parte de las autoridades del carnaval. A través de una declaración pública, la organización subrayó que el evento masivo "provoca un rechazo general y que nos obliga a denunciar la vulnerabilidad a la que esta actividad nos deja expuestos, por los daños colaterales que ha generado en cada una de sus versiones".
Junto con recalcar que las autoridades "tienen el mandato de garantizar los derechos de las personas", subrayaron que "tanto la organización del evento como la Gobernación de Valparaíso han aprovechado los vacíos legales de nuestra legislación para evitar asumir sus eventuales responsabilidades frente a los daños que los asistentes a este evento, durante tres noches consecutivas, podrían nuevamente provocar a la ciudad y sus habitantes, dilatando la tramitación de permisos y autorizaciones, lo que impide el derecho de la ciudadanía a protegerse por la vía legal".
Las críticas también apuntaron a la Gobernación de Valparaíso, que "a través de los resquicios que la institucionalidad permite, también elude su deber de defendernos de un evento que nos lesiona, y la actual administración municipal, electa por votación popular, es la responsable primaria de asumir el rol de garante y protector de los habitantes porteños que la eligieron, pero ha optado por una tibia postura que no refleja el liderazgo que esperamos en la defensa de la ciudadanía".
"se tiene que concretar"
Ante la polémica, Santiago Aguilar aseveró que los Mil Tambores "es el resultado de un movimiento cultural y no estando nosotros en la organización funcionaría en la espontaneidad, lo que genera mayores externalidades negativas. Del momento que nosotros desistimos en organizarlo, lo que se va a generar es la espontaneidad en la ciudad, y eso sí que es grave".
En caso de no autorizarse el derecho de marcha, los organizadores recalcan que el evento "se tiene que concretar igual, ya que no estamos frente a un evento, sino que frente a un movimiento y una fiesta popular. Lo que está haciendo la organización es tratar de canalizarla, pero esto es una construcción cultural y con un mayor grado de complejidad".
En tanto, el diputado Osvaldo Urrutia ofició a la directora regional de Cultura, Nélida Pozo, informar sobre "todas las rendiciones de cuenta efectuadas por el Carnaval Mil Tambores y si éstas se hicieron a tiempo y en forma correcta".
Además, el legislador solicitó copia de las rendiciones de los años 2015 y 2016 efectuadas por la organización.
"Para el pasacalle del domingo sólo se necesita avisar, no se necesita pedir permiso. De acuerdo a la Constitución, tú pones en aviso a la autoridad que te vas a reunir"
Santiago Aguilar, Corporación Mil Tambores"
Educación, información y fiscalización
Respecto a la casi eterna polémica por el Carnaval Mil Tambores, el exintendente regional, Ricardo Bravo, sostuvo que si bien es importante el fomento de la cultura, existe un tema secundario respecto al evento y que dice relación con el comportamiento de los asistentes. "Las personas sienten o creen que en Valparaíso se puede hacer lo que quieran respecto del consumo de alcohol, de drogas, o de hacer sus necesidades en la calle, todo eso que ocurre normalmente tras las presentaciones artísticas. Acá hay una permanente improvisación en la planificación del evento. Aquí la gente de afuera se comporta como un mal invitado y el esfuerzo debe estar radicado en el comportamiento, lo que se logra con mayor educación, información y fiscalización", aseveró.
a $ 400 millones está avaluado el costo total del evento, entre pasajes, estadía, vestuario y producción. $ 300
carabineros se estima que estarán a cargo del resguardo durante los tres días del masivo evento. 500