Carles Puigdemont seguirá adelante con el plan independentista para Cataluña
CRISIS INSTITUCIONAL. Varios miles de personas contrarias a la ruptura con España marcharon ayer por Barcelona.
El Presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, insistió ayer que aplicará "lo que dice la ley" tras la votación de la ley catalana del referéndum, suspendida por el Tribunal Constitucional, que prevé una declaración de independencia.
"La declaración de independencia, que nosotros no llamamos declaración 'unilateral' de independencia, está prevista en la ley del referéndum como aplicación de los resultados. Aplicaremos lo que dice la ley", aseveró Puigdemont en el programa "30 minuts" que anoche emitiría TV3, cuyo contenido grabado fue entregado a modo de avance por el canal público catalán.
En la entrevista, Puigdemont admitió no tener contacto con el Gobierno central. "Hace tiempo que no tenemos (contacto) porque ellos rehuyen hablar de este tema. Ellos querrían que de este tema no se hablara", expresó.
Según la autoridad, "lo que está pasando en Cataluña es real, les guste o no. Son millones de personas que han votado, que quieren decidir, tenemos que hablar de esto. ¿De qué creen que hemos de hablar? ¿Por qué se piensan que la gente se mueve? La gente no se mueve y hace frente a la violencia policial por una reforma del modelo de financiamiento. Seamos honestos todos juntos. Tenemos que hablar de Cataluña y no quieren hablar de ello".
El programa también entrevistó al delegado del Gobierno español en Cataluña, Enric Millo, quien se preguntó por qué el referéndum de independencia debe ser la solución.
"Hay ganadores y perdedores. Al día siguiente, ¿qué arreglamos? El conflicto sigue allí. Soy partidario de buscar una fórmula de consenso. Dialogar mucho, buscar puntos de conexión, ceder todos un poco y seguir trabajando juntos", comentó Millo.
Cientos de miles de personas marcharon ayer por el centro de Barcelona para protestar contra los planes independentistas. Según EFE, se trató de la mayor manifestación a favor de la unión nacional desde el referéndum independentista, que ha llevado a España al borde de una crisis nacional.
La policía de Barcelona calculó que unas 350.000 personas asistieron a la convocatoria, mientras los organizadores de la Societat Civil Catalana dijeron que acudieron 930.000 personas.
Muchos de los participantes de la multitud en las calles llevaban banderas de España y Cataluña y corearon lemas como "No se engañen, Cataluña es España" y "Puigdemont a prisión," refiriéndose al presidente de la región.
Los próximos pasos de la crisis
Carles Puigdemont intervendrá mañana ante el Parlamento regional con un único punto en la tabla: la "situación política". Por su parte, el Gobierno de Mariano Rajoy se niega a discutir o negociar si Puigdemont no abandona su plan. Rajoy adelantó que si se produce una declaración unilateral de independencia no descarta recurrir al artículo 155 de la Constitución, que podría llevar incluso a la disolución del Parlamento regional y a la convocatoria de elecciones autonómicas.