Cristián Rodríguez F.
La sensación de tranquilidad expresada por una mujer al abrazar a su pequeño hijo resume en gran medida lo que fue una jornada llena de emotividad: tras un cansador viaje de 24 horas, 66 personas de nacionalidad siria arribaron al país producto de los desplazamientos que ha ocasionado la guerra civil en su país.
Uno a uno fueron bajando del avión que los trajo desde El Líbano, como parte del Programa de Reasentamiento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) de Chile.
Las 14 familias -siete de las cuales vivirán en Villa Alemana- fueron recibidas por la Presidenta Michelle Bachelet en los salones de protocolo del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en Santiago. Mientras los más grandes conversaban con la Mandataria gracias a la intervención de un traductor, los más pequeños se distraían con una variedad de galletas dispuestas para su recibimiento.
Minutos después, algunos refugiados decidieron acompañar de manera voluntaria a la Presidenta en su discurso, quien además de recordar el exilio político que enfrentó en la década del 70, dijo que "hoy el Estado de Chile tiene la obligación y el privilegio de tenderles una mano".
"Nuestro deseo es que comiencen poco a poco a dejar atrás el miedo, el dolor y la incertidumbre. Sabemos que vienen de una historia difícil, y lo que queremos es que encuentran en nuestro país una tierra que los reciba con amistad, buena voluntad y puedan reconstruir su historia y hacer crecer sus familias con paz y seguridad", sostuvo Bachelet.
La Jefa de Estado agregó que el país "se compromete con ustedes a hacer todo lo posible para que la adaptación sea rápida". "Van a crecer sintiendo a Chile como su patria, que es lo que todos anhelamos. Por eso les quiero garantizar que no van a estar solos", cerró la Presidenta Bachelet, quien estuvo acompañada por cerca de diez inmigrantes.
Uno de ellos, al término de la alocución de la Mandataria, quiso agradecer la hospitalidad que le han ofrecido. "Agradecemos esta llegada al pueblo chileno, agradecemos este recibimiento y esperamos que nosotros también respondamos a esta acogida que estamos recibiendo del pueblo y el gobierno chileno. Estamos muy felices de estar acá. Nosotros no conocíamos al pueblo chileno, pero en este momento los estamos conociendo", dijo Saeed Antakli, quien llegó junto a su esposa y dos hijos.
En representación de las mujeres que arribaron, Roha Ali también quiso agradecer al país señalando que "al ingresar a Chile, sentí sicológicamente un descanso". La mujer también pidió "humildemente que tengan refugio de colegio para los niños y educación".
Tras el encuentro que tuvieron con las autoridades - entre ellas el ministro del Interior, Mario Fernández, y el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati -, 33 de los 66 refugiados emprendieron viaje hacia Villa Alemana. Cada familia lo hizo por separado en un furgón, donde estuvieron acompañados por un intérprete.
Tras llegar a la comuna, las familias fueron recibidas por funcionarios de la Vicaría de la Pastoral Social Cáritas del Arzobispado de Santiago, quienes los ayudaron a instalarse en sus departamentos, cuyos arriendos ya están cancelados por el Ministerio del Interior durante el lapso de un año. En el condominio también fueron recibidos por miembros del Colegio Árabe de Viña del Mar, que impartirán clases de español a adultos y jóvenes, y clases de árabe a los funcionarios municipales.
Si bien en un principio el municipio de Villa Alemana pretendía recibirlos de manera oficial, el alcalde José Sabat aseguró que finalmente prefirieron no hacerlo para no alterar sus primeros días en la ciudad, agregando que en las próximas semanas organizarán una bienvenida con toda la comunidad.
Así y todo, durante la mañana llegaron distintas familias sirias y palestinas al frontis del edificio consistorial, quienes ofrecieron colaborar en la estada de los 33 refugiados, entre los cuales se encuentra un bebé de sólo tres meses.
"Vinimos para darles una bienvenida y contarles cómo es Chile. Vamos a estar disponibles para acompañarlos todo este tiempo y así no tengan ningún problema para adaptarse", dijo Muna Abed, quien arribó a Viña del Mar hace diez años proveniente de Irak.
En tanto, Fadi Saadi, quien lleva seis años en el país, aseguró que "aprendiendo el idioma todo se hace más fácil y puedes insertarse sin problema en la sociedad. Nosotros los árabes tenemos las mismas costumbres que los chilenos, incluso en la gastronomía, por eso al poco tiempo ya nos sentimos uno más de ustedes".
Tras regresar de Santiago luego de recibir a los refugiados sirios en el aeropuerto, el alcalde Sabat se reunió con las comunidades que llegaron durante la mañana al municipio.
Completamente emocionado, el jefe comunal dijo que "es impresionante ver la cara de alegría de los niños, que daban a entender que era el inicio de una nueva vida después de estar en el desierto, en carpas, refugiados y arrancando de la guerra"
El alcalde agregó que "como hijo de inmigrante, me siento agradecido de que nos den la oportunidad de brindar a esta gente una mejor vida. Sé que acá van a ser felices".
Respecto a la permanencia de los refugiados, Sabat aseguró que en marzo próximo ingresarán a los jardines y colegios municipales todos los menores. No obstante, en caso de que los padres quieren visitar los establecimientos antes de ese mes, "lo podrán hacer y sería algo muy positivo".
En tanto, en materia laboral, la Presidenta Bachelet informó que entre los sirios que llegaron al país hay sastres, tatuadores, dueños de casa, técnicos en aire acondicionado, en comunicaciones, peluqueras, conductores, arresanos, entre otros.
Por ello mismo, el municipio pondrá a disposición todas las oficinas y programas que ayuden a que los refugiados encuentren un trabajo en la comuna, o incluso en la región. Lo mismo ocurre en materia de salud, donde el alcalde informó que los consultorios se vienen preparando desde hace un tiempo para recibir a los extranjeros.
"Queremos que no tengan ningún estrés más en su llegada al país. Estamos demostrando que la generosidad de Villa Alemana es muy grande. Esto que estamos viviendo no tiene precio, más aún cuando te dan la posibilidad de entregarle un bienestar a las familias", cerró el alcalde José Sabat.
Ezzati: "Tenemos un idioma en común"
Tras la llegada de los refugiados sirios al aeropuerto, el arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati, agradeció la voluntad del Gobierno y las demases instituciones para colaborar en el programa de reasentamiento. "Me alegro inmensamente que Chile se manifieste una vez más como un país abierto, solidario y acogedor. Sin duda alguna, la lengua nos separa en alguna medida, pero me he dado cuenta saludando a la gente que hay un idioma común; los niños sonreían y respondían a nuestras sonrisas. Espero que el trabajo de la Vicaría Pastoral Social Cáritas lo pueda desarrollar como lo ha hecho en el pasado con otros refugiados", dijo el cardenal Ezzati.
"Es impresionante ver la cara de alegría de los niños, que daban a entender que era el inicio de una nueva vida después de estar en el desierto, en carpas, refugiados y saliendo de la guerra"
José Sabat, Alcalde de Villa Alemana"
"Vinimos para darles una bienvenida y contarles cómo es Chile. Vamos a estar disponibles para acompañarlos todo este tiempo y así no tengan ningún problema para adaptarse"
Muna Abed, Iraquí hace diez años en Chile"
Sirio hace 35 años en el país: "Estoy agradecido del pueblo chileno"
"Hay un dicho árabe que dice que si tú vives 30 días en un país, ya eres parte de esa tierra". Con esas palabras, Abed Kablan, un inmigrante sirio que lleva 35 años en Chile y reside en Viña del Mar, se refirió a la acogida que durante estas décadas le ha entregado el país. El extranjero llegó hasta el municipio de Villa Alemana con la esperanza de saludar a los nuevos refugiados. Si bien no los pudo conocer, aseguró que estará cuando se les dé una bienvenida oficial. "Todos los que llevamos un tiempo acá nos sentimos parte de Chile, de quien nos sentimos orgullosos por brindarle este apoyo a nuestra tierra. Hay un pueblo entero que está en el suelo sufriendo, por eso estaremos disponibles para cualquier cosa que necesiten", dijo Abed, agregando que "nosotros vamos a ayudar a estas personas no porque seamos sirios, sino porque somos ser humanos. Los árabes somos así, porque hay que pensar que lo que está viviendo Siria es tremendo. Ojalá que una guerra civil como la que vive Siriano no le ocurra jamás a mi querida patria chilena, que por tantos años me ha recibido como uno más".
33 refugiados sirios de los 66 que llegaron al país vivirán en Villa Alemana. De ellos, 16 son niños, quienes en marzo próximo ingresarán a los jardines y colegios municipales de la comuna.
2 años dura el apoyo que recibirán las familias en el país. El programa es financiado por el Ministerio de Hacienda y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de Chile.