La periodista Diana Fernández, del diario "La Nación" de Argentina, entrevistó en 2015 al filósofo alemán Boris Groys. En la misma publicación escribió que "se le percibe el gusto por desconcertar con algún atisbo de ironía o reflexiones por fuera del discurso corriente".

La frase resume una de las principales características que tiene: responde sin tapujos de todo lo que se le consulta, y en forma provocativa. De su boca han salido frases como "aunque no lo parezca, hay más interés por la economía que por el sexo"; "este nuevo sistema social pareciera ser de autoexplotación"; y "si uno lleva a cabo una revolución permanente, se encontrará tarde o temprano en un punto en el que para continuar con la revolución tendrá que hacer una contrarrevolución".

¿Pero quién es el hombre detrás de este pensamiento? Boris Groys nació dos años después que concluyera la II Guerra Mundial al "otro lado del muro", específiamente en Berlín Oriental. Fue en la Universidad de Leningrado donde estudio filosofía y matemáticas, para luego emigrar a Moscú donde enseñó lingüística.

Durante el tiempo que vivió en la Unión Soviética participó en los círculos no oficiales de intelectuales y artistas. Pero ya en la década del '80 decidió volver a Alemania, donde se doctoró en la Universidad de Münster.

Ha publicado trabajos en los que discute a fondo el legado de pensadores como Derrida, Deleuze, Baudrillard y Walter Benjamin; aunque también se ha hecho conocido por sus investigaciones sobre el arte del siglo XX y los medios de comunicación contemporáneos, convirtiéndose en un referente en temas tan diversos como la vanguardia rusa, la legitimidad del arte público o el impacto que tienen los medios en la era de la tecnología.

Recién el 2016 tuvo su primer trabajo traducido al español, el cual se puede encontrar en las librerías chilenas bajo el título "Introducción a la antifilosofia" (Ed. Eterna Cadencia).

Ha sido profesor en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe y la Universidad de Nueva York. Pero no sólo se ha dedicado a la academia y la teoría, pues ha comisariado importantes proyectos artísticos como el pabellón ruso de la Bienal de Venecia de 2011. l

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"Utopías biopolíticas soviéticas"

Fecha: 11 de noviembre,

12.30 hrs.

Lugar: Escuela de Derecho UV.

"El porvenir del arte"

Fecha: 11 de noviembre,

18.30 hrs.

Lugar: Escuela de Derecho UV.

Un gigantesco escándalo ha remecido durante los últimos días a Hollywood, luego de que se conocieran una serie de denuncias de abuso sexual en contra del productor Harvey Weinstein. El fundador de Miramax y The Weinstein Company, ha sido acusado por varias mujeres de violación, acoso sexual y ofrecimientos laborales a cambio de sexo.

La policía de Nueva York y la de Londres actualmente están investigando las acusaciones contra el magnate, cuya representante aseguró que siempre entendió que las situaciones expuestas fueron consentidas.

Las denuncias no sólo han tenido repercusiones penales. Esta semana la esposa de Weinstein y madre de sus dos hijos, la diseñadora de Marchesa, Georgina Chapman, decidió abandonarlo.

Weinstein habló por primera vez tras el escándalo, en una entrevista con Page Six. "Estoy profundamente devastado", dijo. "No quiero que ella o mis niños salgan más heridos de lo que ya están", agregó aludiendo a su esposa y familia.

Tres decadas

El pasado 5 de octubre "The New York Times" publicó el reportaje que destapó el escándalo que, según trascendió después, muchos en los círculos sociales de Hollywood conocían.

El reportaje sacó a la luz el testimonio de varias mujeres, entre ellas la actriz Ashley Judd, que acusaban a Weisntein de acoso sexual. La publicación dio pie a una seguidilla de denuncias, entre ellas la de la actriz Gwyneth Paltrow, quien dijo al mismo medio que tenía 22 años cuando se reunió con él en la suite de un hotel donde la acosó, de la que pudo huir. Le contó a quien era su novio, Brad Pitt, quien lo confrontó. "Las mujeres necesitan enviar un claro mensaje de que esto se acabó", dijo Paltrow.

Por su parte, Angelina Jolie, mandó un mail al mismo diario relatando un encuentro que tuvo con él en los 90. "Tuve una mala experiencia con Weinstein en mi juventud, y como resultado, escogí nunca trabajar con él de nuevo y advertir a otros cuando lo hacían", recordó Jolie.

Otras mujeres que han hablado sobre sus malas experiencias con el productor son las actrices Cara Delevigne, quien dijo que le propuso hacer un trío con otra mujer; Asia Argento, que reveló que tuvo que enfrentarlo a los 21 años; y Kate Beckinsale, quien denunció que trató de abusar de ella cuando tenía 17 años.

Por su parte, la actriz Rose McGowan, famosa por la serie "Charmed", lo acusó de haberla violado hace 20 años cuando protagonizó "Scream" y de haberla obligado a firmar un acuerdo de confidencialidad a cambio de US$100 mil. McGowan también emplazó a Jeff Bezos, fundador de Amazon, acusando que la productora de ese sitio ignoró su denuncia y canceló una serie escrita por ella que ya había sido aprobada. La actriz también acusó a los actores Matt Damon y Ben Affleck de haber encubierto el escándalo.

Expulsión de la Academia

Desde 1966 los nombres más mencionados en los agradecimientos de los galardonados de los Oscar son tres: Steven Spielberg con 43 menciones, Dios con 34 y Weinstein con las mismas 34. La Academia de Hollywood convocó ayer a una reunión urgente para decidir qué medidas toma contra el productor y si expulsarlo de la instancia.

Su hermano y socio, Bob Weinstein, en tanto, dijo que la Academia debía expulsar a quien calificó de "enfermo y depravado".