El villalemanino Emilio Acevedo se emociona cuando habla de magia. Esa es su pasión y la forma en que se gana la vida. Es por eso que desde abril, las tardes de jueves se tornaron importantes para él, ya que esos días llega a la Plaza México en Viña del Mar, para conversar con distintas personas.

A la instancia, el joven de 26 años la bautizó como "Hablemos de magia", donde espera sacar conclusiones para preparar un nuevo show que desea hacer en el verano y, de paso, volver a la calle, la cuna de su estilo de vida.

"Lo que hago ahí es recaudar información, les pregunto qué es para ellos la magia, qué les gusta, y en base a eso voy a construir un espectáculo donde las primeras palabras van a ser 'durante un año me junté con personas a hablar de magia y esto fue lo que me contaron'", cuenta el joven, afirmando que en la oportunidad también se genera un grato ambiente entre quienes llegan para conversar o, simplemente, a pedirle que haga algún truco.

Respecto al show, Emilh, como es conocido artísticamente, agrega que "estoy buscando el lugar. Rosa Agustina suena tentativo porque ya he actuado ahí, pero todo está en veremos. También me gustaría estrenarlo en el Teatro Pompeya de Villa Alemana porque soy de allá, pero igual todo se está barajando".

Y pese a haber trabajado en distintos lugares como el Casino Enjoy de Rinconada y en el mismo resort Rosa Agustina, no tiene problemas en presentarse en las plazas.

"Muchos ven la calle como el punto de partida, pero yo lo veo como un escenario más. Puedo estar en un gran escenario y después hacer magia al aire libre. Le haga a una, cien o mil personas, siempre es lo mismo, que sientan el imposible", asegura.

Lucha contra internet

En tanto, Emilh se detiene un momento y hace un análisis del mundo con internet, uno de los enemigos de la magia al evidenciar los trucos tras las distintas presentaciones.

"Yo creo que la magia va evolucionando, entonces uno puede quedarse siempre en lo mismo o llevarlo un paso más allá. En lo personal me gusta estar investigando y creando cosas nuevas", dice.

Y añade que también se deben adecuar a la tecnología, un tema cuya idea comparte con uno de sus maestros, el porteño Juan Esteban Varela.

"En la magia, al tener un tema de imposibilidad, la respuesta puede ser muy fácil: 'es tecnología', entonces uno como mago tiene que, cuidadosamente, separar la barrera de lo imposible. La tecnología puede prestarte ayuda, pero hay cosas que son imposibles y como mago es en eso donde se profundiza", explica.

Destaca que en la Región de Valparaíso "hay una comunidad bien rica, con estilos distintos y magos muy profesionales, así que el ambiente está súper bueno", reflexiona sobre el trabajo que deben realizar.

"Cualquiera puede aprender magia, pero por la dedicación que se requiere es ahí donde muchos pueden desistir. Son horas de práctica, reflexión y comprensión. No es llegar y leer un libro, sino que leer una frase, mirar arriba y meditar", cierra.

años tiene Emilio Acevedo, quien conoció la magia a los 12 años en una feria artesanal de Viña del Mar. 26