La palabra "riesgo" tiene su origen en el árabe "rizq", significa "lo que depara la provincia", lo cual hace referencia a que algo o alguien está próximo a sufrir un daño; otros afirman que su etimología es la misma de "risco", un peñasco alto, de allí el peligro. Académicamente, riesgo financiero se refiere a la probabilidad de ocurrencia de un evento que tenga consecuencias negativas para una organización.
La evaluación de riesgo se basa en dos puntos: "flujo" y "solvencia". Donde el flujo es la capacidad de generar ingresos: sueldos, honorarios, retiros, y solvencia es el respaldo patrimonial del sujeto con el cual se podría responder a la deuda ante la ausencia del flujo: bienes raíces, vehículos, ahorros, etc.
Variables
La primera y más importante es la relación entre la renta y la deuda de una persona. Esta variable se denomina "veces renta". En general una persona puede comprometer, en promedio, 10 veces sus ingresos líquidos para deudas de corto plazo: líneas de crédito, tarjetas de crédito, créditos de consumo, y en promedio 50 veces para deudas de corto y largo plazo: tarjetas, consumos más crédito hipotecario.
Ejemplo: una renta líquida de 1 millón podría tener cupos de tarjetas, líneas y consumos por 10 millones, ahora si esa persona requiere un crédito hipotecario, la sumatoria de todas las deudas no debería ser superior a 50 millones. En cualquier caso, una persona ajustada en el corto plazo, no es recomendable que incurra en deuda de largo plazo, aunque le den los parámetros.
Segunda variable: el comportamiento de pago histórico. Una persona que ha tenido un mal comportamiento de pago, probablemente volverá a repetirlo. Contar con un buen historial de pago servirá para nuevos y mejores condiciones de financiamiento de sus créditos. Un mal comportamiento de pago queda registrado en el informe histórico de la SBIF y un cliente riesgoso tiene menos probabilidades de ser aprobado y si se aprueba, será con una tasa de interés más alta, a mayor riesgo, mayor retorno esperado.
Tercera variable: el patrimonio. Es deseable que una vez cursado lo solicitado, la suma de los activos: auto + casa + ahorros, sea superior a la sumatoria de las deudas del sistema financiero.
Cuarta variable: la carga financiera mensual, que corresponde a la relación de las cuotas pagadas versus los ingresos líquidos. En este punto vale la pena destacar que la institución financiera siempre aplica un criterio conservador y para efectos de esta variable considera "los cupos otorgados" de la línea y tarjeta de crédito, y no el monto utilizado a la fecha de la evaluación. Se estima que el 3,5% de los cupos autorizados es la carga financiera asociada a línea y tarjetas. En términos generales se acepta una carga financiera máxima de un 50% de la renta líquida y dentro de este 50% el porcentaje máximo para un dividendo hipotecario sería un 25%. Por ejemplo: un empleado con renta líquida de 1 millón, podría pagar un dividendo de 250 mil y la sumatoria de las cuotas de créditos de consumo más el 3,5% de los cupos de línea y tarjeta no podrán ser superior a 250 mil.
Para las 4 variables explicadas el análisis es siempre "post crédito", es decir considerando la situación futura a la que se desea llegar, es decir considerando el nuevo crédito solicitado. Asimismo, si la operación solicitada es con codeudor, crédito hipotecario, o con aval, crédito de consumo, el análisis es para ambos sujetos en forma conjunta, es decir se suman los ingresos, las deudas, el patrimonio, etc.
Garantías
El sistema financiero solicita garantías cuando la evaluación está en el límite de la aprobación o rechazo. Esta "segunda fuente de pago" puede ser un aval o una hipoteca, ofrecer un bien raíz que garantice el pago de la deuda a adquirir. En este punto es altamente relevante dejar claro que el sistema no otorga créditos en base a garantías, lo hace en base al flujo. Por ejemplo, si una persona solicita un crédito por 10 millones y ofrece una casa en garantía por 100 millones, si no cuenta con los ingresos suficientes para servir con las cuotas, la respuesta será un rechazo.
Existen muchas formas en las que las instituciones financieras generan ingresos, pero existe sólo una forma para perderlo: otorgando malos créditos. Piense que usted es un banco con un capital de 10 millones, si usted otorga un crédito a un cliente a una tasa del 1%, va a generar una utilidad de 100 mil ¿correcto?, pero si no le pagan perderá los 10 millones.