CIENTÍFICA CHILENA LIDERA ESTUDIO SOBRE MICROORGANISMOS DE los ANIMALES MÁS ANTIGUOS DEL PLANETA en la antártica
Entender la manera en que se inició la relación entre animales y microorganismos en la historia evolutiva de la Tierra es uno de los objetivos que persigue un estudio chileno sobre esponjas marinas antárticas a cargo de la doctora Nicole Trefault, del Centro de Genómica y Bioinformática de la Universidad Mayor.
"No existe ningún animal que no esté colonizado por microorganismos", señaló la científica nacional que estudia las relaciones entre microorganismos y las esponjas marinas antárticas.
Porqué en la antártica
La investigación indica que las esponjas marinas son los animales más antiguos del planeta y, al estudiarlas, se podría entender mejor la relación simbiótica entre los microorganismos y los animales: "Recién hoy empezamos a entender que los microorganismos cumplen funciones importantes", afirmó Trefault.
La líder de la investigación también explicó a este medio que la gran mayoría de los estudios sobre los microorganismos de esponjas marinas se han hecho en ambientes tropicales y templados. "Sabemos muy poco sobre qué roles funcionales podrían estar desempeñando los microorganismos que viven dentro de las esponjas en Antártica y por eso viajamos hasta acá", dijo Trefault.
La doctora comentó que la exploración de las esponjas marinas tiene un significado especial, ya que "en Antártica éstas son como los arquitectos del fondo marino y también son claves porque sobre ellas se asientan otros grupos de organismos; entregan protección para que otros no sean depredados y regulan la transferencia de elementos químicos entre el agua y el océano".
La presencia de las esponjas marinas es predominante en el fondo oceánico antártico y pueden llegar a cubrir casi el 80%.
"Este análisis podría entregar respuestas claves de cuál es el rol funcional que cumplen los microorganismos en este ambiente y de cómo podrían verse afectados ante cambios estacionales o ambientales", aseveró la líder de la investigación.
Una de las hipótesis de esta investigación, es que los microorganismos asociados a esponjas marinas efectuarían fotosíntesis. La comprobación de este dato sería de gran importancia para comprender el funcionamiento del continente antártico.