Cristián Rodríguez F.
Como la mayoría de las principales encuestas han coincidido respecto a las posibilidades que tiene cada uno de los candidatos presidenciales, la discusión en las últimas semanas ha estado centrada en cómo una baja o alta participación ciudadana puede incidir directamente en los resultados electorales del próximo 19 de noviembre.
De allí es que cada vez ha tomado más fuerza la tesis -incluso el candidato Marco Enríquez-Ominami así lo reconoció- que apunta a que el ex Presidente Sebastián Piñera tendrá más opciones de acercarse al 50% de las preferencias si la participación es baja, o a lo menos similar a años anteriores. No así en caso contrario, donde la diferencia entre el ex Mandatario y los otros aspirantes de la centroizquierda se reduciría si la abstención es baja.
Ante cualquiera de los dos escenarios, no sólo los resultados presidenciales se alterarían, sino que también los parlamentarios, cuyas elecciones históricamente han estado influenciadas por la adhesión que obtenga el candidato a La Moneda que se respalde.
Además, el nuevo sistema electoral (D'Hondt), que vino a reemplazar al antiguo binominal, debutará por primera vez en una elección de este tipo, marcando también un incierto escenario de cómo las candidaturas -de todo orden- se pueden ver beneficiadas o perjudicadas con la participación que se logre en dos semanas más.
Escenario de abstención
En primer lugar, para el analista político Claudio Fuentes, de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, el nuevo sistema electoral -cuya idea inicial fue que se transformara en uno proporcional y más equitativo- beneficiará "a los incumbentes dado que la ampliación de nombres en listas provoca un problema de identificabilidades". "Cuesta identificar a un candidato entre 40 o 50 que hay inscritos. Así, los incumbentes, que son más conocidos, suelen tener una ventaja sobre el resto", explicó.
En cuanto a la alta abstención que podría haber, el analista sostuvo que los más perjudicados debiesen ser los aspirantes del Frente Amplio.
"Como sabemos que quienes no votan tienden a ser jóvenes y de sectores sociales más bajos (en zonas urbanas), una baja participación debiese afectar más al Frente Amplio, que ha basado su estrategia electoral en movilizar a los jóvenes", comentó Fuentes, agregando que "la Nueva Mayoría también se podría ver afectada si es que el electorado favorable a esa coalición decide no ir a votar bajo el supuesto de que la batalla presidencial está asegurada para Piñera".
Frente amplio
Para el analista político y decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central, Marco Moreno, el Frente Amplio también sería uno de los sectores que se podría ver perjudicado con una baja participación, que el año pasado en la Región de Valparaíso llegó sólo a un 36% durante las elecciones municipales.
"Sin duda, la abstención perjudica a todos. No obstante, aquellos candidatos nuevos o cuyos partidos tienen menos trabajo a nivel territorial, por ejemplo el Frente Amplio, obtendrán menos votos en las urnas, porque su objetivo es precisamente romper la sensación de abstención y llevar a votar a las personas", dijo Moreno.
"Por lo mismo -agregó el analista político- los incumbentes y los partidos con más despliegue en el territorio se beneficiarán del electorado duro, militante y comprometido".
Consultado sobre sus expectativas, el académico de la Universidad Central estimó que la cantidad de votantes debiese bordear los 6,5 millones de personas, vale decir, cerca de un 45% del padrón.
Posición contraria
Sin embargo, las predicciones de Claudio Fuentes y Marco Moreno no fueron compartidas por el director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales.
A juicio del académico, los electores del Frente Amplio "saldrán a votar a todo evento" el próximo 19 de este mes. "Dado que el objetivo es hacer oposición a Piñera desde el Congreso. Entonces, lo más probable es que salgan masivamente a sufragar, en especial en aquellos distritos donde tienen mayor chance", comentó.
De todas formas, sí coincidió en que la abstención no afectará a todos por igual, siendo los candidatos de la centroizquierda los que debiesen verse más resentidos.
"La abstención no se distribuirá de manera aleatoria. Es muy probable que afecte en mayor medida a la centroizquierda. Las escasas chances de triunfo en la elección presidencial generará un efecto rebote en la elección legislativa", aventuró Morales, agregando, al igual que Fuentes y Moreno, que los candidatos más beneficiados serán aquellos que hoy ostentan uno de los cargos.
"Los más protegidos serán los incumbentes. Esto, porque a pesar del descenso de la participación, su masa fiel de votantes igual irán a sufragar. Sospecho que en esta elección tendremos una alta tasa de incumbentes exitosos", aseguró el académico.
Votos nulos o blancos
Otro punto que para Morales marcará esta elección es que, a su juicio, habrá un mayor porcentaje de votos nulos y blancos en los comicios parlamentarios y de cores. "Desde 1989 acostumbrábamos a votar en una papeleta de ocho candidatos a diputado. Ahora, el promedio es de 34 postulantes por distrito. A eso se añade una elección senatorial donde también se produjo un alza en el número de candidatos. Igual cosa sucede con los cores", precisó Morales.
Como ejemplo, explicó, un votante de la comuna de Viña del Mar "entrará a la cámara secreta con un total de 128 candidatos, sumando presidente, diputado, senador y core".
"Cuesta identificar a 40 o 50 candidatos. Así, los incumbentes, que son más conocidos, suelen tener ventaja"
Claudio Fuentes, Analista político"
"Una baja participación debiese afectar más al FA, que ha basado su estrategia en movilizar a jóvenes"
Marco Moreno, Analista político"
"Si el objetivo es ser oposición de Piñera en el Congreso, lo más probable es que el FA salga a votar masivamente"
Mauricio Morales, Analista político"
El matemático sistema D'Hondt
Este año debutará el sistema D'Hondt -o cifra repartidora- en las elecciones parlamentarias. Para conocer quién saldrá electo, se deben seguir cinco pasos claves: 1. Se deben sumar todos los votos que obtenga un pacto. 2. Dicha cifra se debe dividir por cada uno de los cupos que otorga la elección. 3. Luego, los resultados tienen que ser ordenados de mayor a menor. La cifra repartidora será la que se ubique en el lugar correspondiente a los cargos a escoger. 4. Los votos obtenidos por cada pacto deberán dividirse por dicha cifra, cuyo resultado corresponderá a la cantidad de cupos que obtenga cada uno de los pactos. 5. Si existen subpactos, el cupo lo obtendrá el que obtenga más votos entre ellos.