Académicos validan internacionalmente nombre científico del "chorito"
ESPECIE. El mejillón nativo ahora se llama oficialmenteMytilus chilensis, denominación que le permite un mejor acceso a exigentes mercados como la Unión Europea.
Más de cinco años de trabajo les tomó a los científicos de la Universidad de Chile, María Angélica Larraín y Cristián Araneda, identificar -de acuerdo a los parámetros de la comunidad internacional -al mejillón nativo de las costas de Chile, conocido como "chorito".
Este hecho significó, según comentó Larraín, "una reivindicación que se logra con un trabajo que venimos desarrollando en trazabilidad molecular del mejillón chileno, con el apoyo de diferentes fuentes: la industria mitilicultora -cultivo de los moluscos del género Mytilus- nacional (Amichile), la autoridad local (Subsecretaría de Pesca) y también desde laboratorios de diagnóstico europeos".
Respaldo mundial
Este trabajo de los académicos de química (Larraín) y agronomía (Araneda) contó con el respaldo de la ONG Columbia River InterTribal Fish Commission, a través del investigador Shawn Narum, a cuyos esfuerzos se unieron los docentes Roman Wenne y Malgorzata Zbawicka, del Instituto de Oceanología de la Academia Polaca de Ciencias; además del profesor Neozelandés Jonathan Gardner de la Universidad de Victoria.
Tras revisar los análisis en reiteradas ocasiones desde 2012, los académicos nacionales publicaron un artículo en la revista especializada Evolutionary Applications, texto que validó el nombre Mytilus chilensis para el popular "chorito".
Exportaciones
Actualmente Chile es el primer exportador mundial de mejillón. Según el programa estratégico regional de la mitilicultura, el 69% de los envíos de "choritos" tienen como destino España, Francia, Italia, Rusia y Estados Unidos.
La Unión Europea figura como el principal mercado de este mejillón, sin embargo, posee estrictas regulaciones sobre el etiquetado de los productos marinos: "Es obligatorio declarar en la etiqueta el nombre científico de los productos comercializados", explicó Larraín, motivo por el cual muchas veces a los compradores europeos se les dificultaba la identificación de la especie, realizada mediante pruebas de ADN.
Pese a esto, los "choritos" "siempre habían sido declarados como Mytilus chilensis, nombre que ahora sí tiene un sustento científico, basado en herramientas genómicas de última generación", agregó Araneda, quien prevé que su trabajo "tendrá un positivo impacto en la comercialización de los mejillones nacionales".
Trazabilidad
La docente aseguró que, debido a los seis mil kilómetros de costa que tiene el país, es necesario "valorar los productos marinos", para potenciar aspectos como la trazabilidad, que "tiene alcances en calidad e inocuidad de los alimentos, así como en sustentabilidad y responsabilidad social. Aspectos que resultan críticos al momento de producir y comercializar un alimento".
Los dos académicos que impulsaron el análisis se encuentran de visita en la Universidad de Edimburgo, con el objetivo de explorar nuevos temas de investigación con el profesor de The Royal (Dick) School of Veterinary Studies, Rob Ogden, destacado por su aporte al desarrollo de herramientas de trazabilidad molecular para productos marinos y comercio ilegal de fauna silvestre.
Araneda señaló que Ogden creó "los test de identificación de especie y de origen geográfico de las pesquerías del bacalao del Atlántico, que usa el Marine Stewardship Council (MSC), prestigiosa certificadora de pesca sustentable".
"Es obligatorio declarar en la etiqueta el nombre científico de los productos comercializados"
María Angélica Larraín, Química de la U. de Chile"
comenzó el análisis de los académicos de la Universidad de Chile, cuyo trabajo se publicó recién hace unos días. 2012
de las exportaciones de "choritos" van a España, Francia, Italia, Rusia y Estados Unidos, cuyas aduanas piden pruebas de ADN. 69%