Claudio Ramírez

Valparaíso Creativo es el nombre del programa estratégico que busca, entre otros objetivos, posicionar a la industria creativa como un sector clave para el desarrollo de la región y el país.

Creado por Corfo, cuenta con la participación del sector público, privado, universidades y también organizaciones ciudadanas. "Esta es la estructura de sostén para que los creativos puedan tener relación entre ellos y en conjunto desarrollen sus distintas áreas, los gestores del cine, del diseño, de la arquitectura, del turismo, de los videojuegos. En ese ambiente se generan las condiciones propicias para que estos emprendedores puedan tener los resultados que todos esperamos", señaló el presidente de la entidad, Jorge Martínez.

Pero hay que dar un nuevo paso: constituirse con personalidad jurídica. "Nos comprometimos a darle una estabilidad y una autonomía a este programa para que no dependa del Gobierno de turno y que tenga sus propias fuentes de financiamiento. Por eso ya presentamos en las instancias correspondientes los estatutos de una corporación llamada Valparaíso Creativo".

A ello se agrega la Declaración de Valparaíso, documento elaborado -en el marco del Encuentro de Territorios y Ciudades Creativas efectuado en el Puerto en octubre- con la participación de organizaciones ligadas a la industria creativa de Antofagasta, Santiago, Rancagua, Antofagasta y Concepción, en la que realizaron siete propuestas para desarrollar el sector, las que fueron abordadas por Martínez.

- ¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta el desarrollo de esta industria?

- A mi juicio, lo principal es que el Estado de Chile no debe seguir considerando a la economía o industria creativa como un fenómeno parcial u ocasional, sino que lo debe hacer de un modo integral y permanente. El Estado debe reconocer que en Chile la gran oportunidad de ampliar nuestra matriz productiva y generar mayor grado de valor agregado en nuestras exportaciones o actividades económicas es mediante el desarrollo de la economía creativa, de un modo sistemático y no mediante aportes o subvenciones particulares ocasionales y esporádicas como los concursos, los fondos o estos mismos programas estratégicos que dependen del gobierno de turno.

- Entonces, debe existir una política continua...

- Lo que buscamos es que el Estado, a través de su Ministerio de Economía o de quien corresponda, considere el área de la industria creativa como relevante para el desarrollo del país y establezca políticas públicas permanentes.

- O sea, esto debe ser parte de una política global de fomento del área creativa...

- Así es. Me explico, todos los gobiernos han querido incentivar el desarrollo del emprendimiento y de la innovación, pero de una forma genérica. Es decir, no ha habido una política pública que detecte, establezca o limite la actividad de la economía creativa que está reconocida a nivel mundial y estandarizada por la experiencia de los países más desarrollados.

- ¿Falta establecer una línea base?

- Es decir, falta que alguien diga "mire, este sector de la economía tiene estas características, lo vamos a medir, a señalar líneas bases, determinar cuánto empleo es el que generan o cuántas pymes hay constituidas formalmente".

- ¿Piensa que se necesitaría un estamento especial como una subsecretaría?

- Creo que más que una subsecretaría de economía creativa, debería existir una política en los ministerios, en los gobiernos e incluso en los territorios.

- Se habla de incentivos fiscales. ¿Qué medidas se podrían tomar en este sentido?

- Por ejemplo, que al formalizarse el emprendedor tuviera una exención de impuesto por determinado monto hasta que deje la etapa de crecimiento. Por ahora, él ve que los pocos ingresos que suma en una primera etapa se los va a comer en impuestos. Si el Estado es capaz de crear una línea de incentivos en la que por supuesto estamos dispuestos a trabajar en conjunto, puede ser muy interesante.

- El que muchas veces sea un intangible también complica.

- Bueno, por ejemplo si la comparamos con la agricultura en esta última hay un rendimiento por hectárea y se saca la medición y el impacto, pero esta industria (creativa) no es así. No hay una proporción. Eso sin contar el acceso a los bancos que es difícil. Entonces, si hay una política donde podamos generar incentivos, apoyos o alguna infraestructura sería muy bueno.

- En esa línea, se habla de un plan de infraestructura especial…

- Hoy existen universidades y centros que recogen a sus alumnos y exalumnos y les brindan un espacio para desarrollar sus ideas, pero como región no tenemos lugares donde acoger a estos emprendedores en sus etapas iniciales para que puedan desarrollarse. Hoy tenemos hubs, centros de emprendimiento, pero son lugares de incubación. No tenemos lugares para exponer estos productos; por lo tanto, la forma en que se dan a conocer es muy ocasional (...) Entonces, juntar la oferta con la demanda es relevante. Quiero decir que cuando hablamos de infraestructura no estamos pensando en comprar un edificio para que cada emprendedor instale su oficina y subsidiar costos, sino de buscar lugares o actividades para encontrarse con el resto de la sociedad. Hay algo que está fallando allí.

- ¿Qué falta entonces?

- Falta una política pública más definida para apoyar a estos emprendedores creativos e identificarlos. Realizar una medición de las ventas, del empleo que entregan y otras para ver cómo están impactando en el PIB regional, es institucionalizar la economía creativa.

- ¿Se subestima la economía creativa o no hay fondos?

- Yo creo que se ignora. De verdad pienso que la gente que entiende lo que es una economía creativa y la valora es la que ha tenido alguna experiencia en el extranjero en la materia. O sea, aquellos que han estado en congresos internacionales estudiando el valor de una economía creativa y las ventajas que entrega y todo el potencial que tiene, llegan con muchas ganas a desarrollarlo en Chile.

- ¿Qué es lo que les ha costado más como Valparaíso Creativo?

- Lo que más nos ha costado probablemente en nuestra propia región, salvo los socios, el que la sociedad toda sepa que hay una industria tremendamente potente que se está desarrollando en Valparaíso y poder darnos cuenta que puede ser, por ejemplo, la gran solución al tema del desempleo, entre otros problemas, en nuestro territorio. Nos permite aprovechar la masa crítica que existe en la región y evitar la fuga de talentos, además de empezar a producir bienes y servicios desde el territorio en las áreas del mundo creativo. Tenemos que socializar con la comunidad y a las nuevas autoridades de gobierno que vengan. Debemos hacer una campaña de la economía creativa, porque cuando la gente la conoce, la entiende y ve ejemplos, la valora, pero se requiere este paso todavía porque eso no ocurre con botón automático.

- ¿Valparaíso es el lugar ideal?

- Valparaíso tiene todo. Están las universidades, la historia, los genes y sobre todo el ambiente creador. Tú te reúnes y empiezan a aparecer ideas. Acá se discute en el Parque Cultural, se expone en el Cousiño, ocurren cosas en Balmaceda (Arte Joven), en fin, pasan cosas en toda la región. Dimos los pasos más difíciles, el ecosistema existe y la gobernanza también. Nos falta abrir esto, despejar, correr las cortinas y mostrarnos más en sociedad y que las autoridades que vengan reconozcan el valor que tiene la industria creativa y no nos hagan partir de cero de nuevo, ese es el gran temor.

- Ustedes se han fijado algunos plazos para ir cumpliendo los objetivos.

- Nuestro principal interés con esta declaración de Valparaíso es enviarla a todos los parlamentarios de ambas cámaras para la ley de presupuesto. Nos interesa que se reconozca en las partidas de desarrollo de las instituciones de fomento productivo y por eso la declaración es tan oportuna para poder mantener dentro de la ley de presupuesto la glosa respectiva o incrementarla si es el caso en los territorios donde se están desarrollando estas actividades.

"El Estado debe reconocer que en Chile la gran oportunidad de ampliar nuestra matriz productiva es mediante el desarrollo de la economía creativa""

"Se debe reconocer el valor que tiene la industria creativa y que no nos hagan partir de cero de nuevo, ese es el gran temor""