Versiones opuestas y riña en audiencia de imputado por crimen en G. Carreño
VIÑA DEL MAR. Al mediodía de ayer se formalizó la investigación contra el autor confeso del asesinato de Juan José Galleguillos, exjinete que, según familiares, fue a comprar limones.
Juan José Galleguillos, jinete retirado, con domicilio en Quilicura y una casa que estaban arreglando a pasos de la Feria Caupolicán, salió a comprar limones la tarde del domingo para el almuerzo con su familia. "Pero nunca regresó", dice con lágrimas asomándose entre sus anteojos negros su viuda, Alejandra Abarca, ayer en la formalización de la investigación del Ministerio Público contra J.A.A., con domicilio en Limache, dueño de un puesto de frutos secos en la feria de Gómez Carreño y autor confeso de este asesinato.
A la audiencia, que inició pasadas las 12.30 horas de ayer, en la segunda sala del Tribunal de Garantía de Viña del Mar, llegaron familiares tanto del imputado como de la víctima. La ansiedad por que comenzara el control de detención del imputado era grande, y por eso tanto la madre de Galleguillos, Edulia Romero, como su señora quisieron hablar con la prensa. Una mezcla entre dolor, rabia, impotencia e incredulidad se percibía de sus palabras.
La madre de la víctima pidió limpiar el nombre de su hijo, precisando que ni el domingo ni nunca Galleguillos portó alguna vez un arma, que había venido a la Ciudad Jardín por el fin de semana y que sólo hace unos meses había dejado la hípica, donde siempre destacó como un jinete de elite, para dedicarse a trabajar en Uber, descartando que se desempeñara como un vendedor ambulante.
"Lo único que sé es que el sábado mi hijo se despidió de mí. Yo vivo en Santiago. Tomó a su señora, a los dos niños y se vino a Viña, porque tiene una casa cerca de la Feria Caupolicán. Salió a comprar, le dijo a su señora que a la vuelta almorzaban (...) Luego le avisan a mi nuera que su esposo estaba tirado en la feria, que lo había baleado (...). Él (el imputado) dice que el revólver era de mi hijo, pero mi hijo no usaba armas, era jinete, después se puso a trabajar en Uber", detalló con la voz entrecortada.
Alejandra Abarca, viuda de Juan José Galleguillos insistió en que su esposo no era vendedor ambulante, como se dijo en un comienzo, que no tenía necesidad alguna de realizar esa actividad y que el plan familiar a futuro era trasladarse a vivir a Viña del Mar.
"Vinimos a limpiar la casa porque él se retiró de la hípica y recibió un fondo de retiro y con ese fondo se compró su auto al contado y la casita que nos hicimos", dijo su viuda.
"Viajábamos en la tarde porque vivimos en Quilicura y los niños van al colegio. Él salió a comprar limones, porque íbamos a almorzar y nunca más volvió. Me dicen después 'vístete y anda a ver a tu marido', y cuando llego a la feria él estaba tirado. Atiné a seguir a la ambulancia y pesqué a mi hijo, habíamos estado limpiando esa casa, sacando la maleza abajo toda la mañana y después me dicen eso y lo veo tirado, llego al hospital y me dice el doctor que con el balazo en la cabeza no sobrevivió", cuenta.
En la audiencia, el fiscal a cargo del caso, Pablo Bravo, dio a conocer el acontecer de los hechos, en una versión muy distinta a la que entregó Carabineros la tarde de este domingo a los medios y a la dada por la defensa de J.A.A. en la audiencia.
"El imputado se trabó en una riña con la víctima, pero mantenía un arma en su bolsillo, la cual utilizó y disparó al menos cinco veces contra la víctima, disparos que dieron todos en el cuerpo de la víctima provocándole la muerte a los pocos minutos. Hay dos testigos que lo ven mantener el arma en su bolsillo, extraerla de su bolsillo y antes de comenzar a pelear a mano limpia con la víctima, se escondió detrás de un pilar donde pasó el arma, es decir, la dejó apta para el disparo. A juicio del Ministerio Público, eso es actuar con alevosía ya que es obrar sobre seguro, sabiendo que la víctima se encuentra desarmada, él utiliza el arma. Además, en el momento que cae al piso, producto de un golpe de la víctima, extrae el arma de sus bolsillos y le da los disparos". En cuanto al origen de la pelea, de acuerdo a Bravo "no se conoce, pero se presume, según los antecedentes, que fue porque la víctima le habría dicho algo a la pareja del imputado".
En tanto, la defensa dijo que el arma la portaba la víctima y que el imputado logró quitársela y le disparó, pensando que era un arma de fogueo.
J.A.A. mantiene una condena del Juzgado del Crimen San Miguel por homicidio, que data del año 1987, lo que de acuerdo al fiscal "descarta la irreprochable conducta anterior".
Tras los argumentos de ambas partes, el tribunal decidió dejar al imputado en prisión preventiva por "ser un peligro para la sociedad", y fijó un plazo de 120 días de investigación por los delitos de homicidio calificado, porte ilegal de arma de fuego y tenencia ilegal de municiones, las que se hallaron en el domicilio de J.A.A.
Sobre las penas, Bravo indicó que por un delito de este tipo se fijan penas de presidio mayor, sobre 10 años y un día, e incluso arriesga presidio perpetuo.
Sobre la eventualidad de que se califique como atenuante la confesión y la entrega voluntaria del imputado en Carabineros este domingo, el persecutor afirmó que "se debe sopesar con los antecedentes que hay y es preliminar entender si corresponde aplicarlo en este momento o no", porque la teoría entregada por éste "choca absolutamente con los antecedentes de la investigación".
Durante toda la audiencia, la madre de Galleguillos no pudo aguantar la pena y tuvo que salir de la sala a llorar, y al finalizar la audiencia, sus familiares gritaron "asesino" al imputado, golpeando los vidrios que separan al público del podio.
Rápidamente, los familiares del imputado, allí presentes, salieron del lugar y los cercanos de Galleguillos continuaron gritando "asesinos". Los ánimos explotaron al chocar en la salida de los pórticos detectores de metal del tribunal y dos mujeres comenzaron a pegarse y a tirarse el pelo, acción que repitieron los demás familiares, con manotazos, combos e improperios gritados mutuamente. Tuvo que llegar personal policial del recinto a separarlos, quedando como evidencia de lo acontecido un gran mechón de pelo tirado en el suelo de la entrada del Tribunal de Garantía.
"Él salió a comprar limones porque íbamos a almorzar y nunca más volvió. Me dicen después vístete y anda a ver a tu marido, y cuando llego a la feria él estaba tirado"
Alejandra Abarca, Esposa de la víctima"
"Antes de comenzar a pelear a mano limpia con la víctima, se escondió detrás de un pilar donde pasó el arma. A juicio del Ministerio Público, eso es actuar con alevosía"
Pablo Bravo, Fiscal a cargo"
Reginato: "Hoy cualquiera anda con revólver, dispara y mata"
La alcaldesa de Viña del Mar Virginia Reginato comentó al respecto que "lamento lo que pasó ayer en la Feria Caupolicán, como pasa en muchos sectores, no sólo de Viña del Mar. Hoy la delincuencia está desatada, cualquiera anda con revólver, cualquiera dispara y cualquiera mata. Eso a mí me preocupa muchísimo". Sin embargo, aclaró que "en el parque Caupolicán nosotros no tenemos responsabilidad de lo que pasa porque ellos pertenecen a bienes nacionales, ellos están organizados y nosotros solamente tenemos que respetar eso. La seguridad para nosotros es importante, pero no podemos hacer nada más por ahora".
El intendente regional, Gabriel Aldoney dijo también que "hay que profundizar la existencia y funcionamiento de los consejos comunales de seguridad, que es donde se encuentran las distintas policías, el Ministerio Público, las autoridades comunales con los vecinos, allí hay que recurrir. Le pediría a los dirigentes de la feria que recurran a esa instancia para presentar sus demandas y buscar allí los compromisos del caso". Además, informó que hoy se hará la reunión definitiva para un proceso regional de control de armas, proceso que encabeza la Fiscalía.