PENSIONES: IMPLICANCIAS DE LOS CAMBIOS propuestos
ECONOMÍA. Razón de ser de los sistemas de pensiones.
Los sistemas de pensiones buscan evitar una caída brusca del ingreso de una persona al jubilar. Con esto en mente, hace más de 120 años, Alemania se convirtió en el primer país en adoptar un programa de seguro social para la vejez, diseñado por Otto von Bismarck.
Al pasar los años, se detectó la necesidad de prevenir la pobreza en edad avanzada, independiente de si la persona participó o no en el mercado laboral. Para ello se creó lo que hoy conocemos como Pilar Solidario.
Evolución en chile
Los primeros sistemas de pensiones se crearon en la década de 1920; estos fueron el Servicio de Seguro Social, Caja de Empleados Particulares y Caja de Empleados Públicos que, básicamente, eran sistemas de reparto. Hacia 1979 existían más de 200 regímenes distintos para pensionarse.
El año 1983 comenzó a regir el Sistema de Capitalización Individual, el que se mantuvo casi invariable hasta el año 2002, cuando se implementan los Multifondos. El año 2008 se realizan varias mejoras al sistema, buscando perfeccionar el pilar solidario.
Cambios demográficos: pirámide invertida
Enfrentamos cambios demográficos, que probablemente se intensifiquen con el tiempo: aumento en la esperanza de vida, según las tablas de mortalidad vigentes, de la Superintendencia de Pensiones; las mujeres viven en promedio 90 años y los hombres 85. También enfrentamos una baja en la tasa de natalidad; el último Anuario de Estadísticas Vitales del INE señala que, "según la tasa global de fecundidad, interpretada como el número promedio de hijos por mujer, experimentó una baja desde 5,5 en 1960 a 1,8 en 2015, presentando valores por debajo del nivel de reemplazo desde el año 2001".
REALIDAD DE NUESTRO MERCADO LABORALÉste presenta varias características que deben ser abordadas, de lo contrario, jamás se podrá mejorar el sistema de pensiones. En particular, se deben cerrar las brechas de sueldos entre mujeres y hombres, capacitar a los trabajadores de manera de poder aumentar los actuales sueldos, abordar la creciente informalidad en el mercado laboral y crear conciencia de la necesidad de ahorrar para la vejez en trabajadores independientes. CAMBIOS PROPUESTOS Y SUS IMPACTOS ECONÓMICOS
Se presentó un proyecto de ley donde se propone aumentar la cotización de un 10% a un 15%. Para el análisis económico, el efecto en el mercado del trabajo, al aumentar la cotización en un 50%, es similar a aplicar un impuesto al trabajo. Es más, el hecho de que la cotización sea enterada por el empleador o por el empleado, no constituye una diferencia relevante para el análisis económico.
El aumento a 15% en la cotización implica, necesariamente, un aumento en el costo laboral y el efecto final de esta nueva cotización dependerá de la elasticidad de la oferta y demanda por trabajo a cambios en el sueldo.
Es importante destacar que para los efectos del análisis se considera a las personas que cotizan regularmente: trabajadores con contrato formal.
Según el Informe de Productividad del Gobierno, un aumento en la cotización provocará una reducción en el empleo que oscilaría de 2.200 a 394.000, con efectos intermedios de 60.000 y 124.000 empleos.La pérdida de empleo no implica necesariamente que todas las personas dejen de trabajar, sino que muchos de ellos comiencen a trabajar de manera informal. La mayor parte de los trabajadores que saldrán del mercado laboral formal son aquellos que están en el límite del sueldo mínimo, ya que es más difícil realizar ajustes en ese grupo de personas.
OTROS IMPACTOS ECONÓMICOSSi bien los impactos en otras áreas de la economía no son tan relevantes como en el mercado laboral, también hay que considerarlos. El Banco Central de Chile realizó un informe, señalando que, dado que un 3% de la nueva cotización irá a cuentas personales, administradas por el Consejo de Ahorro Colectivo, se producirá un aumento del ahorro en nuestro país. Como contrapartida, ese incremento del ahorro debería significar un aumento en la inversión.
La reforma presentada contiene un aumento del tope imponible, igualándolo, gradualmente, al tope del seguro de cesantía. Esto supone una reducción de la recaudación fiscal.
Por otro lado, esta reforma implica un aumento del gasto fiscal, ya que no se debe olvidar que el Estado también es empleador y, por lo tanto, su gasto en remuneraciones aumentará.