Un paso importante para la recuperación del Barrio Puerto significa el cierre definitivo de la negociación entre la Municipalidad y la Empresa Puerto Valparaíso (EPV), en que la portuaria estatal adquiere el llamado Palacio Subercaseaux, en la calle Serrano del sector.
El inmueble, mejor dicho sus restos, evidencia los graves daños en esa calle debido a la explosión de 2007, que afectó tradicionales edificios y dejó víctimas fatales.
Subsisten parte de la fachada y muros de la construcción que estaba en poder de la Municipalidad de Valparaíso, la cual, tras una serie de desencuentros, llegó a un acuerdo con EPV para transferirla en la suma de $ 543 millones. Buena decisión, pues es un hecho que la Municipalidad carecía de recursos para recuperar la valiosa construcción que data de 1875 y, por otro lado, es imperativo avanzar en el rescate de esa área patrimonial. La portuaria tiene los recursos y un proyecto para instalar allí sus oficinas corporativas, además de estacionamientos y locales que revitalizarán esa importante calle.
La inversión se acerca a los US$ 11 millones y considera la recuperación de las fachadas sobrevivientes y una suerte de "relleno" de ese exterior con la construcción de cuatro niveles y dos pisos de estacionamientos, completando 5.600 metros cuadrados. La inauguración oficial sería en el segundo semestre de 2018, sin las presiones de una campaña electoral, lo que permite un trabajo prolijo.
Reiteramos que se trata de un paso importante y digno de ser imitado, pues demuestra cómo entes estatales, EPV en este caso, pueden contribuir con sus recursos a la recuperación de la ciudad a la vez que resuelven sus necesidades de espacios de trabajo.
Pero es sólo un paso, pues en el barrio patrimonial, al igual que en toda la ciudad, hay un largo camino por recorrer. Está pendiente y cargado de promesas la recuperación del Mercado Puerto, punto focal de actividad comercial del sector, obra largamente postergada. Se esperan, además, avances en el proyecto del Centro de Neurociencia, aporte decisivo para la investigación, tarea ineludible en el Siglo XXI.
Y en la misma calle Serrano hay espacios que llaman a una inversión que contribuya a la recuperación de todo el sector. A la vez, en la plaza Echaurren hay construcciones valiosas, como el edificio Astoreca, entre otros, y en la calle Bustamante un importante inmueble de fines del Siglo XIX, en algún momento afectado por un incendio. Esas y otras edificaciones requieren recuperación, lo que supone inversión y estímulos que impulsen nuevos y firmes pasos en un rescate global del sector, reafirmación del compromiso colectivo con la patente patrimonial que ostenta el sector.