La propuesta de construir un muelle exclusivo para pasajeros en Valparaíso, con el fin de acoger los cruceros que desde hace algún tiempo están llegando al país, es un paso importante para recuperar la recalada de esas naves nuestro puerto. Dentro de la oferta de los cruceros turísticos, las costas nacionales resultan atractivas, pero se requieren terminales portuarios y servicios al nivel de esas naves.
En los últimos tiempos las recaladas en Valparaíso han estado cruzadas por conflictos que culminaron con la eliminación parcial de este puerto como punto de destino, con todo lo que ello significa tanto en conocimiento universal de la ciudad misma como en múltiples servicios asociados a la atención de los turistas.
El proyecto, del grupo Agunsa, vinculado a la tradicional familia porteña Urenda, contempla dos etapas, culminando con un muelle de 525 metros de extensión con capacidad para atender simultáneamente dos naves de hasta 360 metros de eslora. La obra, cuyo costo asciende a US$ 30 millones en una primera etapa, tendría la ventaja de la cercanía de las instalaciones de tierra de VTP para la atención de viajeros, facilitando su movimiento y el abastecimiento de las naves.
Para el gerente general de la estatal Empresa Puerto de Valparaíso (EPV), Gonzalo Davagnino, la propuesta es positiva, pues va en la línea del compromiso suscrito por la comunidad portuaria y el alcalde porteño con el objeto de recuperar el número de recaladas de cruceros en esta ciudad, frenado por conflictos en asignación de sitios y presiones de trabajadores, lo que restaba seguridad a la actividad.
Lógicamente, una inversión de este nivel requiere clientes. Al respecto, el gerente general de la compañía operadora de cruceros Destination Managment Chile, Claudio Nast, expresó su apoyo a la iniciativa por su capacidad de atención de dos naves simultáneamente y dijo que ello ayudaría a recuperar el número de recaladas perdidas. Pero agregó que "también hay que decir que en este momento las líneas de cruceros están encantadas con el trabajo y las facilidades que les da San Antonio, muchas más de las que tenían en TPS (operador privado del puerto de Valparaíso)". A esa realidad se podría sumar alguna propuesta en el vecino puerto para habilitar también un terminal exclusivo para cruceros.
Entretanto, este importante proyecto se ubica en tiempos de cambio de gobierno, lo que claramente será un factor en futuras decisiones de la portuaria estatal y de los ministerios correspondientes que deben dar el pase a la iniciativa.
De cualquier modo, el proyecto Agunsa es una valiosa expresión de la voluntad de empresarios privados por recuperar, aunque sea en parte, una actividad víctima de conflictos e intereses, donde Valparaíso aparece como el gran perdedor.