"Ha sido el peor año desde que se creó Sename; todos los hogares estamos en fase casi terminal"
A mediados de la semana pasada se conocieron nuevos antecedentes sobre la atención a niños vulnerables o infractores de ley derivados por la Justicia a la protección del Servicio Nacional de Menores (Sename), cuando la Presidenta Michelle Bachelet recibió el informe anual del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que entre otros puntos revisó esa situación.
El INDH dio cuenta de su diagnóstico luego de efectuar visitas sin aviso previo a los 18 Centros de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado (CIP) y a otros 11 Centros de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread), acusando que en los primeros, donde además de Sename interviene Gendarmería, existe una "naturalización transversal de prácticas vulneratorias de derechos, normalizadas tanto por los/as adolescentes como por los/as funcionarios/as" de los dos organismos mencionados.
Asimismo, expuso que "se realizan procedimientos de tipo carcelario, propios de centros penitenciarios de adultos", además de lo cual "ninguno de los centros visitados cuenta con una infraestructura pensada y diseñada para recibir niñas y proteger sus derechos".
En cuanto a los Cread, que atienden a niños, niñas y adolescentes (NNA) de entre 6 y 18 años, el INDH detectó que los menores están concentrados en seis regiones y que "existe una sobrepoblación en 5 de los 11 centros, con un total de 789 NNA, lo que sobrepasa la capacidad total de 750 cupos reales disponibles".
También aquí el INDH acusa la existencia de dinámicas carcelarias "y condiciones de vida que muchas veces están bajo el nivel deseable, un indicador de lo cual puede ser que 9 de 50 NNA (niños, niñas y adolescentes) afirman haber pasado hambre, a veces frío y carecerían de implementos de higiene personal".
Falta de recursos
El informe agrega de esta forma una nueva denuncia al conjunto de graves situaciones que afectan al sistema de protección a menores, que se suma a la conocida falta de recursos con que opera buena parte de las instituciones colaboradoras del Sename, que realizan su labor con el aporte de subvenciones que financian menos de la mitad del costo real de atención a los niños, muy por debajo de lo que se destina a los centros administrados por el propio servicio.
"El 2017 ha sido el peor año desde que se crea el Sename en 1979. Todos los hogares de Chile estamos en fase casi terminal. Es impresentable el poco apoyo del Estado en estas materias", expone el asesor eclesiástico de la Fundación Refugio de Cristo, sacerdote Enrique Opaso.
"Los hogares -dice- ya no podemos seguir con este trato que vulnera los derechos de los niños por la falta de presupuesto para sacarlos adelante. El país ha puesto este tema varias veces como prioritario y muy poco se ha avanzado en las leyes que duermen por cuatro años en el Parlamento. El "bien superior del niño" nos obliga a pedir urgencia en estas materias".
- ¿El plus de aporte estatal definido en el segundo semestre para los niños que están bajo la protección del Sename fue suficiente, regular o derechamente insuficiente?
- Derechamente insuficiente, el Estado es el "garante" de los derechos del niño y finalmente las fundaciones y corporaciones hemos hecho no lo necesario sino apenas lo que se puede y eso es otra vulneración a nuestros niños. Un niño de hogar privado, colaborador del Estado, que son 274 en Chile, recibe de subvención mensual $380.000 y para un niño ingresado en los hogares dirigidos por el Sename, que son 11 en Chile, la suma es de $1.800.000, y no se nota calidad en la atención. Nosotros con una subvención de esos números, que es lo que necesitamos, tendríamos psiquiátricos infantiles en todas las regiones.
Revisión total
-También se critica la distribución de los recursos entre hogares de mediana o larga estadía y programas de atención cubiertos por instituciones externas.
- El tema de las subvenciones debe revisarse totalmente y adecuarlo a la realidad de los hogares de hoy y esto está en el proyecto del Presidente electo.
- ¿Cuál sería a su juicio una fórmula justa para distribuir los recursos destinados a los niños bajo protección Sename?
- Lo justo sería adecuar la subvención a la realidad de los niños de cada hogar, dependiendo de sus complejidades de salud, especialmente de salud mental.
Prioridad uno
- ¿En qué estado está el proyecto de implementar un nuevo centro en Villa Alemana? ¿En este caso sería también para adolescentes infractores de ley?
- El proyecto de Villa Alemana lleva un año funcionando, ha sido muy difícil tanto afrontar el alto costo por niño, por los daños de su salud mental y por el ingreso de niños y niñas a los cuales no podemos atender dada su gravedad en salud mental. Esto impide funcionar con normalidad. Hacemos todos los esfuerzos posibles y nos llena de esperanza la transformación del sistema de protección que deberá solucionar estos problemas.
- El coordinador programático del próximo gobierno, Gonzalo Blumel, dijo que la reforma al Sename está entre las prioridades. ¿Qué le pediría a la nueva administración?
- Así es. Será prioridad nacional, lo exige "el bien superior del niños", el Instituto de Derechos Humanos, el clamor permanente de los hogares de menores, Chile entero exige poner este tema en el primer lugar. Chile no resistiría otro caso Lissette.
"El 2017 ha sido el peor año desde que se crea el Sename en 1979. Todos los hogares de Chile estamos en fase casi terminal" "Chile entero exige poner este tema en el primer lugar. Chile no resistiría otro caso Lissette""
Salir a pedir por caridad
En cifras actualizadas, el aporte mensual del Sename por niño en el Refugio de Cristo, que atiende a 200 menores en seis hogares, es de $435.370 -un poco más por programas adosados-, mientras que la Fundación entrega $842.000. "Anualmente recibimos del Estado $800 millones y gastamos $1.800 millones. Debemos salir a pedir por caridad mil millones de pesos todos los años y ya casi no podemos seguir con esto. Un niño en Chile debe vivir con derecho y no por caridad. Pasar el 'tarro' en las calle es indigno para nuestros niños", sostiene categórico el padre Enrique Opaso,