En este agitado cierre de año, con importantes definiciones políticas para nuestro país, se vuelve fundamental tomarse un momento para reflexionar al respecto e identificar los aprendizajes y conclusiones del 2017 que ya se fue.

Tras un largo periodo de incertidumbre, efecto que se acrecentó en el presente año, vimos como la confianza tocó fondo y la inversión fue mermada por un complejo escenario para el empresariado. En este contexto de menor dinamismo de la economía, el miedo se hizo presente en la toma de decisiones y surgió la duda ¿Cuán relevante son las expectativas en el crecimiento?

A juzgar por el impacto de la definición presidencial en los índices de confianza y las expectativas de crecimiento de los próximos años, que tuvieron un aumento inmediato tras la elección, registrando el mayor avance desde octubre de 2008, se puede determinar la importancia de la confianza para el desarrollo. Ahora que el mercado ha reaccionado, todo indica que habrá un ambiente más propicio para la inversión y el progreso, lo que conlleva una responsabilidad y una gran oportunidad.

El desafío de Chile es volver al crecimiento tendencial, construyendo empleos de calidad, mejorando las infraestructuras, innovando y entregando más alternativas para emprender. Hemos hecho hincapié en la necesidad de sumarse a la nueva forma de hacer empresa, porque los nuevos tiempos no aguantan paradigmas obsoletos y viejas prácticas. Hoy, una empresa que no se adapta a los cambios y agrega valor a su entorno está destinada a un desarrollo poco armónico y acotado. Es precisamente en la colaboración y la restauración de la confianza en que vamos a encontrar las herramientas para encaminar el futuro de Chile.

Las proyecciones para el 2018 apuntan a un crecimiento cercano al 3% y para el 2019 a un 3,3%, en donde justamente los mayores factores que influirán en el comportamiento de nuestra economía serán, en el plano externo, la evolución del precio del cobre, dada las mejores condiciones de los mercados internacionales; en tanto que a nivel interno, la mejora de los niveles de confianza, tanto de los empresarios como de los consumidores, serán claves para la mejora en relación a los niveles actuales de crecimiento. No olvidemos la abundante evidencia empírica en cuanto a las percepciones de los distintos agentes que componen la economía sobre los fundamentos económicos actuales y futuros, y su capacidad de generar correlaciones positivas entre las principales variables macroeconómicas (Fama, 1990).

Teniendo en cuenta estos fundamentos, no nos olvidemos de la responsabilidad que recae en las manos de la empresa. Los desafíos son grandes y debemos ser capaces de adaptarnos y orientar la gestión a favor del desarrollo, implementar aquellas estrategias que ponen a la innovación por delante, siguiendo de cerca la revolución tecnológica en curso y la importancia de la sostenibilidad en toda la cadena de valor, a modo de avanzar hacia el Chile que queremos.

Pier-Paolo Zaccarelli Fasce

Presidente Cámara Regional del Comercio de Valparaíso

150 años | 2 de enero de 1868

Obras fiscales suben las ofertas de trabajo

Habiendo mucho, muchísimo trabajo en Valparaíso para las peonadas, damos aviso para que se trasladen a este puerto quienes quieran ganar buenos jornales. Sabemos que desde la semana entrante se va a necesitar una gran cantidad de trabajadores para obras fiscales. Se dará trabajo a cuantos se presenten.

100 años | 2 de enero de 1918

La carroza Luis XV ganó corso de flores

En una noche en que hubo derroche de alegría, serpentinas, buen humor y una concurrencia extraordinaria, se celebró anoche la llegada del Año Nuevo en Valparaíso. En el corso de flores, en el desfile de vehículos engalanados, en la avenida Pedro Montt, el primer premio fue para la "Carroza Luis XV", con las señoritas Rioja Ruiz.

50 años | 2 de enero de 1968

Roma: Año Nuevo al estilo de los Césares

Roma, 1º de enero (AP).- Los romanos de hoy iniciaron a medianoche un singular recibimiento del Año Nuevo, como en los tiempos antiguos de los Césares, en que el pueblo expulsaba todo lo del año viejo: lanzaron por ventanas de sus casas, platos rotos, tarros, chatarras y muebles en desuso con gran estrépito.

Este 2018 que se inicia está llamado a ser un gran año para el desarrollo internacional de nuestra actividad turística. Estimaciones de la Subsecretaría del rubro indican que en la temporada alta en marcha llegarán al país 3.320.095 visitantes extranjeros, aumento del 16,4% en relación a la anterior.

La mayoría corresponde a viajeros argentinos muchos de los cuales vienen al país con ocasión de la visita del Papa Francisco. Pero, además, el aumento se debe a la recuperación de mercados importantes, como el brasileño, que crece un 21% y el europeo, que avanza un 6,6%. También aumentarán los visitantes de Estados Unidos.

En general, se estima que en 2018 más de 7 millones de extranjeros llegarán al país en plan turístico. Estas cifras están condicionadas por variados factores, entre ellas las atractivas ofertas de pasajes aéreos y la operación de nuevas empresas impulsadas por la política de "cielos abiertos" que ha puesto en marcha el país.

Estas positivas cifras tocan directamente a nuestra Región, polo determinante en el turismo nacional, actividad componente básico de la economía local.

Esa corriente de visitantes extranjeros en buena medida llegará a nuestra zona, sumándose al flujo de turistas nacionales que tradicionalmente nos prefieren. Hay actividades en la temporada, factores de atracción consolidados, como el Año Nuevo en el Mar y los festivales musicales de Olmué y Viña del Mar. A ello se suman los diversos atractivos de la zona como playas, espectáculos diversos, gastronomía, deportes, oferta cultural y el interés que despiertan los paisajes urbanos y naturales de la Región.

La mayor cantidad de turistas que se esperan tanto en el país en general como en la Región en particular implica el desafío de mantener ese crecimiento, mejorando la oferta e identificando las carencias y fallas que se advierten en la relación de nuestro medio con el visitante nacional y extranjero.

El juicio de un visitante tiene efecto multiplicador, efecto que puede ser positivo o negativo. Son consideraciones que tienen un contenido subjetivo, pero que también se basan en hecho objetivos. Una reiterada mala experiencia gastronómica o un problema de seguridad, por aislado que sea, son situaciones donde aparece ese fatal efecto multiplicador que injustamente lleva a generalizaciones dañando esfuerzos e incluso inversiones importantes.

Estas consideraciones son procedentes en medio de cifras y miradas optimistas a una actividad como el turismo, particularmente sujeta a la contingencia que exige un permanente autoanálisis propositivo, tanto de la autoridad como del sector privado que es su principal responsable.