Expertos ven viable tren rápido desde Valparaíso a Santiago
REGIÓN. Intendente, Gabriel Aldoney, valoró la iniciativa presentada por el consorcio TVS a la Presidenta Bachelet y pidió llevar adelante un proceso que culmine con la materialización.
"Espero que el proyecto se aproveche, dado que hay un compromiso de empresas de prestigio que han hecho esta propuesta y que están dispuestas a realizar estudios correspondientes para avanzar", enfatizó el intendente, Gabriel Aldoney, ante la iniciativa del Consorcio TVS para unir Santiago con Valparaíso y Viña del Mar, a través de un tren de alta velocidad.
El plan, liderado por un grupo de inversores y gestores que integra la multinacional de transportes China Railways Group Limited (CREC), la empresa chilena Sigdo Koppers y Latinoamérica Infraestructura, considera una inversión de US$ 1.600 millones.
Se trata de un proyecto que podría materializar en la Región de Valparaíso el primer "tren bala" de Sudamérica y por las características presentadas esta semana por Consorcio TVS a la Presidenta Michelle Bachelet, no requerirá subsidios por parte del Estado.
El objetivo de la firma es proporcionar un sistema eficiente que mejore la conectividad de los habitantes, considerando cuatro estaciones ubicadas en Valparaíso, Viña del Mar, Casablanca y Santiago.
Aldoney recordó que la idea coincide con lo acordado en el Consejo de Movilidad que se instaló en la región y cuyas conclusiones fueron dadas a conocer este año. "Expertos, como arquitectos, urbanistas e ingenieros de Transporte, concluyeron que es muy importante desarrollar un proyecto logístico que una los puertos de San Antonio y de Valparaíso con Santiago", destacó la máxima autoridad regional.
Álvaro González, gerente general del proyecto, enfatizó en que "lo que necesitamos es la aprobación por parte de la autoridad para seguir con el proceso de la ingeniería, el estudio de impacto ambiental y la participación ciudadana".
A raíz de esto, expertos en la materia proyectaron los escenarios que abre la idea.
Javier León, secretario del Consejo Regional de Logística (Corelog), cree que el diseño "sería bueno sobre todo para plantear una estación multimodal, convirtiendo a Valparaíso en una plataforma logística hacia Santiago como para el Mercosur". Además, planteó que una conexión con San Antonio y otra con Ventanas traería, incluso, más beneficios.
Para León, la materialización de un tren rápido a Santiago permitiría reactivar otros proyectos, que adquirirían una mejor rentabilidad para la Ciudad Puerto.
Alejandra Valencia, académica de la Escuela de Ingeniería de Transporte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), apuntó que el proyecto "es muy atractivo porque solamente existen buses para conectar Santiago con Valparaíso y también que quieran incorporar el sistema de carga".
Por el lado del sistema de carga que proponen, la docente recalcó que "beneficiaría muchísimo en las temporadas altas, porque existe mucha espera en el puerto".
"Lo que sé, es que no hay ningún sistema de trenes que se autofinancie por sí solo. Siempre está de la mano con alguna concesión del Estado o un tipo de subsidio, que en este caso, puede ser la infraestructura", enfatizó la especialista en Transportes.
También dijo que algunas condiciones o variables asociadas actualmente a la iniciativa podrían varias una vez hechos los estudios definitivos. "Puede que aumente el monto del proyecto, porque (todavía) hay que ver los estudios de impacto ambiental, urbano, de expropiación y lo que están apuntando en esta etapa es a la factibilidad", aclaró Valencia.
En tanto, el académico de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Valparaíso, René Espinoza, destacó que "los ferrocarriles transportan mucho más que un camión", lo que constituiría una ventaja de la iniciativa frente a los servicios de carga actualmente vigentes.
"La velocidad de los trenes modernos está alcanzando entre 300 y 500 kilómetros por hora, lo cual sería muy favorable para la región", manifestó el especialista.
Cabe señalar, que el proyecto TVS no es el único que ha querido implementarse en la zona. Es por esto que el intendente Gabriel Aldoney expuso que "lo más importante es que no vuelva a ocurrir el espectáculo de que cuando una idea es planteada, se quede en el medio".
Sobre los impactos negativos, la académica de la PUCV, Alejandra Valencia, cree que la alta velocidad del ferrocarril propuesto podría generar contaminación acústica y vibración. En cambio, el gerente general del proyecto, Álvaro González, explicó que "el tren tiene un impacto positivo porque disminuye el ruido y la contaminación, comparado con los camiones". El plan del Consorcio TVS es ejecutar un proyecto con impactos acotados, por lo cual "hay que hacer estos trabajos con las comunidades y municipios" declaró el ejecutivo.
Puso como ejemplo que "en Alemania han tardado mucho tiempo, pero cuando han logrado construirlos han bajado los costos de transporte".
"A corto plazo, los problemas vendrían de la topografía, por tener que cruzar cadenas montañosas, lo que obligaría hacer túneles y puentes y desde el diseño geométrico, que requiere curvas muy amplias para desarrollar velocidades altas", reconoció.
"A corto plazo, los problemas vendrían de la topografía, por tener que cruzar cadenas montañosas, lo que obligaría hacer túneles y puentes y desde el diseño geométrico, que requiere curvas amplias para las velocidades"
René Espinoza Escuela de Ingeniería Civil PUCV"
Que las ideologías no ahoguen el sueño
Un consorcio privado le ha presentado a la Presidenta un proyecto para la construcción de un tren de alta velocidad entre Valparaíso y Santiago, cuya inversión ascendería a 1.600 millones de dólares y uniría a ambas ciudades en 45 minutos, la mitad del tiempo que actualmente se emplea.
Este anhelado proyecto ha sido promovido hace décadas por sus innumerables beneficios, entre los que destacan la rapidez y seguridad en la conexión (tanto de carga como de pasajeros); el fortalecimiento de nuestra industria turística, de servicios y educacional; la desconcentración de la región metropolitana; la descongestión de nuestras redes viales que sufren el aumento sistemático de los flujos de personas entre las regiones; la descontaminación; la generación de asentamientos y polos en las distintas estaciones y la conformación de una gran región que conecte los puertos marítimos y terrestres.
El carácter estratégico y revolucionario de un proyecto como éste es evidente. De hecho, forma parte de la actual Estrategia de Desarrollo Regional y desde el nacimiento de nuestra Fundación, en el año 2013, Piensa lo considera uno de los cuatro proyectos de infraestructura claves para la región.
Hay quienes podrán ser escépticos respecto de su materialización, considerando que pudiera ser "un cuento más" de otros tantos, pero lo cierto es que esta iniciativa representa una diferencia diametral con todas los anteriores, cual es que el proyecto del consorcio chino-chileno no requerirá de un subsidio por parte del Estado para su ejecución, lo que hace que nos podamos ilusionar con que este proyecto pase del sueño que ha sido estas décadas a realidad en los próximos años.
Este interés de inversión nos debe hacer reflexionar. En primer lugar, que una iniciativa como ésta es un buen paliativo al déficit de inversión pública en nuestra región y a la inequidad territorial en nuestro país. ¿Qué gran obra se ha hecho en la región en los últimos 5 o 10 años? Mientras cada vez que uno va a Santiago encuentra una megaobra nueva en construcción, éstas en nuestra región brillan por su ausencia. Un dato: mientras en Santiago últimamente se ha invertido o se invertirán 6.160 millones de dólares en proyectos ferroviarios, en las principales regiones del país el monto asciende a 1.166 millones, es decir 5,28 veces más.
En segundo lugar, la consideración que en la región hay proyectos estratégicos que son atractivos para la inversión privada y que no debe dejar de reafirmarse que los privados, las empresas, la sociedad civil debe tener un rol activo en la solución de problemas públicos por lo que es del todo necesario seguir potenciando el sistema de concesiones, que en su historia ha posibilitado inversiones por más de 16 mil millones de dólares y ha permitido al Estado concentrarse en lo que le corresponde.
Finalmente, que se debe enfrentar decididamente a quienes combaten a todo lo que huela a inversión privada, en detrimento del desarrollo y mejor calidad de vida de las personas, discurso que ha adquirido renovada fuerza en nuestra región en los últimos años y que no sería raro se tome de este proyecto para seguir perjudicando.
No dejemos que las ideologías ahoguen, una vez más, esta tremenda oportunidad.
Director ejecutivo
Fundación Piensa
200 kilómetros por hora es la velocidad que podría alcanzar el tren propuesto por el consorcio conformado por capitales chinos y chilenos y que ya fue presentado al Gobierno.
890 pasajeros es la capacidad máxima que podría tener los trenes, que de acuerdo a ciertos cálculos de la empresa, se coordinarían en base a varios factores urbanos.
$ 5.000 sería el precio calculado para el pasaje en el periodo valle, es decir, aquel de menor demanda, de acuerdo a las propuestas iniciales que se han conocido.
Juan Pablo Rodríguez