No es el fin del mundo, pero sí es un oportuno y contundente "téngase presente" para todos los sectores de Valparaíso, incluyendo aquellos para quienes el anuncio del Puerto de Gran Escala (PGE) en San Antonio es una lápida sobre esta patrimonial ciudad. Es un llamado a pensar sobre el destino de Valparaíso sin arrogancia ni resignación, pero sí con creatividad y mirada de innovación.
El desánimo es lógico y la búsqueda de culpables es parte del ritual. Se preguntó a los lectores de este Diario si las trabas a proyectos en Valparaíso habrían incidido en la decisión de emplazar ese megapuerto en San Antonio. Un 75% opinó sí.
Es un sentimiento derivado del colapso del mall Barón, de la pérdida de los cruceros, de los avances y retrocesos en permisos de construcción previamente aprobados… En fin, variadas situaciones, casos muy diversos, pero que en resumen terminan en un resultado de "suma cero" en una ciudad que acusa despoblamiento, pobreza, comercio ambulante que oculta desempleo, diversión nocturna amagada por la delincuencia…
También en la línea de las derrotas aparece en peligro el torpedeado Terminal Dos y perdería sentido el nuevo ferrocarril, si bien necesario para el transporte de pasajeros, tiene como principal justificación el transporte de carga para servir al puerto.
(Valparaíso con toda su modernización y eficiencia portuaria olvidó el ferrocarril, error de bulto para un terminal marítimo cuya esencia es la conectividad más allá del borde costero)
Sobre el PGE hay variadas opiniones. Para TPS, principal protagonista de la actividad portuaria de Valparaíso, un megaterminal no es necesario antes del 2030, posición compartida por la Cámara Marítima de Chile y la Asociación Nacional de Agentes de Naves. "Representamos el 100% de las recaladas en el país", afirma Carlos Manterola vicepresidente ejecutivo de los agentes navieros.
Algunos sectores plantean la necesidad de definir una "visión de ciudad", lo cual no significa necesariamente dejar de lado la actividad más fuerte y tradicional de la ciudad, la portuaria. Claro, están como fortalezas el turismo, las universidades, la cultura, materias en las cuales hay que insistir, pero con una visión general dentro del conjunto, cuyo centro sigue siendo en inversión, movimiento y fuente de trabajo el puerto.
Por otro lado, el Puerto de Gran Escala supone también inversión en gran escala. Es bastante más que pavimentar una calle y las decisiones de hoy pueden revertirse mañana. Lo mejor es tomar el anuncio como un desafío, una luz roja, sin pedir ni aceptar caramelitos, pero sí con unidad en busca de oportunidades que, a lo mejor, están al alcance de la mano.