"No puedo creer que Wanderers no sepa ganar ni hacerse fuerte en Playa Ancha"
Estuvo poco tiempo en Santiago Wanderers. Humberto Zuccarelli fue entrenador del Decano por apenas doce meses, sin embargo, logró hitos destacados en lo que ha sido la última década de los porteños bajo la gestión de la sociedad anónima que preside la dupla conformada por Jorge Lafrentz y Miguel Bejide.
Con 61 años, la figura de Zuccarelli sorprendió a todos en Valparaíso cuando fue anunciado como el sucesor de, en ese entonces, un muy cuestionado Jorge Aravena.
Pocos lo conocían, más allá que en su currículum se anotaba que como jugador había sido campeón del mundo de clubes y tricampeón de América con Estudiantes de La Plata, mientras que como DT había conquistado cinco ascensos con instituciones trasandinas.
Era junio del 2009 y su arribo a Valparaíso se producía con Óscar Craviotto como ayudante y Sebastián Scolari como preparador físico para transformarse en el último entrenador en líderar un ascenso de los caturros a la Primera División, y ser con un 54,3% de rendimiento el DT "más exitoso" en la era de la S.A.
Junto a Jorge Garcés (quien lo sucedió a mediados del 2010), son los únicos dos entrenadores que han cumplido la totalidad del contrato estipulado en la era de la concesión.
Luego de siete años, Humberto Zuccarelli observa desde el otro lado de la cordillera a un Decano en el mismo lugar que lo encontró, asumiendo también que Nicolás Córdova sabe de la presión con que jugará cada partido por el objetivo de alcanzar lo más rápido que se pueda el retorno a la Serie de Honor.
- ¿Supo del descenso de Santiago Wanderers a Primera B?
- Para ser sincero, en el último tiempo he estado muy metido en mi trabajo en Quilmes (secretario técnico desde hace dos años), pero hace unas semanas me contaron y no sabes lo que me dolió. Fue una muy mala novedad.
- ¿Recuerda ese 2009 en que llegó al Puerto?
- ¿Cómo no me voy a recordar?... De todas formas, pensé que era más reciente. Me doy cuenta que el tiempo se me está pasando demasiado rápido.
- ¿Qué le dijeron en ese momento los dirigentes de Wanderers para convencerlo de venir a Chile?
- Los dirigentes me explicaron la situación y que Wanderers estaba obligado a ascender, que era un equipo de Primera y al que lo seguía mucha gente.... tuvimos la suerte de realizar una buena campaña y entregarle a la gente una enorme alegría.
- Con una durísima definición ante San Luis, especialmente en Playa Ancha.
- Me acuerdo como sufrimos en ese partido en casa porque un gol más de ellos (de San Luis) nos habría llevado a otra situación y ahora no estaríamos hablando como el último técnico que ascendió con Wanderers. Sin embargo, y como todas las cosas sufridas, se disfruta de mejor forma. De todas maneras, era claro que teníamos un muy buen plantel y nos merecíamos el ascenso.
- Entrenar a Wanderers no es sencillo.
- La verdad es que antes de ir a Chile no tenía mucha noción de lo que significaba Santiago Wanderers.... acá en Argentina estamos acostumbrados a lo que es Universidad Católica, Universidad de Chile o Colo Colo, pero cuando el gerente de Wanderers (Ignacio Eguiguren) vino a buscarme me habló de lo que era Wanderers y después pude ratificar todo lo que me había contado... la cantidad de gente que lo sigue es enorme y esa sensación de acompañamiento que uno siente en el calle.
- Uno de los factores que marcó el último descenso fue el no haber podido ganar en Playa Ancha.
- Que bárbaro, eso es increíble. Me lo contaron y no puedo creer que Wanderers no pueda ganar o hacerse fuerte en Playa Ancha. En el tiempo que yo estuve lo que nos costaba era jugar de visitante, pero en casa ganábamos el 90 por ciento de los encuentros. Es claro que los equipos que tienen una fuerte localía poseen una ventaja importante.
- Hoy el técnico, Nicolás Córdova, se encuentra con la misma presión que usted tuvo por ascender hace nueve años atrás.
- Wanderers es de Primera y me imagino que él lo sabe mucho mejor que yo.
- ¿Cómo puede ser que la cantidad de hinchas que llegan al estadio se vuelva una presión que afecta el juego del equipo?
- Si no hay categoría, en algún momento se puede volver un inconveniente para los jugadores que visten la camiseta de Wanderers.
- ¿Acostumbrarse a perder?
- Cuando uno se acostumbra a ganar es lindo, pero claramente cuando se acostumbra a perder es muy feo... (Carlos) Bianchi decía que 'una victoria trae otra victoria y, por el contrario, una derrota llama a otra derrota'. Santiago Wanderers fue siempre muy duro en casa, y si hoy no gana en Valparaíso, me parece que no había otro destino que el descenso.
- ¿Qué es lo que más recuerda de su paso por Santiago Wanderers?
- De eso no tengo dudas. El afecto de la gente, el agradecimiento permanente en la cancha y en la calle por haber vuelto con Wanderers a la Primera División... yo no he recibido otra cosa que muestras de agradecimiento de la gente de Wanderers y eso, realmente, me emociona.
"Si no hay categoría, en algún momento (la cantidad de gente en el estadio) se puede volver un inconveniente para los jugadores que visten la camiseta de Wanderers""
Su otro gran recuerdo en Chile
Durante la conversación es evidente que hay otro gran recuerdo que Humberto Zuccarelli mantiene de su paso por Valparaíso y por Chile. "El terremoto del 2010 fue una locura", sotiene el actual secretario técnico de Quilmes, recordando que por aquellos días su familia lo había ido a visitar y que 24 horas antes que el 27 de febrero emprendieron el regreso a Buenos Aires. "Nunca me había tocado vivir algo así, fue una experiencia inmensa, pero dentro de todo lo malo, mi gente ya no estaba conmigo", asumió el exentrenador de Santiago Wanderers.
"En el tiempo que yo estuve lo que nos costaba era jugar de visitante, pero en casa ganábamos el 90 por ciento de los encuentros. Es claro que los equipos que tienen una fuerte localía poseen una ventaja importante""
fue la temporada en que Humberto Zuccarelli arribó a Wanderers para suceder a Jorge Aravena. 2009
entrenadores antecedieron a Zuccarelli como DT del Decano en la era de la S.A.: Huerta y Aravena. 2
fue el porcentaje de rendimiento alcanzado por Zuccarelli en el Puerto, el mejor en tiempos de la S.A. 54,3