Nicanor Parra ya descansa en
GENTE. En el jardín del hogar que habitó por más de 20 años en el balneario de Las Cruces quedaron sus restos.
Eran pasadas las 7 de la mañana de ayer cuando Nicanor Parra comenzó el viaje a su última casa imaginaria, aquella que proyectó en el jardín del hogar que tenía en el balneario Las Cruces, frente al mar. El ataúd del antipoeta -quien murió el pasado martes a los 103 años- salió desde la Catedral de Santiago cubierto por la colcha que hizo su madre y una bandera mapuche, mientras dos pergoleros llegaron a cumplir con el rito de tirar pétalos a la carroza, la cual arribó pasadas las 9 a la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción.
Allí la familia tuvo un momento privado y luego abrió las puertas para que entraran amigos y autoridades encabezadas por la Presidenta Michelle Bachelet, el ministro de Cultura Ernesto Ottone y la futura Secretaria de Estado de la cartera Alejandra Pérez, para luego dejar pasar a los vecinos de la localidad ubicada en la comuna de El Tabo.
Hermoso adiós
Tal como sucedió en la capital, la música de Violeta Parra se escuchó al interior de la Parroquia previo al inicio de la Eucaristía, la cual comenzó con la entonación de uno de sus clásicos: "Gracias a la vida".
La misa fue oficiada por el párroco Manuel Troncoso que usó un hábito blanco en vez del morado que tradicionalmente se ocupa en ceremonias fúnebres. Éste explicó que el color lo escogió porque era "una fiesta de la resurrección", pues "estamos celebrando la resurrección de Don Nicanor que, por lo que yo sabía, era muy amante de la vida. Era un hombre que buscaba siempre la vida y la amistad. Por eso hoy día vamos a celebrar esta eucaristía que es la fiesta de la vida", acotó.
El padre Troncoso reconoció que siempre se saludaban porque eran vecinos, pero nunca tuvo una conversación con el autor de "Ecopoemas". Sin embargo, por lo que le dijeron, supo que "Don Nicanor fue un hombre que siempre en su vida fue como insatisfecho, siempre buscando caminos nuevos, siempre buscando una nueva ruta para caminar en la vida y por eso hoy día el Señor le dice yo soy el camino".
La eucaristía finalizó con un largo aplauso e inmediatamente alguien puso una bandera chilena sobre el ataúd, que salió cargado por sus familiares, entre los que estaban sus hijas Clara y Colombina. Afuera de la Parroquia, cientos de vecinos y personas que habían viajado especialmente a Las Cruces esperaban para brindarle un último homenaje, al ritmo de las cuecas que a él tanto le gustaban en vida y el ya tradicional himno creado por su hermana, "Gracias a la vida".
En la ceremonia también estuvieron presentes Felipe Bianchi, Rafael Gumucio, el director de "The Clinic", Patricio Fernández, y el poeta Raúl Zurita. Éste último comentó que "fue una despedida de la gente, del pueblo, del lugar en que él vivió. Fue muy emocionante. Estoy aquí despidiéndolo con todos".
El cortejo fue seguido por cientos de personas, mientras que los vecinos del antipoeta se asomaban en las terrazas, balcones y ventanas para el último adiós. Cerca de la casa, Carabineros cortó el paso salvo para familiares (ver recuadro), amigos cercanos y autoridades como la Presidenta. Fue en ese momento que Colombina dijo que el homenaje "ha sido maravilloso. Puro amor".
En las afueras del hogar que acogió a Nicanor Parra por más de 20 años, los Madariaga le rendía un homenaje. Arnoldo Madariaga padre destacó que "realmente la familia Parra ha hecho muchas cosas importantes en la poesía, y en todo lo que tiene que ver con las tradiciones de nuestro querido Chile".
El último adiós
En el interior de la casa, se solicitó no sacar fotos del entierro. Uno de los familiares del antipoeta leyó "El hombre imaginario", y luego Isabel y Tita Parra volvieron a entonar "Gracias a la vida". Todo en un ambiente es tranquilo, de gran intimidad y profunda emoción.
Los restos mortales del autor de "Poemas y antipoemas" quedaron en su jardín, mirando para un lado hacia Isla Negra -donde está la tumba de Pablo Neruda- y para el otro a Cartagena, donde se encuentra enterrado Vicente Huidobro.
La ceremonia íntima finalizó al ritmo de las cuecas, como "La vida que yo he pasado", composición del "Tío Roberto", uno de los hermanos de Nicanor. Hasta la Presidenta se atrevió a cantar, participando en la interpretación de la cueca "Los Parecidos".
Luego la familia decidió abrir la puerta a los vecinos para que visitaran la tumba, donde se proyecta hacer una lápida más elaborada. Según comentó el nieto del antipoeta, Cristóbal "Tololo" Ugarte, durante el día de ayer el jardín iba a permanecer abierto para que las personas dieran sus respetos y que decidirán que harán para el resto del verano en los próximos días.
"Estamos muy contentos" dijo Ugarte sobre la masiva despedida, aunque "obviamente tenemos sentimientos encontrados de tristeza y de felicidad por todo el cariño que hay acá".
Nano, hijo de Hilda Parra, comentó a su vez que "las despedidas siempre son tristes, pero la verdad de las cosas hoy toda la familia está feliz, porque él naturalmente ya se fue y allá lo estaban esperando todos", refiriéndose a los ocho hermanos del antipoeta.
su casa imaginaria definitiva
Isabel Parra vivió Incómoda situción
El acceso al jardín de la casa de Nicanor Parra estaba limitado a algunas personas, entre ellos sus familiares más cercanos. Sin embargo, Carabineros no dejaba pasar a Isabel Parra, hija de Violeta y sobrina del antipoeta. La situación fue percibida por los vecinos, quienes gritaban "que la dejen pasar" o "si no veía que eran todos iguales". Finalmente, se fue a buscar a un familiar que estuviese en el interior para que confirmara que era quién decía ser.
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Es increíble estar aquí, en una zona tan remota del planeta y con tanta belleza. ¡Ayúdanos a protegerla! #SantuarioAntártico"
Javier Bardem, actor español, en su visita a la Antártica por invitación de Greenpeace