Activar Valparaíso
En esta historia hay un gran ausente. Los ciudadanos de Valparaíso, y con ello me refiero a los reales.
Santiago está en obras. Se acaba de inaugurar la flamante línea 6 de Metro y el próximo año se viene la Línea 3. Se están construyendo túneles y puentes en varios nudos viales críticos, se terminó el mejoramiento del acceso norte por la Panamericana y se espera la inauguración de tres parques urbanos en comunas de bajos ingresos.
Estas inversiones, que suman USD 4.000 millones, contrastan con el panorama que se vive en Valparaíso, que comienza a ser conocida como la capital de la paralización. La ciudad del "Nadismo" que describimos con Marcelo Ruiz donde el mejor proyecto es el que no se hace o no afecta ningún interés -lo que viene a ser lo mismo- y donde las paralizaciones se celebran como "triunfos ciudadanos".
Agustín Squella explicó en este diario la razón del Nadismo porteño. Su tesis es que existen demasiados "Valparaíso soñados", y que sus autores son incapaces de ponerse de acuerdo. Los arquitectos tenemos un lugar destacado en esta lista. "Valpo" se ha transformado en nuestro taller de juegos. Una ciudad para experimentar con maquetas y librar batallas para derribar iniciativas de colegas, apelando a teorías conspirativas que dejan a Salfate como un niño de pecho.
Los portuarios no se quedan atrás. Además de sus funas que evocan al estibador rudo de antaño, nos han acostumbrado a sus cartas amenazantes, apoyados por marinos nostálgicos que sueñan con un puerto que ya no existe. Los políticos locales debieran mediar en estas disputas, pero están demasiado ocupados en las propias, así que han optado por el camino corto del lamento y la exigencia de compensaciones, es decir, de nada concreto.
En esta historia hay un gran ausente. Los ciudadanos de Valparaíso, y con ello me refiero a los reales, y no a este porteño virtual que han construido las elites para justificar sus disputas. ¿Quién representa la voz del millón de habitantes de las cinco comunas de la conurbación?. ¿Qué piensan ellos sobre los proyectos que deben hacerse o paralizarse?. Creo que debemos hacer un esfuerzo por escucharlos antes de seguir construyendo imaginarios.
Esa debiera ser la primera tarea del 2018. La segunda es tomar decisiones y romper el Nadismo, aún corriendo el riesgo de equivocarse. El desafío del nuevo gobierno es activar Valparaíso con inversiones que resuelvan los problemas que se han acumulado en años de debate. Desde asuntos complejos con la generación de empleos o el alto valor de las viviendas, hasta otros más cotidianos pero igualmente importantes, como llevar a tus hijos a un espacio público que los haga sentirse orgullosos de la ciudad que habitan.
Iván Poduje
Arquitecto y magíster en Desarrollo Urbano