Katherine Escalona M.
El 5 de abril de este año la empresa Tattersall Gestión de Activos realizará el remate de un propiedad de más de 6 hectáreas ubicada en el sector bajo de Maitencillo, en Puchuncaví. El terreno, que es el único sitio disponible para construcción residencial en el sector, pertenece a la Inmobiliaria Laderas Ladomar, empresa que está en proceso de quiebra y que determinó rematar el paño.
Sin embargo, pese a lo atractivo del sitio que está conectado al sector costero, los residentes del lugar tienen sus aprensiones porque, sostienen, la citada inmobiliaria no sería la única propietaria del lugar. Por tal motivo, advierten que paralizarán el nuevo proceso de remate.
"Esta situación de remate ya fue parada una vez (en junio del año pasado) porque hay escrituras de vecinos que están en el mismo lugar y la situación no es para nada clara a nivel legal. Las áreas se sobreponen en los mismos metros cuadrados y hay personas que tienen propiedades que dan hasta el mar. Acá están tratando de vender terrenos que no son de ellos", aseveró el presidente de la Junta de Vecinos de Maitencillo, Philippe Demartin.
El dirigente vecinal, que encabezó la primera paralización del proceso de remate del año pasado, recalcó que en esta ocasión defenderán los intereses de los vecinos y buscarán, nuevamente, que no se lleve a cabo el proceso de liquidación del terreno.
"Nosotros hemos velado siempre para mantener el carácter de casa unifamiliar de Maitencillo y hemos luchado en contra la edificación en altura. La empresa Laderas Ladomar ha trabajado súper mal porque infringió todas las reglas de medio ambiente. No cumplieron los compromisos e incluso se tomaron una plaza con escrituras falsas. Por esto, nosotros vamos a seguir luchando para tratar de anular esta venta porque ese lugar es emblemático y una zona natural de nidificación de piqueros. Además, no es un terreno propio", afirmó Demartin.
Según el dirigente vecinal, quien compre el terreno, el cual está dividido en dos lotes, "no va a poder construir nada en ese lugar porque hay una modificación del Plan Regulador Comunal (PRC) de Puchuncaví que rige la zona".
Marcelo Banfi, uno de los propietarios de los terrenos que están en conflicto con la inmobiliaria y que dan hacia el mar, dijo que "estos deslindes de la inmobiliaria se inventaron hace 50 años atrás y después lo han copiado, ampliado, lo que es totalmente irregular. Ahora dicen que tienen lo que indican los planos y no es así. Se ha intentado solucionar el problema a través de juicios y en todos les fue mal. Acudieron a la Dirección de Obras (DOM) y ellos aprobaron, acá el que compre se va a quedar con una serie de problemas, no sólo con nosotros que tenemos un terreno ahí".
Banfi explicó que son siete personas las que tienen terrenos en el lugar con deslindes hacia el mar y más de 25 en altura. "Juan José Mantilaro -explicó- fue el que compró el terreno total en el año 46', loteó una parte de los terrenos y lo vendió. Nosotros compramos a una sucesión que viene del mismo año y la tenemos continua hasta ahora. Desde la manzana uno al sitio 6 de la manzana 22. Esto es ilegal".
La situación fue expuesta a los encargados del remate de la propiedad, quienes explicaron que todo está regularizado.
Víctor Ovalle, martillero de Tattersall Gestión de Activos, explicó que, efectivamente, "en junio del año pasado el remate del lote 2, que es donde está el terreno, no se llevó a cabo porque había una precautoria por un tema de deslindes de la propiedad, todo eso se subsanó y los demás títulos están todos de acuerdo a derecho y en el tema de impacto ambiental también. Están todos los estudios acá aprobados y, obviamente, falta la última aprobación, que es cuando esto ya esté listo de acuerdo al proceso que sigue en curso".
El profesional agregó que "puedo comentar que estos problemas pasaron en el primer remate, que fue a mediados del año pasado, y se demoró todo este tiempo para que quedara clarificado que estaban los títulos totalmente de acorde a derecho y que no habían problemas de deslindes. Eso es lo único que nosotros como intermediarios sabemos".
Sin ir más allá, Ovalle, recalcó que si existiera alguna irregularidad sería ilógico realizar el proceso de remate que se encuentra en plena difusión.
El terreno a rematar corresponde a dos lotes, el primero de ellos con un costo mínimo de 730 mil Unidades de Fomento (UF) edificado y el segundo lote, con un mínimo a ofertar de 180 mil Unidades de Fomentos (UF).
Ambos sitios son de propiedad de la Inmobiliaria Laderas Ladomar y el área urbanizada está ubicada en el sector de Aguas Blancas. Este corresponde a un condominio con seis edificios nuevos que tienen un total de 50 departamentos. El proyecto aún está en ejecución, en su etapa final, por lo que harán la liquidación en abril.
"Este es un proceso de liquidación concursal donde hay un liquidador que es Enrique Ortiz, hay unos acreedores, y son dos lotes básicamente. Uno es el condominio con alrededor de 50 departamentos, todos con vista al mar en primera línea, con muy buenas terminaciones, y después está el segundo lote, que es el último terreno que va quedando para poder desarrollar proyectos inmobiliarios de este tipo. Los terrenos son colindantes", dijo Ovalle.
Relación con proyecto Costa Esmeralda
El proyecto Costa Esmeralda fue una obra que llevó a cabo la misma inmobiliaria y donde hubo acción legal por parte de los vecinos. Su construcción fue polémica y aún no se logra la ocupación total del proyecto. Pablo Trivelli, que participó del proceso legal en amparo de los residentes, dijo que "este proyecto no tiene la recepción completa municipal y están en proceso de venta. La empresa debe cumplir con los temas ambientales pendientes y lo mandatado por la Superintendencia por los acopios que dejó en sector protegido"
terrenos para desarrollo inmobiliario son los que están siendo cuestionados por los vecinos del sector. 2