Una mujer fantástica en la Gala de Viña
La presencia en la Gala del Festival de Viña del Mar de la actriz Daniela Vega, irónicamente más conocida por su transexualidad que por su talento desbordante, dejó en claro, con su naturalidad y encanto, por qué está causando una verdadera revolución en los medios de comunicación mundiales tras su extraordinaria performance en la película dirigida por Sebastián Lelio, y que postula al Premio Oscar en cintas extranjeras, "Una mujer fantástica".
Por estos días Daniela se codea con la creme de la creme internacional, invitada como presentadora de los Premios Oscar -la primera connacional en ese escenario-, alucinante modelo de las portadas de revistas del calibre de las editadas por La Nación de Buenos Aires y la W Magazine (donde comparte espacio con Robert Pattinson), de actriz en un corto para la no menos respetada New York Times Magazine, bajo la dirección de la italiana Floria Sigismondi, o como ícono de la campaña I will not be silent (No guardaré silencio), que distintos personajes de la estatura de Nicole Kidman, Jennifer Lawrence, Emma Stone o Jake Gyllenhaal grabaron en contra de los abusos sexuales.
En su entrevista bonaerense, tras participar del Festival de Cine de Mar del Plata, Daniela entregó varios mensajes que llaman a la reflexión. Entre ellos, y consultada por el movimiento Ni una menos, que a todo esto también es una cantante lírica excepcional como se puede ver en "Una mujer fantástica", Vega hizo un fuerte llamado a identificarse -de manera presente y cotidiana- con las causas en las cuales la sociedad dice creer. "Sobre todo ahora, cuando la gente piensa que con el teléfono da un like y con eso hizo la revolución. Hay muchos pueblos en América Latina que tienen el problema de que la revolución es de lunes a viernes. El fin de semana cierra la oficina", aseveró, agregando que la palabra que más la identifica es acción y despreciando aquella instalada idea de que la falta de compromiso es anarquía o rebeldía.
En tiempos de posverdad y escasez de consecuencia, en un país en el cual todavía hay gente que defiende el errático y soez actuar de un exdeportista en base a su alguna vez eximio talento o que se opone a la inmigración y la diversidad, la frescura y valentía de Daniela nos invitan a abrir los ojos de la tolerancia y a proseguir con la quimérica y eterna búsqueda de un país mejor.
No debiera ser algo inusual, pero en este contexto, el canal Chilevisión, como también los animadores de la citada Gala, dieron un ejemplo de progreso y consecuencia en una sociedad que aún discrimina (no sólo eso, también agrede repetidamente, y no sólo de forma física) a emblemas de humanidad y resiliencia como Daniela.
Ojalá su ejemplo permita al menos que el país dé un par de pasos más en su camino al progreso y la civilidad.