Psicólogos advierten del inicio de una etapa de "duelo" en los menores del Cread Playa Ancha
SENAME. Decisión de cierre provocaría diferentes efectos en los niños a raíz de los lazos de amistad que generaron. Expertos recomiendan transparentar lo más posible el proceso de clausura.
Desde que se conociera el lamentable fallecimiento de Lissette Villa al interior del Cread Galvarino (Santiago) que el Servicio Nacional de Menores (Sename) no vivía semanas tan agitadas. En una decisión inédita, y ante los innumerables cuestionamientos hacia los trabajadores y el funcionamiento del centro, hace un mes el Ministerio de Justicia determinó cerrar el Cread de Playa Ancha, que se había convertido en el emblema de la crisis por la que viene atravesando el organismo desde hace largos años.
La versión oficial que en un principio entregó el servicio y luego ratificó el director regional (s), Rachid Alay, habla de que el cierre se debe exclusivamente a múltiples factores relacionados con la infraestructura, la que -a juicio del Sename- era vulneratoria por sí misma de los derechos de los menores y adolescentes. ¿La versión extraoficial? Dos documentos. El primero, del Comité de Defensa de los Derechos del Niño de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que tras una visita inspectiva al recinto, habría recomendado su cierre por las mismas razones que esgrimió el servicio. Y el segundo, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pidiéndole explicaciones al canciller Heraldo Muñoz a raíz de las denuncias que hizo llegar el exdirector regional del Sename, Esteban Elórtegui.
Independiente de cuáles son las verdaderas razones detrás de la decisión, lo cierto es que por estas semanas el centro ya inició un plan de cierre marcado por una completa incertidumbre en torno a los plazos que el Gobierno maneja para concretar la medida. De hecho, tras la primera reunión formal que sostuvieron con las autoridades, los dirigentes gremiales reconocieron que aún no se les da a conocer los detalles y los tiempos para el cierre.
Un grupo de psicólogos con experiencia en la atención de menores, coinciden en que la falta de información terminará perjudicando aún más a los niños y jóvenes que deberán ser trasladados de recinto.
La psicóloga clínica y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas de Viña del Mar, Ximena Cárcamo, explicó que las implicancias que podría tener el cierre dependerá de cómo lo tome cada menor. Sin embargo, aseguró que la medida nuevamente deja a los niños con los brazos cruzados a la hora de tomar sus propias decisiones.
"El impacto de dejar un contexto que resulta conocido o familiar -desde lo concreto y relacional-, para trasladarse a uno absolutamente desconocido, en el que les será imposible poder adelantarse a las situaciones que puedan ir surgiendo en lo cotidiano, los ubica nuevamente (a los menores) en la posición de tener que asumir los costos de una decisión que está fuera de su alcance. Esto los obligará a tener que desplegar sus recursos y capacidades disponibles para adaptarse a un nuevo contexto de vida, con todo lo que ello implica", comentó la profesional, quien justamente se desempeña como terapeuta externa de la Unidad de Adopción del Sename Valparaíso.
En esa línea, Cárcamo detalló que a partir del cierre del hogar los niños y adolescentes podrían enfrentar procesos de duelo al ser alejados de sus compañeros, los que en muchos casos "constituyen parte fundamental de la red de protección y contención con la que cuentan".
"Los niños, niñas y adolescentes que hasta ahora residen en el Cread Playa Ancha, podrían presentar sintomatología coherente con la descripción clínica de trastornos de adaptación y/o procesos de duelo, los que coexistirán con los cuadros clínicos que estaban identificados previamente, produciendo probablemente una agudización de la sintomatología. De no ser contingente y adecuadamente tratada, podría cronificarla, dando pie a la instalación de cuadros mucho más complejos y permanentes en el tiempo", advirtió la psicóloga.
Sin obviar los eventuales daños que podrían ocurrir a futuro, para la directora del Colegio Nacional de Psicólogos, Isabel Puga Young, lo más importante es atender la situación ahora y despejar las dudas que existen en torno al cierre. "Hay un dicho que dice que lo que mata es la incertidumbre", comentó.
"El problema más fuerte es no saber qué va a pasar, y por lo que he leído, los funcionarios también están en la misma situación, lo que va a terminar siendo traspasado a los menores. Acá el manejo de la incertidumbre es lo más complejo, y eso podría producir algún tipo de consecuencia de acuerdo a cómo lo maneje cada quien. Al final de cuenta, las personas necesitamos más o menos una idea de lo que podría pasar en nuestro futuro próximo", sostuvo la directora, quien aseguró que si el ambiente al interior del recinto no es el más óptimo, el cierre podría ser tomado como un cambio favorable para los menores.
Un segundo punto que planteó la psicóloga apunta a la reinserción de los niños. A su juicio, el organismo debe dar a conocer los protocolos y las medidas que adoptarán para que la ubicación de los menores en sus nuevos centros sea lo menos invasiva posible.
"A lo mejor existen historias o casos de personas que fueron trasladadas de un centro a otro que podrían ayudar en el proceso. Esto es lo más parecido a cuando una persona cumple la mayoría de edad al interior de un hogar y debe definir su destino", comentó la profesional.
Al respecto, la psicóloga de la Universidad de Las América coincidió en que el plan de cierre -además de ser transparente- debe considerar la necesidad especial que requiere cada persona, junto con identificar las características de la familia del menor, su lugar de residencia y si tiene hermanos en otros hogares de la región. "Se debe responder de la manera más respetuosa a la vivencia de cada niño, niña y adolescente, además de procurar las condiciones que favorezcan el proceso de restitución de sus derechos fundamentales y el proceso de reparación de las experiencias traumáticas vividas", recomendó la psicóloga Ximena Cárcamo.
Uno de los profesionales que vivió la información del cierre desde adentro es Daniel Bruna, quien se desempeña como psicólogo al interior del Cread. Consultado al respecto, el joven insistió en que en un plan de cierre no sólo se deben priorizar los aspectos administrativos, sino que también los psicosociales y de intervención.
"Hoy los niños no saben dónde van a ser trasladados, ni cuándo. No hay una claridad, y al no haber un plan de cierre los niños no saben si van a volver con sus familias o ser trasladados a otros centros", explicó el profesional, quien agregó que quienes residen en el recinto porteño "han generado algunos lazos con sus pares y también con algunos profesionales, de modo que el cierre no puede ser de un día para otro porque los efectos a nivel psicológico pueden ser muy perjudiciales".
Además, Bruna reveló que la noticia sobre el cierre se ha mal utilizado por parte de algunos funcionarios para amenazar a los niños y jóvenes. "Me han relatado que esta misma incertidumbre está siendo utilizada para maltratos psicológicos. Les están diciendo que los que se portan bien van a ser trasladados a un buen centro, no así los que se han portado mal", advirtió el psicólogo.
Revaluar desempeño de funcionarios
De acuerdo a lo que han señalado los dirigentes gremiales en los últimos días, el Sename se comprometió a que ningún funcionario será desvinculado una vez que el cierre del Cread se concrete. Al respecto, Ximena Cárcamo sostuvo que dicho proceso debiese ser una oportunidad para "revaluar las cualidades del desempeño técnico y/o profesional de todas las personas que pertenecen al equipo del Cread". Y agregó que "podría resultar una buena alternativa el que (los funcionarios del centro) sean asignados a espacios distintos a las residencias a las que serán trasladados (los menores)".
"El manejo de la incertidumbre es lo más complejo, y eso podría producir alguna consecuencia de acuerdo a cómo lo maneje cada quien".
Isabel Pug0a Young, Directora Colegio de Psicólogos"
"El cierre no puede ser de un día para otro porque los efectos a nivel psicológico pueden ser muy perjudiciales para los niños".
Daniel Bruna, Psicólogo del Cread Playa Ancha"
"Podrían presentar sintomatología coherente con la descripción clínica de trastornos de adaptación y/o procesos de duelo".
Ximena Cárcamo, Psicóloga U. de Las Américas"