Hogar inteligente
INFORMÁTICA Y PREVENCIÓN. Proyecto liderado por la doctora Carla Taramasco busca aumentar calidad de vida con sensores en 20 casas de San Antonio para prevenir accidentes y estudiar sus patrones de conducta
Generar un hábitat que mejore la calidad de vida de los adultos mayores de la comuna de San Antonio es el objetivo del proyecto de Viviendas Sociales Inteligentes, experiencia inédita en Chile, a cargo de la doctora Carla Taramasco, académica e investigadora de la Escuela de Ingeniería Civil Informática de la Universidad de Valparaíso, que se realizará entre marzo de este año a enero del 2019.
En convenio con la Municipalidad de San Antonio y el Serviu, la profesora Taramasco y su equipo integrado por 17 profesionales ingenieros y clínicos, instalarán un sistema compuesto de diversos sensores en 20 casas de adultos mayores de San Antonio orientados a mejorar la calidad de vida, prevenir accidentes y estudiar patrones anormales en la conducta de las personas que pudieran ser indicativos de alguna enfermedad.
La iniciativa instalará en todas las casas un sensor para detectar monóxido de carbono, evitando alguna intoxicación por fuga de gas; un sensor de humedad y temperatura para evitar la aparición de hongos en las viviendas que pudieran provocar problemas de salud en el adulto mayor y daños en su propiedad y otro sensor que alerta al entorno familiar en caso de detectar una caída.
El proyecto además considera entregar a los adultos mayores el Fasthelp, un collar con GPS integrado que permitirá saber su ubicación exacta en todo momento, ya sea en su casa o fuera de ella, con 3G y red de telefonía para efectuar llamadas de emergencia a distintos números configurables.
Así funcionan los sensores
Sobre el funcionamiento de los sensores en las viviendas sociales inteligentes, la académica Carla Taramasco indica que "un primer dispositivo detecta la cantidad de monóxido de carbono presente en el ambiente, generaremos un algoritmo que nos avisa cuando existe una cantidad que excede el mínimo normal. De esa forma enviamos una alerta inmediata en caso de detectar una fuga de monóxido de carbono en la vivienda. Esa alerta se la mandamos al adulto mayor que está en la casa, pero también a su entorno social, de tal manera que si la persona por alguna razón no está cerca de su teléfono para recibir el mensaje, también lo puedan recibir aquellas personas que haya designado como contactos sociales".
En tanto los sensores de temperatura y humedad no generan alertas, pero según Taramasco permiten "evaluar sus niveles y prevenir alguna enfermedad provocada por su exceso o algún tipo de deterioro que se genere en la casa. Esta intervención implica un seguimiento constante, por lo tanto un grupo de especialistas va a ir visitar una vez al mes al adulto mayor y si los niveles de humedad y temperatura superan lo ideal, lo aconsejarán con medidas sencillas, como la necesidad de ventilar mañana y tarde".
El tercer dispositivo es el sensor térmico para detección de caídas, de 8 por 8 pixeles, el cual genera un vector de observación amplio, que permite trabajar en dos niveles. "Estamos trabajando con un algoritmo basado en redes neuronales recurrentes que nos permite detectar caídas mitigando el ruido producido por las mascotas u objetos calientes. Este algoritmo ha dado muy buenos resultados en laboratorio, por eso queremos llevarlo a las casas", explica Taramasco.
El último sensor (vesitble) es el llamado Fasthelp, un botón collar con GPS, 3G y red de telefonía, el cual no solo permite conocer la ubicación exacta de usuario, sino que además, le permite al adulto mayor realizar llamadas de emergencia a números configurados. "La persona nos puede llamar en cualquier minuto desde donde esté, lo cual nos permitirá acudir en su ayuda si es necesario. Con el Fasthelp podrá contactarse con su entorno social más cercano, pero también tiene un sistema de llamadas a su centro de atención primaria por alguna consulta más clínica, donde va a haber un grupo de profesionales encargados de monitorear a estos pacientes y responder a sus necesidades", explica.
Experiencia pionera en Chile
La investigadora asegura que este tipo de experiencias sobre viviendas sociales inteligentes no existen en Chile. "No hay nada parecido en estos momentos en nuestro país. Lo más cercano son iniciativas relativas a la domótica, donde en departamentos de lujo se puede accionar la luz o las persianas desde un teléfono móvil, pero un seguimiento con las personas dentro de la casa no existe, menos ocupando estos sensores no invasivos, que respetan su privacidad y aumentan la autonomía de las personas", explica.
El año pasado Taramasco lideró otra experiencia similar, también inédita en Chille, que fue el proyecto Ehomeseniors, desarrollando hogares inteligentes para adultos mayores en Limache, iniciativa cuyos excelentes resultados le permitieron ahora continuar este desarrollo en San Antonio. "La idea es mejorar varios obstáculos que encontramos en esa primera experiencia, ahora con una muestra más grande, con un tiempo de monitoreo mayor y aplicando nuevos algoritmos que nos permitirán mejorar la captura de caídas y disminuir los falsos positivos.
Sitio que resume lo que fue el exitoso proyecto Ehomeseniors, hogar inteligente para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. La web pone en relieve el sistema integrado para ambientes inteligentes con central de monitoreo, a través de una arquitectura tecnológica especializada y distribuida a pequeña escala.
http://www.ehomeseniors.cl/
Instalan las primeras viviendas sociales
inteligentes de Chile para adultos mayores
El desafío de los ingenieros
Consultada por la iniciativa de poner la informática al servicio de la salud, Taramasco asegura que "el desafío de los ingenieros en esta área es desarrollar investigación, productos y tecnología que puedan ayudar a otras personas. En Chile la población de adultos mayores es frágil, va en aumento y cada vez están más solos, por lo que es un desafío importante, actualmente no hay mucha investigación clínica, ni técnica, considerando además, que tenemos pocos especialistas (geriatras) en la región". "Hay poca experiencia de cómo se trabaja con el adulto mayor. En la primera etapa del proyecto trabajamos con una geriatra, un internista y una kinesiólga. Falta capacitación e investigación de manera interdisciplinaria para apoyar a que las personas de mayor edad tengan una mejor calidad de vida. La medicina ya ha resuelto que vivimos mucho tiempo, la esperanza de vida aumentó, por eso el desafío actual es aumentar calidad de vida y esa es nuestra apuesta como equipo", añade.
I+D+i
Labitec es un centro de I+D+i de la Universidad de Valparaíso, orientado a mejorar la calidad de vida de las personas, a través de la transferencia de tecnología. El sitio contiene amplia información sobre los proyectos que desarrolla el centro, que integran temáticas que van desde salud, telemedicina, minería y turismo, entre otros.
http://www.labitec.cl/
Carla Taramasco
Académica e investigadora de la Escuela de Ingeniería Civil Informática de la Universidad de Valparaíso y directora del proyecto Viviendas Sociales Inteligentes.
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