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En la ceremonia más breve de cambio de mando de nuestra historia republicana, ya que duró sólo 15 minutos y que estuvo marcada por el respeto que manifestaron recíprocamente tanto los seguidores de Michelle Bachelet como del nuevo Mandatario - aunque por el volumen, el contingente oficialista ganó el "aplausómetro"-, Sebastián Piñera juró a las 12.07 horas de ayer como Presidente de la República por segunda vez. Curiosamente ambos recrearon, además, por tercera vez un traspaso de mando: en 2014 él le entregó la piocha a ella, así como ella lo había hecho en 2010 con él.

Antes del juramento, la ahora ex Mandataria había traspasado la banda y la piocha de O'Higgins al también recién electo presidente del Senado, Carlos Montes, para que éste se la entregara finalmente al nuevo Jefe de Estado, tal como lo establece el protocolo constitucional.

Sin embargo, Montes tuvo que ser asistido por la misma Presidenta saliente, ya que no logró colocar correctamente la banda. Ante un escueto "novato" expresado por la ahora ex máxima autoridad del país le dijo un "¿Te ayudo, Carlos?".

Tras la entrega de la simbología de traspaso del poder y después de cantar el himno nacional, que se escuchó fuerte y claro, Bachelet abandonó el Congreso junto a su gabinete y partidarios, en señal de apoyo y lealtad, mientras era aplaudida por los "bacheletlovers" apostados en la tribunas centrales que gritaban "gracias Presidenta".

Ya con la banda presidencial en su sitio, Piñera - quien deberá enfrentar a un Congreso liderado por dos socialistas: Carlos Montes, en el Senado, y Maya Fernández, en la Cámara de Diputados - procedió a tomar juramento uno a uno a todos sus ministros, tal como dicta el protocolo.

La lectura de los decretos la hizo el nuevo subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, quien -también en virtud a las exigencias constitucionales- asumió el jueves el cargo. El primero en jurar fue el ministro del Interior, Andrés Chadwick, y luego el resto del gabinete. La segunda ceremonia del juramento de los ministros de Piñera se realizó con absoluta calma, considerando que hace ocho años el acto fue interrumpido por dos fuertes réplicas del terremoto de 2010.

Al cambio de mando - para el cual se cursaron 1.380 invitados y acreditaron más de 800 medios de prensa - asistieron, entre otros, los Presidentes Mauricio Macri de Argentina; Evo Morales de Bolivia; Michel Temer de Brasil; Enrique Peña Nieto, de México; y el rey emérito de España, Juan Carlos I. Además de los parlamentarios, también estaban presentes el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, y los exmandatarios Ricardo Lagos y Eduardo Frei. También el general director de Carabineros, Bruno Villalobos.

A nivel regional llegó el intendente Jorge Martínez; el fiscal regional Pablo Gómez; la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato; y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien al término de la ceremonia insistió en la necesidad de velar por programas de vivienda.

El rumor del penal de Punta Peuco - luego de las afirmaciones del abogado defensor Raul Meza, quien aseguraba que "extraoficialmente" se les informó que el decreto supremo que cerraba el penal estaba firmado por la Mandataria hace "exactamente 24 horas"- concentró ayer las reacciones durante la ceremonia del cambio de mando.

Así, la ahora exministra secretaria general de Gobierno, Paula Narvaéz, indicó que "nosotros siempre hemos dicho que cuando tuviéramos alguna novedad, lo comunicaríamos y hasta el momento no hemos tenido ninguna novedad".

"Yo ya me he referido a los temas fundamentales de lo que ha sido la administración de la Presidenta Bachelet y me voy orgullosa de lo logrado", agregó.

Al respecto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, desestimó que el cierre de Punta Peuco esté dentro de las materias a abordar en el segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera. "Ha habido aquí mucho rumor sin ninguna sustancia y sin ningún contenido (...) No está en la agenda el tema de Punta Peuco. Creo que yo que hay que mejorar las cárceles y no echarlas a perder. Aquí lo que importa es tener a los internos - como dijo el Papa - se les podrá privar de libertad pero no de dignidad", recalcó.

Larraín aclaró que se van a preocupar también por los menores en el Servicio Nacional de Menores (Sename). "Aquí tenemos que mejorar las condiciones humanas de quienes están pasando por situaciones de privación de libertad, pero que requieren de un trato humano para rehabilitarse y reinsertarse totalmente", subrayó.

En esta línea, recalcó que el cierre del penal de Til Til no es prioridad. "Este no es tema. Aquí lo que importa es mejorar la condición de vida de la población penal y trabajar en su reinserción. Esa es nuestra agenda. Y aquí no vamos a hacer distinciones de presos por razones políticas, sino que realmente por su voluntad de reinsertarse y vamos a trabajar para que realmente Chile pueda recuperar que, al final del día, la mejor manera de evitar la delincuencia es terminar con la reincidencia", indicó el titular de Justicia, quien dijo que enfatizarán en la rehabilitación y reinserción dentro de la agenda de derechos humanos.

Finalmente, sobre este tema se pronunció la nueva vocera, Cecilia Pérez, quien reafirmó que la clausura del recinto se trataba de un rumor que no estaba en la voluntad del Gobierno y que finalmente no se concretó. "Así como tuvimos convicciones en su minuto de cerrar el Penal Cordillera, porque no cumplía con los requisitos de ser un centro penitenciario y que recibían beneficios que no correspondían. En el caso de Punta Peuco, tenemos la convicción de que sí es un centro penintenciario que corresponde mantener y, por lo tanto, no existen ni una mirada ni una voz distinta respecto de un eventual cierre de este recinto penitenciario", concluyó.

En otro tema, más centrado en las tareas de futuro, la primera dama, Cecilia Morel utilizó Twitter para entregar sus primeras impresiones. "Emocionados por la maravillosa misión que acaba de comenzar. Juntos vamos a construir un país donde todos seamos parte. Un Chile donde la solidaridad sea un valor del día a día y no algo excepcional. Chile lo hacemos todos".

Al término de la ceremonia de traspaso, el nuevo Presidente de Chile, Sebastián Piñera, se trasladó hasta el Palacio Presidencial del Cerro Castillo, donde se realizó una recepción en la que participaron miembros de su gabinete, así como las autoridades extranjeras que llegaron a la ceremonia de cambio de mando. Así, junto a la primera dama Cecilia Morel, el Jefe de Estado recibió a los mandatarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Honduras, México, Perú y el rey emérito de España, Juan Carlos I.

Pero no todo fueron saludos protocolares de los presidentes y representantes de gobiernos extranjeros ya que el Mandatario también recibió a su familia en pleno, incluidos sus nietos. Como niños, no tenían necesidad de respetar el protocolo y saliéndose del libreto se lanzaron a correr por la alfombra roja.

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"No me parece que la gratuidad sea un fin, sino un medio para financiar a aquellos que quieren y que tienen la vocación de estudiar. Creo que hay financiamientos que son tan buenos o malos como la gratuidad"

Gerardo Varela, Ministro de Educación"

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"Amo profundamente a Chile. Confío en su pueblo y su capacidad de construir un mejor país. Para avanzar, de la mano de nuevos liderazgos, en ese sueño de mayor justicia y libertad para nuestra Patria, siempre contarán conmigo."

Michelle Bachelet, Expresidenta y su tweet de despedida"

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"El Presidente ya lo dijo, tenemos grandes desafíos en la materia (...) Una vez que lleguemos a La Moneda, el Presidente nos tendrá que instruir de las prioridades para esta semana"

Rodrigo Ubilla, Subsecretario del Interior sobre formalización, de general Blu por la Operación Huracán"

Mauricio Macri brindó en el nombre de los mandatarios

Al Presidente de Argentina, Mauricio Macri, le correspondió el discurso en representación de los mandatarios invitados al almuerzo en el Cerro Castillo. Ubicado al aldo derecho de Sebastián Piñera sus primeras palabras fueron: "Me toca a mi en nombre de jefes de gobierno, jefes de Estado, Majestad, amigos, desearte la mayor de las suertes y el éxito en esta segunda Presidencia en este país tan querido por los argentinos y por todos, y tan importante en el mundo latinoamericano. Nos toca a todos gobernar en tiempos de cambios, cambios profundos, dinámicos, a velocidades que nunca se dieron en la historia de la humanidad".

En su alocución -de 2,21 minutos- aludió a la crisis de Venezuela como una excepción en Latinoamérica en la que no se respetan los derechos humanos. Al finalizar alzó la copa y dijo: "brindando por el trabajo que va a realizar el Presidente Piñera por el tan querido pueblo chileno, y porque en estos años encontremos muchísimas áreas de cooperación...¡Salud...!"