Juan Carlos Moreno A.

Gonzalo Serrano sonríe y durante la conversación en más de una oportunidad asegura que de no haber renunciado al directorio de Santiago Wanderers, su matrimonio estaría viviendo un momento especialmente complejo.

"Hoy lo pienso y tengo muy claro que renuncié en el momento justo", sostiene con seguridad, sin antes aclarar que su vida en torno al Decano sigue siendo igual de intensa: "Es una pasión que jamás se deja".

Serrano asume también que el presente institucional de los caturros, tanto en lo dirigencial como en lo futbolístico es "complejo", mientras reflexiona en voz alta y concluye que "como hincha lo estoy pasando muy mal, me imagino lo que debe ser hoy al interior del directorio…. debe ser terrible".

- En su calidad de miembro de la Comisión Fútbol, y hasta el momento de su renuncia, usted fue uno de los directores más cercanos a Nicolás Córdova y también fue uno de los que más defendió su venida a Santiago Wanderers.

- No, ¿yo? (ríe). Obviamente que lo respaldé. Lo que pasa es que cuando Nicolás Córdova llegó a Santiago Wanderers su proyecto no contemplaba el descenso de categoría. Supongo que cuando él planificó su venida a Valparaíso, y así tiene que haberlo visto con aquellos dirigentes que arreglaron su contrato, la opción de seguir en caso de perder la categoría no estaba en sus cálculos. Habría sido distinto si en su proyecto se presentaba la opción de irnos a Primera B pensando en algo más a largo plazo, y con eso me refiero a que en el inicio de todo esto se podría haber dicho que su idea era jugar con una importante cantidad de chicos de la cantera y que ello traía como riesgo irse al descenso, pero eso claramente no fue así ya que se le trajo para no irse a la B.

- Teniendo en cuenta la histórica relación de los entrenadores con el directorio de la sociedad anónima, la que habla de técnicos que salen antes de cumplir sus contratos. ¿No hubo nadie que en su momento advirtiera sobre los peligros de firmar con Nicolás Córdova por dos temporadas y media y lo que ello significaba en materia económica si es que el proyecto no funcionaba?

- ¿Quién anda revisando los contratos?

- ¿Pero ni siquiera para condicionar su permanencia en caso de perder la categoría?

- Uno supone que quienes están a cargo de redactar los contratos debieran contemplar ese tipo de situaciones, al igual que en el caso de los jugadores, a quienes también se les debió sumar en sus contratos cláusulas de término en caso que no se cumpliera el objetivo. Lo cierto es que el contrato de Nicolás Córdova, al igual que muchas otras situaciones en torno al club, llegó listo desde Santiago y nada se pudo hacer.

- ¿Y la Comisión Fútbol?

- Nada se podía, ni se pudo hacer.

- ¿Siente que el actual cuerpo técnico puede dar vuelta el mal momento futbolístico de Santiago Wanderers y no perder de vista que el único y gran objetivo que es retornar a Primera División?

- Lamentablemente, yo creo que no. Las señales que Nicolás Córdova ha entregado en el último tiempo son muy malas y no demuestran que tiene la fortaleza, ni las convicciones, como para hacerlo.

- Insisto, usted fue uno de los dirigentes más cercanos a Nicolás Córdova. En ese instante, ¿nunca se cuestionó aquello de la ausencia de fortaleza y convicciones?

- Si uno es riguroso, la verdad es que el descenso de Wanderers se podría haber evitado en varios momentos, desde el penal que (Enzo) Gutiérrez perdió ante Deportes Temuco en Playa Ancha, y hasta el lanzamiento de Roberto Saldías en la definición ante Unión La Calera. Si nos salvábamos seguramente nada de lo que estamos viviendo ahora habría ocurrido. Yo creo que Nicolás Córdova no es un mal técnico e incluso pudo haber encabezado un ciclo como lo está haciendo Diego Milito en O'Higgins en donde también se comenzó con muy malos resultados. El problema es que acá se bajó y hoy a (Nicolás) Córdova lo veo muy nublado.

- ¿Le sorprendió la renuncia de Jorge Lafrentz a la presidencia de la sociedad anónima?

- Cuando renunciamos junto a Hernán Cortés a la directiva de la sociedad era el momento para que tanto Jorge Lafrentz, como el mismo Nicolás Córdova, dieran también un paso al costado. Cuando uno sufre un fracaso de la magnitud vivida por Santiago Wanderers en la temporada pasada hay que hacerse cargo de él y claramente hay quienes hasta el momento no lo han hecho.

- Santiago Wanderers es hoy una verdadera "olla a presión", en donde incluso, la misma partida de Jorge Lafrentz no alcanzó para descomprimir el ambiente...

- Desde hace mucho tiempo que Wanderers ha debido acostumbrarse a convivir en un ambiente de mucha presión. El tema es que hoy la situación ha ido creciendo demasiado y es claro que Nicolás Córdova, y una serie de actitudes suyas, no han contribuido en mejorar el ambiente. Desde la imagen proyectada ante los colombianos por Copa Libertadores, en donde no hablo del insulto a uno de sus ayudantes ya que ello se puede dar en medio de la calentura que genera el fútbol, sino porque 15 minutos antes del término del encuentro su imagen era la de un técnico extraviado, y eso sí que es grave ya que en su discurso él presenta una serie de valores, varios de los que a mí me representan, pero que ha ido perdiendo con el tiempo, y ante ello, tengo todo el derecho a cuestionarme sobre el liderazgo que está ejerciendo en el grupo.

- Sus declaraciones están marcadas por una importante decepción...

- Absolutamente, porque te insisto, cuando Santiago Wanderers bajó el gesto mínimo de Nicolás Córdova hacia la institución y su gente, era poner su cargo a disposición.

- Pero acá también hay una responsabilidad de los jugadores...

- Claro que sí, pero ninguno de ellos vino porque llamó y se presentó a entrenar, ya que a cada uno lo trajo el cuerpo técnico. Y ese tema también es muy decepcionante, porque es evidente que muchos "refuerzos" que han llegado no tienen más nivel que los jóvenes de la cantera y el entrenador es incapaz de reconocer esa situación, dejándome aún más en evidencia que hoy Nicolás Córdova tiene poco y nada que hacer en Wanderers.

"Las señales que Nicolás Córdova ha entregado en el último tiempo son muy malas y no demuestran que tiene la fortaleza, ni las convicciones, como para hacerlo (ascender con Wanderers)""

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En el Arsenal prefiero estar sentado en el banquillo. Debido a la presión y a las expectativas que tiene la gente vomito antes de los partidos".

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