"Disposición al diálogo del gobierno hay que verla en propuestas concretas y no en frases al voleo"
A menos de una semana de que Sebastián Piñera se instalara en La Moneda, lo que queda de la Nueva Mayoría ha tenido que salir por estos días a explicar por qué la exmandataria Michelle Bachelet no cerró Punta Peuco y no removió al exdirector general de Carabineros, Bruno Villalobos, quien decidió renunciar. Dos polémicas que hieren la sensibilidad de la ahora oposición, incluido también el Frente Amplio.
La senadora Isabel Allende (PS) - quien integra la delegación que viajará la próxima semana a los alegatos en La Haya, en el marco de la demanda boliviana- analiza el escenario reconociendo que, sin tener todos los antecedentes, Bachelet quedó al debe con Punta Peuco.
-¿Qué tan sólida es la defensa de Chile ante La Haya?
-Hay hechos jurídicos convincentes que demuestran que Chile, desde 1904, lo que ha hecho es respetar todos y cada uno de los tratados con Bolivia y yendo mucho más allá, con facilidades aduaneras, de almacenaje y tránsito.
-¿Se corre algún riesgo con esta demanda?
-Lo máximo que puede pasar es que digan "se tienen que sentar a conversar", pero no vamos a negociar territorio. Ahora, la disposición a conversar la hemos tenido siempre. Hay muchos temas que tienen que ver con equidad, con integración, con intercambio cultural porque somos vecinos y siempre hay que mantener una posición dialogante. Por eso creo que esta estrategia fue una profunda equivocación del Presidente Evo Morales más allá de que sea algo que internamente en su país sea bien recibido y, además, marca una postura compleja porque decidió abrirse a una nueva repostulación.
-El expresidente Jaime Paz Zamora dijo que "no vamos a cambiar el mar por la democracia" agregando que "mar sí, pero no así. No pretendan calmar la sed del pueblo boliviano con agua salada". Hay un sector político boliviano que empezó a criticar a Morales.
-Creo que hay algo de eso. Morales se equivocó al lanzar esto. Él está en una campaña. Ahora efectivamente él le ha dado una estabilidad a Bolivia, y no voy a opinar más porque son temas internos, pero hay algo que tiene que ver con atizar cierto sentimiento interno, que es real por un lado, pero también condicionado respecto a sus propios deseos personales. Aquí lo que importa es que Chile ha sido muy respetuoso de los tratados.
-A propósito de los tratados, se ha levantado la tesis de que Chile debiera salirse del pacto de Bogotá y evitar estas demandas.
-Hay algunos que han levantado esa opinión. Es algo a considerarse. Hay algunos que sostienen que Bolivia va a seguir, seguir y seguir con esto. Yo no sé si eso va a ser la conducta permanente de Bolivia. Quizás en esta ocasión Morales vea que no fue la mejor estrategia, que no siga en esto y podamos volver, que es lo que todos quisiéramos, a sentarnos como dos países vecinos sin pretender imposiciones. Y mucho menos rectificar un tratado establecido.
-Sebastián Piñera asumió el domingo. ¿Qué le ha parecido la actitud de La Moneda y del ministro Gonzalo Blumel, que es el que será el enlace entre el gobierno y el Congreso? ¿Hay 'Blumel-lovers' en la oposición?
-A ver... durante la campaña hubo momentos en que Sebastián Piñera fue bastante duro, especialmente con el gobierno de la Presidenta Bachelet. Y él, como otros, llegaron a decir que este país estaba en ruinas. Posteriormente hubo un giro, asociado a la segunda vuelta, y comienza a hablar de unidad lo que es muy deseable como principio, pero eso debe tener contenidos reales. Uno debe mirar con buena disposición los planteamientos que va a hacer. Creo que algo que se aprendió en el primer gobierno de Piñera donde hubo soberbia con frases como "hicimos en 20 días lo que no se hizo en 20 años", o eso de que "se acabó la fiesta" o "vamos a poner fin a la puerta giratoria". Tantas declaraciones que no llegaron a ningún lado. Entonces hay una disposición un poco distinta, en el sentido de que puso a gente que ya tuvo experiencia. Pero esto hay que verlo en las propuestas reales y concretas. Acaba de anunciar con bombos y platillos un proyecto que ya estaba en el Parlamento, y que es la separación entre niños vulnerables e infractores de ley en el Sename.
-¿Por qué eso genera ruido?
-Es que uno dice si está bueno por qué no toma lo que hay, le hace indicaciones nuevas o, incluso, una indicación sustitutiva sobre la base de lo que ya se había tramitado. Entonces estas cosas están indicando que hay que ver paso a paso qué es lo que está planteando en concreto porque hablar en genérico de la unidad... la unidad veámosla en concreto. Por ejemplo, no mencionó las pensiones y no puede ser que el 79% tenga pensiones inferiores al salario mínimo porque es una caldera que va a estallar. Otra cosa, se había planteado en la campaña una propuesta más o menos similar a lo que propuso la Presidenta Bachelet pero con la diferencia de que nosotros hablábamos de crear un sistema de ahorro colectivo y no dárselo a las AFP. Hay diferencias profundas y eso es lo que hay que ir viendo.
-Pero ¿qué le parece Blumel?
-Se ve interesante su perfil. Se ve un rostro joven, amable, con ganas de dialogar, pero vamos a ver el contenido. A Blumel lo saludé el martes en el Senado, nunca nos habíamos visto. Me llamó en el verano, pero yo aún estaba de vacaciones. Me pareció que tenía buena disposición y no tiene ningún sentido no conversar. En el mundo de la política uno tiene que hacer oposición racional en el sentido de apoyar aquello que realmente vale la pena, pero vamos a estar pendientes de que no haya retrocesos importantes de los logros de la Presidenta Bachelet, especialmente en educación.
-Blumel dijo que el segundo piso de La Moneda se va a construir en base al que ya existe porque no vienen con la retroexcavadora.
-Hay que ir viendo cómo van a presentarse estos temas. Ya hubo un primer paso donde una quedó dudosa (Sename). Entonces veamos de qué se trata. Aún se tiene en la retina anuncios muy rimbombantes que después se estrellaron, así que vamos viendo. De todas formas sí veo una actitud un poco más modesta y aterrizada que me parece bien, pero como oposición tenemos que ir viendo tema por tema. Por ejemplo, lo que dijo el presidente del Senado, Carlos Montes, que criticó bajar del 27 al 25% el impuesto porque sólo beneficia a los más ricos de un país en que ya hay una tremenda desigualdad. Son temas que requieren grandes acuerdos y cosas concretas, no sólo frases rimbombantes. Entonces yo pido más concreción y menos declaraciones al voleo.
-El cambio de tono tiene que ver con que no tienen mayoría en ninguna de las cámaras, ¿no?
-Por supuesto. Los votos son votos, y si su proyecto no es bueno o no avanza lo suficiente, no va a tener los votos. Al ministro Blumel, acompañado de un subsecretario que ya fue parlamentario, Claudio Alvarado, les va a tocar buscar acuerdos porque cuando no se tienen mayorías se sabe que tienen que conversar. Yo espero que sea una conversación institucional con las bancadas y sus representantes. No un intento de ir cooptando un voto por ahí y un voto por allá. Eso sería lamentable. Cuando Blumel se reúna con las distintas bancadas nos va a permitir saber cuáles son las propuestas y cuáles las prioridades.
-Desde el nuevo gobierno hablan de volver a la política de los acuerdos. ¿Qué le parece?
-En política siempre es necesario y posible tener acuerdos. El tema es el contenido de ese acuerdo, para qué es ese acuerdo. En política el acuerdo nunca va a ser malo per se. Eso es un hecho.
-Le preguntaba porque durante el gobierno de Bachelet en la NM se criticó la política de los acuerdos. ¿Volver sería un retroceso?
-No hay que confundir una política de acuerdos a que de repente, cuando se tienen mayorías tan precarias, para sacar algunas políticas, había que terminar cediendo y muchas veces distorsionando lo que era el proyecto original. Eso era doloroso. Tenemos muchos pendientes en democracia, no sólo Punta Peuco. Yo espero una capitalización permanente a Codelco, que terminemos con la ley reservada del cobre, una industria del litio que nos genere valor agregado y no seguir sólo exportando salmuera.
-Jaime Mulet, primer vicepresidente de la Cámara sostuvo que parte de la derecha se había "aggiornado" y que había logrado adecuarse mejor a los tiempos que la NM.
-Parte del triunfo de Sebastián Piñera se debe a una derecha que logró pasar la primaria, que se unió detrás de su candidato con diversidades y mucho mejor que nosotros. Y sí hay una derecha que ha entendido que no se puede seguir sólo marcando privilegios. Hay, además, quienes como Ossandón y otros les están recordando que las políticas también tienen que tener contenido social.
-La oposición y el PS, en particular, dio una señal potente al liderar el cambio de mando con dos presidentes socialistas.
-Fue un momento de dulce y agraz. Agraz porque entregamos el gobierno, pero hubo un momento, cuando llegó la Presidenta Bachelet y ya estaban en el pódium Carlos Montes y Maya Fernández, que fue muy significativo porque implicó que durante ese momento las tres más altas autoridades del país eran socialistas. Ahora también está el hecho de que al PS fue el partido de la NM al que mejor le fue y también representa el rol que ha jugado y debe seguir jugando: el PS tiene condiciones para ser articulador, tiene capacidad para dialogar con el PC, la DC. Entonces la parte dulce del cambio de mando es que se logró cumplir un acuerdo entre fuerzas diversas.
-Este acuerdo de administración de ambas ramas legislativas y que involucra las presidencias de las comisiones y la composición de las testeras para los próximos cuatro años ¿se puede trasladar hacia un acuerdo político en que la oposición vote en bloque?
-Eso lo va a ir dando el tiempo. No hay nada que apresurar. En este momento lo más importante es estar pendiente de que no haya retrocesos. Pero también avanzar en cosas que están pendientes: mejores pensiones, crecimiento, que todos queremos, pero no sólo desde el punto cuantitativo, sino que también con calidad y eso significa más integración e inclusión.
-No descarta, entonces, que para algunos temas pudieran actuar como bloque.
-Nada es descartable. Pero no hay que prefijarlo de antemano. Pero claramente ojalá con el tiempo vayamos a mejores coincidencias porque hay que prepararse para los futuros desafíos que vienen. Tenemos a la vuelta de la esquina elecciones municipales, la de gobernadores regionales. Y si nos pilla completamente desunidos, con tres o más listas distintas, evidentemente nos va a ir mal. Uno tiene que tener proyección y capacidad de mirada al futuro y por eso espero que este acuerdo administrativo se vaya afianzando en el tiempo y vayamos convergiendo en desafíos, ideas y temas.
-¿Qué le parece que finalmente Bachelet no haya cerrado Punta Peuco y que lo haya intentado en los últimos 5 días?
-Primero me gustaría conocer el trasfondo con transparencia, cosa que no sabemos. Es difícil opinar sobre algo donde no se tiene el conocimiento exacto. Claramente me hubiera gustado que el traslado de los reos desde Punta Peuco a cárceles normales se hubiera hecho en el gobierno de Michelle Bachelet, pero estas son cosas que no se hacen de un día para otro, se preparan. Así se habría evitado una situación que produce dolor y que hiere los sentimientos de los familiares de detenidos desaparecidos y de las víctimas. Hay una situación de privilegio que no es aceptable en una democracia. No entendemos lo que pasó, habrá que clarificar, pero es lamentable. Hay que mirar para adelante porque ahora sigue pendiente el desafío de seguir manteniendo esta suerte de privilegio para gente condenada por delitos de lesa humanidad.
-¿La expresidente quedó al debe entonces con Punta Peuco?
-Sí, quedó al debe.
-El otro tema es ¿por qué la exmandataria no le pidió la renuncia a Bruno Villalobos, quien dimite ante la posibilidad de que Piñera lo sacara?
-Sobre ese tema tampoco tengo claro cuáles fueron las razones por las cuales no lo hizo. Tiene que haber habido alguna motivación importante. Entiendo que tenía confianza, que iba a investigar a fondo en el caso del desfalco. Pero mientras uno no tenga toda la información, no sabe cuáles fueron las razones para mantenerlo hasta el final. Claramente era una situación muy compleja porque la imagen que quedó ante la ciudadanía es que hay una crisis institucional gravísima de desfalco y luego la instalación de pruebas en el conflicto de la Araucanía.
-¿Piñera lo había anunciado?
-Piñera no lo había anunciado tan claro, pero a mí me habría gustado que lo hubiera hecho Bachelet.
"Hay una derecha que ha entendido que no se puede seguir sólo marcando privilegios. Hay, además, quienes como Ossandón y otros, les están recordando que las políticas también tienen que tener contenido social". "Al ministro Blumel, acompañado de un subsecretario que ya fue parlamentario, Claudio Alvarado, les va a tocar buscar acuerdos porque cuando no se tienen mayorías se sabe que tienen que conversar"."
"Hay que ver paso a paso qué es lo que está planteando en concreto (el gobierno) porque hablar en genérico de la unidad... la unidad veámosla en concreto""
Traslado del Congreso: "Inútil"
"Todos los intentos hasta ahora han sido inútiles. Hubo un estudio que demostró que era más oneroso tener dos sedes separadas, pero la verdad es que esto ya está instalado acá y mientras no existan alternativas reales de qué se hace con este edificio y cuánto hay que invertir allá, estamos como estamos. Hay una parte que es bien interesante. Cuando nosotros estamos acá, estamos concentrados, y eso significa una asistencia mucho mayor y una mayor concentración. Si estuviéramos en Santiago varios estarían entrando y saliendo. Lo que no me parece es que no haya habido efectos positivos en el entorno con la presencia del Congreso en Valparaíso".