La desconocida historia de Andrea Arístegui con el megaincendio
GENTE. La periodista de TVN revela cómo se involucró en la reconstrucción y la amistad que mantiene con el bombero Felipe Estay.
El jueves pasado se cumplió un año del Megaincendio de Valparaíso. Siniestro que atrajo a gran cantidad de profesionales para ayudar en las labores de control de las llamas, y posteriormente las de reconstrucción. La prensa nacional también estuvo presente y una de las periodistas que vino desde Santiago especialmente a cubrir los hechos fue la actual conductora de "Estado nacional" (TVN): Andrea Arístegui.
De visita en Valparaíso, la periodista recuerda aquellas horas y el momento en que decidió dejar el micrófono de lado e involucrarse en una ayuda efectiva para los damnificados. "Empecé a sentirme comprometida con la necesidad de hacer algo. Yo terminé mi pega esos días -que fue súper intensa obviamente, como toda la gente que estuvo ahí trabajando de distintos ámbitos-, y llegué convencida de que tenía que volver hacer algo más", comenta.
Lazos permanentes
Fue en una escuela que servía de albergue donde comenzó a darse cuenta que "había una serie de necesidades que eran, quizás, más pequeñas del punto de vista de la dimensión que era la tragedia, pero que eran súper relevantes y que tenían que ver con la dignidad de las personas. O sea mujeres que se me acercaban y me decían que no tenían ropa interior", ejemplifica.
Conversó con su marido Gonzalo Montaner -viñamarino de origen- y le dijo que "teníamos que hacer algo, que era demasiado el desastre y que era necesario que uno aportara desde donde fuera". ¿La fórmula? Iniciar una campaña entre familiares y amigos para comprar herramientas, que era una de las necesidades que había identificado.
"Empezamos a crear toda una red de apoyo inmediata que, al principio, no fue muy orgánico, sino más bien improvisado, y súper basado en la confianza. O sea, nosotros estamos en esto, queremos ayudar, queremos comprar herramientas, materiales para que la gente empiece a trabajar y el que quiere se suma, y el que quiere creer en esto lo puede hacer y nosotros vamos a tratar de responder de la mejor manera posible".
Llegó a juntar cerca de $14 millones. Dinero que utilizó para ayudar a algunas de las familias con las que ya había conversado, pues "también entendía que no nos podíamos hacer cargo de todos", y así "poder hacer una ayuda concreta que no quede disuelta".
Pero además de no quedarse de brazos cruzados ante una tragedia específica, creó lazos de afecto con algunas de las familias de las que ayudó. "Esto es un proceso que comenzó ahí, pero después empezamos a decir 'bueno, pero ahora también le falta una casa, cosas para los niños'. Y empezamos a darnos cuenta de que había una situación que iba a necesitar de un apoyo a largo plazo".
Fue así como se organizaron y empezaron a trabajar codo a codo con las familias, prácticamente todos los fines de semana. Tarea nada fácil para Andrea, quien leía las noticias los sábados en la noche, por lo que "hacíamos una operación flash que nos veníamos el viernes en la noche a última hora y partíamos a las 7 de la mañana a los cerros, y estábamos ahí trabajando con martillo en mano".
"Fue -asegura la periodista-una experiencia súper bonita, porque aparte de ver que uno está ayudando en algo; es crear esa relación donde vimos que, por ejemplo, una persona a la que se le había quemado la casa, que había perdido todo, era el primero que estaba trabajando por otras familias".
La relación con algunas de estas familias continúa hasta el día de hoy, pues se transformó en amistad. Una de ella es la que encabeza Felipe Estay, voluntario de la Bomba Americana y que perdió su casa en el megaincendio. A él, según cuenta, lo ubicaba por twitter, ya que intercambiaban mensajes porque le entregaba información de la Bomba antes de aquel 12 de abril de 2014. "Cuando ocurre toda esta tragedia, como ya lo conocía a través de twiiter, le pregunto cómo estaba y me cuenta la tragedia que le había pasado a su familia, donde todos habían perdido sus casas y que él había estado igual trabajando", relata Andrea Arístegui.
Es así como apenas arribó a Valparaíso para cumplir con sus labores periodísticas le preguntó qué necesitaba, y éste le pidió toallitas húmedas. "Pasé al supermercado, compré y fui a la Bomba, y estuve ahí con los bomberos conversando, también entregando un poquito de apoyo más anímico y de ahí conocí a su señora, y empezamos a tener una relación de amistad permanente", relata.
100% tvn
Y es precisamente esta vocación de servicio público que la mantiene trabajando en Televisión Nacional de Chile, aunque también "tiene que ver en cómo yo veo el periodismo". "Creo que el periodismo es un trabajo de responsabilidad social y pública, principalmente. Soy una convencida de eso", manifiesta.
Por lo mismo, asegura, "me parece que Televisión Nacional cumple un rol distinto al resto de los medios de comunicación más allá de las críticas que uno pueda hacer a lo que ha pasado o ver que sí se podrían haber hecho cosas mejor. Creo que la necesidad de medios públicos es súper importante para una democracia, donde no todo tiene que ser que el que pone la plata pone las reglas del juego". "Por eso -continúa- yo soy súper comprometida con mi pega en el canal".
-¿Tienes la esperanza que puedan salir adelante de la crisis?
-Sí, totalmente. Si hubiese perdido la esperanza, ya me habría ido del canal. Creo que la pelea la estamos dando hace rato. Hay un equipo gigante de gente súper comprometida.
"Muchas veces se habla del canal, y la gente piensa que los únicos que trabajamos somos los que aparecemos en cámara, y la verdad es que hay un montón de gente que se saca la cresta trabajando y que no gana millones de pesos, y que sí tiene un compromiso con el rol del canal", detalla.
-Pasando a un tema más farandulero, la alianza en la que está TVN acaba de ganar la licitación del Festival de Viña. ¿Te imaginas animando el certamen tal como lo hizo Soledad Onetto?
-Nooo. No, yo creo que hay otras personas que, en estos momentos, tienen mucha mayor capacidad o condiciones, porque han estado más cerca de ese mundo que yo. Tampoco es algo que me llame tanto la atención. O sea en general, yo siempre asumo desafíos y me parece que cualquier cosa que uno haga es súper dignificante, y si el día de mañana tuviera que animar el Festival de Viña, lo haría. Pero en el fondo no es que yo esté buscando eso.
-¿Y qué te pareció la nominación a Reina Guachaca? Me imagino que no te lo esperabas.
-No, no me lo esperaba. Pero lo tomé con mucha gratitud debo decirlo, porque... claro, ha habido toda una discusión, mucha gente dice qué es ser guachaca, como un poco la caricatura del guachaca que lo único que hace es comer pernil en La Piojera. Creo que el concepto, y al menos así he visto que lo ha incentivado la organización de la Cumbre, tiene que ver con otras cosas, como que tiene que ver con la cercanía, con el cariño, con la humildad, con otros valores. Entonces, cuando yo aparezco ahí, agradezco porque significa que me ven como una persona cercana.
La periodista que vino a la región por un tema familiar, se regresó ayer a Santiago. ¿La razón? Tenía que estar hoy a las 8.30 horas en el canal -como todos los domingos-, para conducir un nuevo capítulo de "Estado Nacional".
"Yo terminé mi pega esos días (del megaincendio) y llegué convencida de que tenía que volver a hacer algo más"
Andrea Arístegui, Periodista de TVN"
No te cases con una sola forma de hacer cine, porque hay mil maneras de hacerse y mil maneras de verse"
guillermo del toro, cineasta