La arremetida del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, en pos de convencer al Congreso y al Gobierno de la necesidad de tramitar una Ley Valparaíso, por la cual las empresas portuarias tributen en sus respectivas ciudades, vivió un extraño minuto de indefinición el pasado jueves en la Comisión Especial de Zonas Extremas y Territorios Especiales del Senado, donde fueron invitados los miembros de la Asociación de Municipalidades de Ciudades Puerto y Borde Costero y el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez.
Al respecto, y sin pelos en la lengua, el jefe comunal calificó la exposición del funcionario estatal de "débil y poco clara", respecto de lo que el Gobierno quiere o pretende hacer en materia de Ley de Puertos.
Todo esto, en un contexto algo farragoso, tras la entrevista concedida por el ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel, a El Mercurio de Valparaíso, en la cual expresó la voluntad gubernamental de avanzar en una descentralización fiscal general vía tributos a proyectos específicos antes que involucrarse -al menos en los dos primeros años de Gobierno- en bajadas regionales o locales particulares.
Sobre el mismo hecho, algunas voces, como las del senador oficialista Francisco Chahuán, también suenan algo desmedidas, como cuando emplaza al Presidente Sebastián Piñera a responder sobre su efectiva voluntad de "avanzar o no en la necesidad ineludible de definir e implementar los estatutos de las ciudades puerto".
Tal transversalidad, que por lo menos hasta antes de ser nombrado jefe regional, era también compartida por el actual intendente, Jorge Martínez Durán, pareciese ser una de las grandes apuestas regionales y, por mucho que le pese a todo el mundo, finalmente la última palabra la tendrá el Presidente Piñera, quien se ha comprometido a estudiar el tema, faceta general e históricamente despreciada por los gobiernos de la actual oposición. Por lo mismo, no suena muy inteligente tal beligerancia. No estará de más recordar la decepcionante cita de la Asociación de Municipalidades de Ciudades Puerto y Borde Costero con el entonces candidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, encuentro calificado como "una oportunidad perdida" por el propio Sharp.
Si bien las ideas sobre redistribución de los ingresos no son desdeñables, tampoco son nuevas (Iquique ya buscó instalar un royalty portuario con magros resultados). Hoy, más allá de voluntades, el camino debiera ir por la Ley 19.542, que moderniza el sector portuario estatal, tal como lo han planteado recientemente Martínez y Sharp.