Copec cambia remediación y la presentará al SEIA en octubre
VIÑA DEL MAR. Inmobiliaria Las Salinas cede ante reparos del organismo y hace drásticos cambios a la forma en cómo limpiará terreno en las "petroleras" para futuros desarrollos.
La empresa Inmobiliaria Las Salinas (ILS), que pertenece al grupo Copec, presentará en el tercer trimestre de este año un nuevo proyecto de remediación del paño denominado "petroleras", ubicado en el borde costero de Viña del Mar, y advirtió que éste no tendrá como eje central el traslado de áridos a otras comunas y que disminuirá, por lo mismo, considerablemente el número de camiones movilizando materiales.
La empresa, que reactivó en 2015 un proyecto antiguo que había quedado entrampado en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental tras una tramitación que inició el 2002, había presentado en marzo del año pasado un nuevo proyecto de remediación. Éste fue revisado por los servicios respectivos y en mayo se ofició el término anticipado de la evaluación por falta de antecedentes. En julio se presentó una solicitud de invalidación de dicha decisión, la que fue respondida este año, en marzo.
Uno de los puntos más complejos de ese Estudio de Impacto Ambiental era el traslado de áridos a rellenos sanitarios en comunas lejanas a Viña del Mar, como San Felipe y Quillota. De hecho, en abril del año pasado 24 consejeros regionales votaron en contra del EIA justamente por quejas de la comunidad respecto al futuro envío de arenas contaminadas a los rellenos ubicados en sus comunas, además de plantear dudas sobre el impacto vial de la cantidad de camiones diarios para trasladar dichos materiales.
De acuerdo al nuevo gerente de desarrollo de la Inmobiliaria Las Salinas, Esteban Undurraga, tras la negativa del SEIA a su estudio, se analizó si se recurría a los tribunales ambientales para insistir con el mismo proyecto, o si se cambiaba; y optaron por la segunda alternativa. En octubre de 2017 comenzaron a reunirse con un pool de expertos de la zona, entre los que destacan los académicos Luis Álvarez, licenciado y magíster en Urbanismo, y director del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Marcel Szantó, ingeniero y profesor PUCV; Salvador Donghi, biólogo y académico PUCV; Michael Seeger, bioquímico, doctor en Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Chile y académico de la Universidad Técnica Federico Santa María; y Roberto Orellana, ingeniero agrónomo, doctor en Microbiología y académico de la UTFSM. Dicho proyecto, se estima, costará cerca de los US $60 millones.
Junto a ellos, y con un trabajo con las comunidades aledañas al terreno, como también de otros sectores de Viña del Mar - proceso acompañado de la arquitecta María Elena Ducci- se está elaborando una nueva propuesta para sanear dicho predio.
"No es tan distinto respecto a que también se busca sanear el terreno. El EIA rechazado tenía un plan de muestreo robusto, con ciencia detrás; una metodología de evaluación de riesgo para la salud humana y basado en la norma italiana, que es la máxima. Ambas cosas se mantienen, y ha sido confirmado por el comité científico hoy, que es uno de los pilares más valiosos de la propuesta", dijo Undurraga.
Sin embargo, explicó que "el proyecto anterior también tenía la remediación del suelo en base al transporte y disposición en rellenos sanitarios controlados o donde la legislación lo permitiera, y la remediación de agua contenida en el terreno para activar las bacterias que se alojan. Pero a raíz de este proceso de aprendizaje en 2017, mientras la vía judicial seguía su camino, aprendimos cosas fundamentales que nos hicieron modificar la propuesta u optimizarla: una, que no era aceptable la estrategia de evacuación de suelos como una estrategia de remediación, no porque no cumpliera con la legislación vigente, de hecho sí la cumple, y ahí toma relevancia y es el tema neurálgico, pero el concepto del aprendizaje no es puramente científico y técnico, sino que también es cómo se enfrenta un proyecto de alta complejidad en un contexto comunitario, político, técnico distinto que hace unos años atrás, y por lo tanto escuchamos a la comunidad de San Felipe. Entendíamos que si bien nosotros teníamos el argumento técnico y legal, las preocupaciones de la comunidad eran legítimas y por lo tanto llegamos a la conclusión de que no era aceptable presentar la evacuación de suelos como una estrategia de remediación".
Además, contó que "independiente de lo que hiciéramos, no podíamos presentar un proyecto de remediación que dependiera fuertemente del traslado por camiones, porque amplía el área de influencia, la cantidad de comunidades que atraviesa, por lo tanto el concepto del volumen de camiones asociado a un proyecto de remediación era necesario reducir. Evidentemente es imposible eliminar el concepto de camiones, porque cualquier obra de esta envergadura va a requerir insumos y salidas de algún tipo de material, pero la reducción sustantiva de esos camiones era importante".
También comentó que aprendieron otra cosa con el grupo de académicos: "Las arenas, obviamente en condiciones de limpieza, son, de acuerdo a lo que nos han enseñado, el segundo recurso natural más escaso y valorado en el mundo después del agua fresca. Primero son un insumo para la industria cementera, etcétera, pero además se pueden restituir playas, y la Quinta Región tiene un problema grave de degradación de playas por marejadas. Y eso tampoco era aceptable, y por lo tanto poner en valor las arenas del terreno, que en su gran mayoría están limpias, hay que hacer una segregación correcta de lo que está impactado y lo que no".
En específico, el total del terreno de 17 hectáreas tiene 1.061.144 metros cúbicos de arena. De esto, 8.061 metros cúbicos corresponden a respel, que son los suelos que no se van a remediar y se trasladarán a un sitio autorizado para recibir este tipo de material, lo que no supera el 1% del total.
Las arenas que se van a tratar con el sistema de biopila son 76.364 metros cúbicos, de los cuales se estima un porcentaje de entre un 2 a 3% de rechazo que tendrá otro destino.
"No era aceptable la estrategia de evacuación de suelos como una estrategia de remediación (...) por cómo se enfrenta un proyecto de alta complejidad en un contexto comunitario, político, técnico distinto"
Esteban Undurraga, Gerente de Desarrollo"
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Proceso de biopila para remediar
Según precisan en Inmobiliaria Las Salinas las biopilas degradan los hidrocarburos generando un ambiente propicio para microorganismos aeróbicos (respiración aeróbica) mediante: Inyección forzada de aire, adición de nutrientes (N,P,K) y manejo de humedad. Se trata de un bio-tratamiento para alcanzar el estándar "Apto Las Salinas" que duraría entre 4 y 6 meses. Sin embargo, se estima que el proceso completo de remediación, con tramitaciones incluidas, de la zona sur (hasta 19 Norte) dure de 2020 a 2022; mientras que la remediación de la zona norte también demore 2 años, después de conseguir todas las aprobaciones ambientales de la zona sur.
60 millones de dólares costaría el nuevo proyecto ILS que comenzaron a elaborar en 2017, año en que empezaron a reunirse con un pool de expertos de la zona.
17 hectáreas tiene el terreno. O sea 061.144 metros cúbicos de arena. De esto, 8.061 metros cúbicos corresponden a respel, suelos que no se van a remediar y se trasladarán a un sitio autorizado.