Valparaíso es una ciudad donde la democracia se hace visible a lo largo, ancho y alto de su territorio, en su construcción y la forma en que convivimos en él. Este es un valor que la vuelve única y las instituciones deben reconocer eso, dinamizarse con participación activa y fundar ahí los intereses que se vienen a defender, volviéndose necesario construir discusión pública sobre la ciudad que queremos.
Es ahí donde toma valor el aporte que va generando la modificación parcial del Plan Regulador Comunal, respondiendo a este deseado proceso de mejorar la vida en la ciudad democráticamente. Puede parecernos positiva o no la modificación, pero no cabe dudas que ésta ha sido gatilladora de conversaciones en toda la ciudad, aprendizajes y discusiones que han nutrido nuestro saber y hoy será un pie inicial fundamental para los importantes desafíos que tenemos por delante.
En ese sentido, el aporte que se puede hacer a una planificación consciente, que ponga en relieve la tradición de nuestros barrios, que promueva un desarrollo digno y enfrente las problemáticas territoriales de forma integral puede extrapolarse y ser parte de la totalidad. Es cierto que la modificación trabajada se refiere a algunas zonas de la comuna, por eso se trata de una modificación parcial, sin embargo, es relevante avanzar en la discusión respecto a Placilla de Peñuelas y Laguna Verde. Es fundamental que todo el proceso se articule con la actualización general del PRC, el Plan de Riesgo de Incendios y, así mismo, con la construcción del Plan de Desarrollo Comunal, que debiera definir la línea estratégica de desarrollo que aparezca como paraguas de producción de la ciudad desde el elemento central de la participación.
La integralidad de los instrumentos de planificación es un desafío comunal con escala y carácter nacional que, si se logra llevar adelante, puede ser una referencia de cambios importantes hacia las políticas de desarrollo urbano. Es ahí donde debemos concentrar nuestras energías, disponer de nuestras manos y levantar una mirada sobre el Valparaíso que queremos para las próximas décadas.
Con esa fuerza, construir el relato estratégico que se debe hilvanar con la participación de los diversos actores de la ciudad, con quienes han sido excluidos y excluidas de los espacios de decisión, para desde ahí dar respuestas al Almendral y Barrio Puerto, a la recuperación del Mercado, la definitiva reconstrucción, la importante vitalización del sector Barón y en su conjunto la totalidad del borde costero; el reconocimiento y aporte de las áreas verdes, el humedal de laguna verde y el tranque de placilla, entre muchos otros proyectos que han quedado a la espera, que cuentan con un importante peso histórico y pueden llegar a ser puntal para que ese relato estratégico se materialice en la ciudad que queremos construir.
Paula Quintana Meléndez
Socióloga y exconcejala de Valparaíso