"No podemos seguir con este sistema económico que destruye socialmente el planeta"
Dando forma a un banco en Chile
En los últimos meses, el ingeniero comercial Jorge Muñoz, ex ejecutivo de Itaú-Corpbanca, fue designado gerente general de Doble Impacto, mientras que Sebastián Cantuarias fue nombrado director ejecutivo de la Fundación Dinero y Conciencia, que estará vinculada a la propiedad de la entidad. La meta para los próximos cuatro años es reunir U$ 30 millones de capital, entregar utilidades al sexto año de funcionamiento, con una rentabilidad anual de entre 8% y 10%, y operar con entre 80 a 100 personas. Según sus representantes, podrían alcanzar hasta 4% del mercado.
Mauricio Mondaca L. mauricio.mondaca@mediosregionales.cl
Una cruzada ética que no rechaza el dinero ni su rentabilidad, pero que apunta a la equidad y sostenibilidad. Esta es la carta de navegación que Joan Melé, el banquero español conocido por ser uno de los precursores de la "banca ética", exhibe entre inversionistas y family office locales para dar forma al primer banco ético en Chile.
La historia de estos bancos se remonta 30 años, con un movimiento en Europa que incorpora a instituciones financieras que buscan una economía centrada en las personas y el planeta. Entre 2016 y 2017, levantó más de US$ 1,5 millón de financiamiento y formó una cartera de más de 150 inversionistas , con cuyos recursos se han financiado proyectos de reforestación, agricultura sustentable, acceso al agua, alimentación, viviendas sociales, reciclaje de aceite, entre otros.
Melé, quien cuenta con más de 40 años de experiencia en la banca, lideró la instalación de Triodos Bank en España. Y es ese modelo el que quiere replicar en Chile a través de Doble Impacto, un proyecto que busca proyectos financiables, exploración de mercados, gestión con inversionistas y análisis de detalles del estudio de factibilidad. En un primer "barrido", reconocieron unas seis mil empresas "financiables". La idea es solicitar la licencia bancaria hacia 2020.
- ¿Qué implica este tipo de banca?
El proyecto, según sus antecedentes fundacionales, busca potenciar tres sectores de la economía: naturaleza y medio ambiente, desarrollo social e inclusión y educación y cultura, financiando proyectos de la economía real y no instrumentos especulativos. Sus criterios están alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por la ONU en 2015.
-¿El hecho de que exista una banca ética supone que existe una "no ética"?
-No podemos juzgar a los bancos, puedo explicar por qué nos llaman banca ética. Se trata de un banco que define muy claramente cuáles son sus criterios de inversión y de no inversión. Y en estos criterios las personas y el planeta están por delante.
-¿Siempre?
-Siempre. Ha habido proyectos que, pudiendo dar mucha rentabilidad, no se han financiado porque consideramos que no respetan suficientemente a las personas o al planeta. Y hay un segundo aspecto, que es la transparencia total. A veces nos olvidamos que los bancos no tienen dinero, sino que gestionan nuestro dinero. Parece lógico que los clientes conozcan en qué se invierte, porque es también parte de su responsabilidad saber en lo que se usa su dinero. Por todo esto la gente nos llama éticos. Primero están las personas, luego el planeta y después los beneficios, pero si respetan a proveedores, clientes y productores. Solo se financia economía real, no especulación.
-¿Cuáles son los pilares que hacen de la banca ética algo diferente?
-La transparencia. La banca ha tomado un poder mundial, más ahora que han desaparecido miles de bancos, por lo que hay menos bancos con más poder. La gente critica a los bancos y a los banqueros, ¿pero cuántas veces le han preguntado al banco qué hace con su dinero? A mí nunca me lo han preguntado. Es un tema fundamental. El mundo tiene muchos problemas, sobra dinero en el mundo; peor, cada vez hay peor distribución de la riqueza. Hay miles de proyectos buenísimos que no salen adelante porque a los bancos no les interesa financiarlos. Más del 99% del dinero que circula diariamente en el mundo es pura especulación, porque no va a la economía real. Esto genera burbujas que revientan y diferencias sociales. No podemos seguir así. El fundamento es crear un modelo económico moderno, pero que los valores humanos estén por delante.
- ¿Ven velar por la rentabilidad del dinero como algo malo de por sí?
-Si inviertes en el negocio de las armas de por sí estarás rentando y ganando mucho dinero, pero dónde pones el límite. Si estás en un fondo de inversión no sabes a las empresas que financias, quiénes son, si apuntan a respetar los derechos humanos, contaminan el medio ambiente... La pregunta de si quiero ganar el máximo posible ya no es suficiente: es el máximo posible, pero con derechos humanos y del planeta. Este es un nuevo paradigma. No tienes derecho a ganar lo máximo posible si a costa de esto estás perjudicando al otro.
-¿Esto se puede transformar en una tendencia? En el mercado persisten las burbujas de distinto tipo y el negocio de las armas no deja de ser lucrativo, por poner solo algunos ejemplos.
-Ya ha empezado a ser una tendencia. En Europa hemos tenido mucho éxito. En España abrimos en 2004 y, en 2008, estalló la crisis, que a nosotros no nos afectó porque no teníamos nada especulativo. Al contrario, la gente vino a refugiarse en nuestro banco. En nuestro banco, el salario de entrada es de los más altos de España, porque queremos que la gente trabaje y viva dignamente. No me preocupa que un directivo gane más, pero que todo el mudo viva dignamente, eso sí me preocupa. Esto va creciendo y hay un movimiento mundial de casi 50 bancos y más de 40 millones de clientes. Es un fenómeno y, en un futuro próximo, los bancos que no cambien de verdad se van a encontrar con un gran disgusto.
-¿Qué incentivo tiene hoy un banco para cambiar?
-Primero deben hacerlo por un tema humano. No podemos seguir con este sistema económico que destruye socialmente al planeta. Si no es por conciencia, será por negocios. Viene un tsunami de conciencia que los banqueros que no lo vean en poco pueden estar barridos del mapa. Esto está viniendo con mucha fuerza. El sistema de Empresas B está creciendo de forma espectacular y ya era hora de que esto llegara. Hemos hablado solo de crecer. Y uno crece en la vida solo cuando es pequeño; llega una edad en que ya no creces más y empiezas a madurar. Y esta economía tiene que ir hacia la madurez, de ser eficientes y sustentables de verdad.
-¿Qué empresas no financiaría un banco así en Chile?
-Miramos empresa por empresa, porque más que decir no, lo que invitamos es a hacer una transformación. Diríamos que si hicieran tal o cual cambio, sí los financiaríamos o bajaríamos la tasa. No financiaríamos nada vinculado a la destrucción humana o del planeta; empresas que no respeten los derechos humanos, que fabriquen armas o transgénicos, empresas de pesca que están destruyendo la isla de Chiloé. Se puede producir salmón, pero en condiciones dignas.
"Viene un tsunami de conciencia (tal), que los banqueros que no lo vean en poco pueden estar barridos del mapa", dice el economista español.
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doble impacto
pablo tomasello