Las crisis abren camino a oportunidades, pero esas oportunidades hay que descubrirlas y aprovecharlas. Es lo que está ocurriendo ahora en el puerto de Valparaíso tras el caso cruceros. Por presiones laborales e incertidumbre en la asignación de sitios de atraque, se perdieron numerosas recaladas de naves turísticas que emigraron a San Antonio en busca en una condición esencial para la actividad: seguridad. Se trata de naves de pasajeros, con cuidadosa planificación de rutas, lo que hace inaceptable dudas en cuanto a los servicios que requieren barcos y ocupantes.
Tras la crisis, la reacción ha sido positiva: el proyecto de un muelle exclusivo para cruceros, más allá de las instalaciones normales del terminal.
La iniciativa, de la estatal Empresa Puerto de Valparaíso (EPV), está pronta a entrar en un proceso "de estudio de modelo de negocios, ingeniería básica y medioambiental que nos permita disponer de un muelle exclusivo de cruceros para la ciudad en los plazos más breves que sean posibles, esto en el marco de los compromisos adoptados como puerto y como comuna ante la industria de cruceros el año pasado", explica el gerente general de EPV Gonzalo Davagnino.
Tras definir el proyecto y cumplir con diversos trámites propios de una obra de esta envergadura, este muelle podría estar operativo en un plazo de cuatro años.
Como parte de la rutina de las obras en el borde costero aparecerán objeciones, obstáculos que deben ser superados mirando el futuro y asumiendo la negativa experiencia y el daño que ha significa la pérdida de numerosas recaladas.
De cualquier modo, los pasos que se están dando llevan optimismo a la industria turística y es así como para Verónica Castillo, presidenta de la Asociación de Hoteleros de Valparaíso, "el hecho que hayan aparecido las bases es un aliciente más para creer que esto va en franca realización". La dirigente alude también al punto del cabotaje de pasajeros que se discute en el Senado, señalando que "permitir que los barcos puedan trasladar a turistas nacionales dentro del país va a generar un movimiento económico y es una alternativa relevante para las personas".
Sobre el tema, Pier-Paolo Zaccarelli, presidente de la Cámara Regional de Comercio, opina, con realismo, que "estamos atrasados; por lo tanto, debemos priorizar una buena gestión de proyectos que pueda minimizar los plazos, pero asegurando el cumplimiento del objetivo".
Así, tras la crisis aparecen luces, proyectos en marcha: pero lo importante es pasar del anuncio a la acción con buena gestión, atenta a la competencia y buscando acuerdos que permitan, junto a la realización misma de la obra, entregar un servicio seguro a una actividad turística como los cruceros de insospechadas posibilidades de expansión.