Selfies, chapitas, carteles y gritos mapuches en la Cuenta
LADO B. Para muchos parlamentarios este fue su primer mensaje presidencial y buscaron cómo entretener la espera.
Definitivamente, este año las selfies se tomaron el Salón de Honor del Congreso Nacional. Distintos grupos de parlamentarios, tanto del oficialismo como de la oposición, comenzaron desde temprano a tomarse fotos con sus celulares recordando lo que ocurrió el 2014 con Ellen DeGeneres en la entrega del Oscar. Resulta curioso por qué no ocurrió antes, pero claramente fue una forma de esperar el arribo del Presidente Piñera, que ingresó exactamente a las 11 de la mañana, y también de capear el frío que impregnaba la sala.
La más entusiasta fue la diputada de RN, Sofía Cid. Una de las primeras en llegar, con un abrigo rojo de cuero infartante, tomó varias selfies, incluida una con Marcela Sabat.
También la PPD Carolina Marzán (la Paolita de Los Venegas). En su grupo sumó a René Saffirio (ex DC y hoy independiente), y a Loreto Carvajal también del PPD.
La cuenta pública estuvo polarizada al máximo. Cuando hizo su ingreso Piñera no aplaudió la oposición. Tampoco en la mayoría de los anuncios. Resultó curioso que Camila Vallejo -vestida de pantalones de cuero negro, botas cortas y una blusa de seda estilo japonés- aplaudiera y pusiera cara de sorprendida aprobación cuando el Mandatario anunció la extensión del Metro hasta La Florida, su comuna.
La que aplaudió muchas veces, pero con cara de sorna, fue la periodista Pamela Jiles, quien no suelta su cartera fucsia reflectante, aunque esta vez dejó el peluche teletubbie en la casa. Pasó gran parte de la cuenta conversando con el DC Víctor Torres.
La que parecía inquieta, porque se paró muchas veces, fue Marisela Santibáñez del PRO. Se ubicó junto a un grupo de diputados del Frente Amplio, específicamente junto a Gabriel Boric, que con un impermeable oliva, emulaba ser un moderno Sherlock Holmes. Pero Boric sólo hablaba con Giorgio Jackson y Jorge Brito, quien estaba enfundado en un shemagh (pañuelo árabe).
Maite Orsini, en tanto, también del FA, y quien optó por un peinado de trencitas que le daba un toque medio punk, prefirió la tranquilidad de su celular y no conversó con nadie. Seria y bonita.
Karol Cariola fue una de las últimas en llegar. Apurada, besó a los que estaban en primera fila, delante de Vallejo, quien la conminó a sentarse con ella. Se nota que son súper amigas.
Llamó la atención la amabilidad de Jaime Bellolio (UDI), quien saludó cordialmente y por iniciativa propia, a un Florcita Motuda que se veía algo confundido entre tanta formalidad.
Durante la ceremonia se pudo ver que un grupo de parlamentarios del PPD, incluida Marzán, Carvajal y una Cristina Girardi -que usó una chaqueta negra de cuero llena de tachas que la hacía parecer una punk- tenían unos carteles en sus manos que levantaron una vez que el discurso terminó. "Yo quiero a la región de Aconcagua", se podía leer. Quien no levantó el cartel fue el también PPD Rodrigo González.
Los parlamentarios del Frente Amplio tenían unas chapitas que repartió la diputada Natalia Castillo y que decían algo así como "Todos para todas", en un slogan que recuerda el movimiento feminista.
Otra chapita que anduvo circulando fue la que tenía el alcalde Jorge Sharp y que decía "Yo apoyo Ley Valparaíso". Fue curioso que en la previa al ingreso del Presidente, el alcalde porteño se mostrara especialmente amable con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, conversó con el fiscal regional, Pablo Gómez (quien andaba con un moño estilo yorgo de Isla de Pascua) y luego, largo y tendido, con el comandante en Jefe de la Armada, Julio Leiva.
En la tribuna que está frente a la testera, hubo representantes de las etnias y la comunidad migrante. El líder de los mapuches lanzó un grito en mapudungún cuando Piñera se refirió al reconocimiento de este pueblo.