Sacerdotes víctimas de Karadima tras reunión con el Papa: "Nos pide perdón"
VATICANO. Los religiosos que fueron a Roma participaron de una misa y de encuentros personales y uno grupal.
Encuentros personales y uno en conjunto sostuvieron ayer con el Papa Francisco los sacerdotes chilenos que fueron víctimas de abusos por parte del ex párroco de El Bosque Fernando Karadima y que fueron invitados por el líder de la Iglesia Católica al Vaticano.
Según informó la Santa Sede en un comunicado, los religiosos que arribaron el viernes a la residencia Santa Marta para reunirse con Francisco, participaron de la eucaristía celebrada por el Pontífice para dar inicio a los encuentros.
"El objetivo de esta reunión convocada por el Papa Francisco es profundizar en la realidad vivida por una parte de los fieles y del clero chileno", señalaron desde el Vaticano.
"Con la ayuda de estos cinco sacerdotes, el Papa busca poner remedio a la ruptura interna de la comunidad. Así se podrá empezar a reconstruir una relación sana entre los fieles y sus pastores, una vez que todos tomen conciencia de sus propias heridas", agregó el comunicado.
Antes de este encuentro el Pontífice argentino recibió a principios de mayo en el Vaticano a James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, tres denunciantes del caso Karadima, a quienes Francisco les pidió perdón en nombre propio y de la Iglesia.
Esta vez viajaron cinco sacerdotes que fueron víctimas de Karadima, condenado en 2011 por la Justicia canónica a una vida de reclusión y penitencia, así como a dos sacerdotes que han asistido a las víctimas en su recorrido jurídico y espiritual y a dos laicos implicados en este proceso.
El grupo de sacerdotes que se reunió con Jorge Bergoglio está compuesto por Alejandro Vial, Eugenio de la Fuente, Francisco Astaburuaga, Javier Barros y Sergio Cobo.
"Ha sido una acogida muy muy cariñosa del Santo Padre para con nosotros. Ha sido de una generosidad enorme por habernos invitado, con la acogida que ha tenido, con el tiempo que nos ha dedicado y con la empatía. También nos ha consolado", dijeron los sacerdotes tras la cita, de la que participaron por separado y de a dos, según fuera la preferencia de cada uno.
Tras el encuentro en el que le entregaron sus testimonios a Francisco, los religiosos hicieron un llamado "a todo el pueblo creyente fiel a que podamos leer la última carta que él ha enviado. Él le da mucha importancia a esta carta para que todo el pueblo creyente seamos corresponsables de este proceso de reformación de la iglesia en Chile".
"En las conversaciones con el Papa conversamos sobre todo, de nuestra experiencia. Eso es lo que queríamos contarle y él también quería escuchar", detallaron.
"Les pido perdón por lo que ustedes han vivido, por lo que le han transmitido y le han contado, nos pide perdón. Y eso es muy reconfortante y también de una gran humildad del Santo Padre. De una vez más pedir perdón", relataron que les dijo el Papa.
Además descartaron haber abordado otros temas la situación del obispo de Osorno Juan Barros. Los cuestionamientos a éste último, y a su participación en las actividades del Papa en su visita a Chile en enero pasado, gatillaron la decisión del Pontífice de enviar en una misión especial al país al arzobispo de Malta Charles Scicluna y al sacerdote español Jordi Bartomeu, quienes elaboraron un informe que a su vez, derivó en que los obispos chilenos fueran convocados a Roma y finalmente pusieran sus cargos a disposición del Papa.
Según consignó "Emol", se espera que los chilenos se vuelvan a encontrar hoy con el Papa durante la celebración de la misa del Ángelus y finalmente regresarían a Chile durante la jornada de mañana.
En un nuevo gesto, el Pontífice enviará también en los próximos días de regreso a Chile a Scicluna y Bartomeu, esta vez directamente a la diócesis de Osorno.
La carta del Papa a los chilenos
Entre los mensajes que les transmitió el Papa a los sacerdotes, está la invitación a leer la carta que él envió esta semana. En ella, llamó a la unión de la Iglesia, asegurando que "cada vez que intentamos suplantar, acallar, ningunear, ignorar o reducir a pequeñas élites al Pueblo de Dios en su totalidad y diferencias, construimos comunidades, planes pastorales, acentuaciones teologías, espiritualidades, estructuras sin raíces, sin historia, sin rostro, sin memorias, sin cuerpo, en definitiva sin vida(…) La lucha contra una cultura del abuso exige renovar esta certeza".