Flor Arbulú
El reciente triunfo de Adelaida y Congreso en los premios Pulsar da cuenta, entre otras cosas, del buen momento que está pasando la industria de la música a nivel local. "Es muy enriquecedor ver no sólo el reconocimiento, sino que ver el capital con el que cuenta Valparaíso como ciudad, como la Quinta Región en general" en el ámbito musical, asegura Matías Mancisidor, director ejecutivo de Sello Recolector, presidente de la Asociación Gremial de Industria de la Música de Valparaíso (IMUVA).
Añade que "hay mucho talento y mucha producción en Valparaíso y en la Quinta Región, de diversos estilos: desde la raíces más folclóricas hasta las músicas más experimentales". Ello, desde su perspectiva, "también se ve reflejado en una industria que está empezando a articularse, a dinamizarse, a moverse y a concebirse, pensarse en su rol más productivo", refiriéndose a la existencia de festivales, productoras, sellos discográficos y en la misma asociación que preside.
Valiosa experiencia
De allí que no sea extraño que él y Félix Barros -fundador de la aplicación Fanear y socio de IMUVA-, hayan sido invitados para participar como expositores del seminario internacional "¿Cómo vivir de la música?" (ver nota relacionada).
Mancisidor asegura que "la realización del seminario me parece que es muy buena", sobre todo porque "apunta a distintas necesidades que son importantes de cubrir en una economía, como la nuestra, que busca renovarse y también dar un salto hacia el desarrollo".
Según su análisis, "Chile hace rato que está en el tema de sofisticar su matriz productiva, básicamente", y en ese sentido cree que "el tema de la cultura, y en particular de las economías creativas, es súper relevante". Por lo que en medio de este impulso a las economías creativas que un organismo como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) lidere el seminario, entre otros actores, es "muy valioso", pues "básicamente se profundiza en temas de propiedad intelectual, que son fundamentales para resguardar los derechos de los autores y también para poder manejar de una manera correcta los activos, los productos creativos, que son en este caso música, canciones, fonogramas, licencias, etc.".
Considera, a su vez, "muy valiosa la invitación que se hace a actores locales, chilenos, y en relación a mi persona de actores de regiones, y de Valparaíso, con el interés de conocer lo que estamos desarrollando acá".
Gran impulso
Matías Mancisidor participará en la charla "Ciudades de la Música y el Desarrollo de su Marca". Ello debido al trabajo que ha impulsado IMUVA en el último par de años pra nombrar a Valparaíso como Ciudad Creativa de la Música.
Proyecto que en el último tiempo ha tomado fuerza de manera importante, debido a que se han sumado organizaciones como el municipio porteño y Valparaíso Creativo, programa estratégico de Economía Creativa de Corfo. La idea, cuenta el presidente de IMUVA, nació tras visitar varias ferias del mercado musical alrededor del mundo. "Nos empezamos a dar cuenta, asistiendo a esas ferias, que había un modelo muy interesante que era de ciudad musical que correspondía a un modelo de ciudad creativa y que justamente calzaba mucho con esta idea de sofisticar las matrices productivas de los países", detalla.
Y agrega: "Nos dimos cuenta de que la música sí tiene un poder, un capital bastante grande como para dinamizar capitales sociales, culturales y económicos", por lo que en el marco nacional de buscar nuevas formas de generar recursos y ayudar a una ciudad como Valparaíso, pensaron que "quizás aquí hay algo que pueda hacer el sector por la ciudad en términos de bien público, y que evidentemente también pueda potenciar el desarrollo mismo del sector de la música".
"Todos sabemos que Valparaíso es reconocida como capital cultural de Chile, que es la capital de los festivales en Chile, que tiene una economía nocturna, probablemente la más bullante de todo Chile, y todos esos componentes se encuentran en las ciudades musicales. Entonces, no es como vayamos por algo que no tenemos, sino más bien ¿por qué no organizamos lo que ya tenemos de manera de sacarle brillo? Que sea más dinámico, genere más empleo, mejores condiciones para los músicos, etc.", comenta.
Luego de que la Municipalidad y Valparaíso Creativo tomaran en sus manos el liderazgo del proyecto, éste "está en un estadio muy, muy auspicioso", asegura el presidente de IMUVA, pues "estamos trabajando básicamente en la postulación de la ciudad a la categoría Unesco", la misma que el año pasado ya consiguió Frutillar que el 2017 pasó a ser parte de la Red de Ciudades Creativas de la Música.
Ello, en todo caso, no es un impedimento para nombrarse así, ya que "hay otras ciudades en el mundo que se autodenominan ciudades musicales sin contar con la declaratoria", asegura Matías Mancisidor, quien detalla que esta iniciativa se trata más que nada de "una planificación estratégica de la ciudad", en la que ésta "reconoce cierta vocación, productiva y social, y lo que pasa después es que se articulan los distintos planes de trabajo para ir apuntalando y dinamizando desde esa vereda, que nosotros sentimos es lo que le hace falta a Valparaíso".
Datos concretos
El año pasado, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio dio a conocer dos estudios que daban cuenta del impacto de las economías creativas en el desarrollo del país, donde se dio a conocer que este tipo de emprendimientos aporta el 2,2%de al PIB nacional.
A nivel regional también se hizo un estudio de impacto del Rockódromo -el que estuvo a cargo de Fanear-, el cual entregó datos concretos en cuanto a la generación de recursos del festival en su versión 2017, asegurando que un 28% de los asistentes se consideran turistas musicales, y que en promedio estos gastan $83.000 en productos y servicios de la zona. El aporte total estimado de estos turistas a la economía local atribuirle al Rockódromo fue de $300 millones. Cifra que, a decir de Matías Mancisidor, habría significado un retorno aproximado de 2 a 1.
Este estudio, comenta el presidente de IMUVA, "lo perseguimos e incentivamos, porque veíamos cómo las mediciones de impacto en festivales de otras partes del mundo generaban datos muy auspiciosos para la ciudad". Los resultados fueron "positivos", sobre todo si se compara con Montreal que "tiene un modelo en que logran 17 dólares de retorno por dólar invertido".
Éste "es un motor gigantesco para la ciudad", continúa relatando, y asegura que además la comuna tiene una serie de políticas públicas e incentivos productivos y tributarios, así como una programación de festivales durante todo el año. Pero lo principal es que cuenta con "una organización para que esto fluya, dinamice y genere ingresos para la ciudad". "Entonces, de verdad, son modelos muy contemporáneos e interesantes", comenta sobre la charla que ofrecerá en el Seminario.
Potenciar la creatividad
El encuentro, según aparece en la página de ProChile, está orientado a entregar herramientas prácticas que ayuden a los autores, intérpretes y ejecutantes a valorar la importancia de gestionar adecuadamente sus derechos de propiedad intelectual, e instruirlos sobre cómo forjar una carrera de éxito en la música, generando ingresos a partir de su talento musical.
Matías Mancisidor agrega que también "es muy útil para países que están en vías de desarrollo". Por lo que destaca que venga a llenar un vacío que se generó en la industria de la música en Chile.
"Es un diagnóstico que ya está hecho y que tiene que ver con que en los años '90, hacia atrás, en Chile existían las grandes multinacionales como Sony y Warner, que se llamaban majors. Esos majors, cuando cayó la industria del CD, se fueron de Chile y dejaron solamente una oficina para recolectar los derechos, nada más. Lo que pasó es que no sólo se fueron y se llevaron los catálogos, sino que se llevaron el know how, se llevaron el conocimiento", comenta.
En ese sentido, "lo que ha pasado desde esa época hasta este momento es que básicamente los sellos independientes han tenido que ir repoblando ese conocimiento y este seminario es justamente eso, es cómo repoblar ese conocimiento". "Apunta, finalmente, a la profesionalización", sostiene, añadiendo a que se trata de cómo encarar el tener un producto musical y "convertirlo efectivamente en un producto comercialmente viable y que genere empleo, aparte de obviamente el tema cultural y social que todos reconocemos".
"Si uno mira las economías más desarrolladas son las industrias creativas las más pujantes. O sea, la industria del entretenimiento en EE.UU. es la más pujante. Entonces, ¿por qué acá no lo estamos haciendo, no lo estamos logrando? Hay que observar un poco ahí si es que Chile, en verdad, quiere mirar a un futuro en que no dependamos tanto de la extracción de piedras, de rocas y de recursos naturales que son finitos. La creatividad es infinita, porque depende del espíritu de las personas", finaliza.