El martes pasado, la gobernadora porteña y la seremi de Bienes Nacionales presentaron ante los tribunales una querella por el atentado que sufrió el edificio de la Primera Zona Naval, antigua Intendencia de Valparaíso, que tiene la condición de Monumento Histórico Nacional.
María de los Ángeles de la Paz y Rosario Pérez denunciaron que en la madrugada del 6 de junio, un grupo de alrededor de quince personas, con sus rostros cubiertos, arrojaron pintura y aceite al frontis del inmueble para, posteriormente, escapar por la calle Serrano en dirección hacia la plaza Echaurren. La acción fue captada por las cámaras de seguridad instaladas en el sector.
"Este tipo de actos de violencia no pueden volver a ocurrir, por lo tanto, agotaremos todos los recursos para poder perseguir a quienes son responsables y, por supuesto, para cuidar nuestra ciudad, sobre todo estos edificios que son Monumentos Nacionales", manifestó la autoridad provincial.
La Armada, por su parte, informó que limpió los muros afectados y también realizó una denuncia del episodio.
Lo ocurrido en Plaza Sotomayor claramente infringe el artículo 38° de la Ley N° 17.288 de Monumentos Nacionales, que establece que "el que causare daño en un monumento nacional, o afectare de cualquier modo su integridad, será sancionado con pena de presidio menor en sus grados de medio a máximo y multa de cincuenta a doscientas unidades tributarias mensuales". En el artículo 42° de la misma ley se establece que cualquier persona podría hacer la denuncia, optando así a recibir el 20% del total de la multa. Lo ocurrido en el edificio que hoy pertenece a la Armada es sólo uno de los casos que han ocurrido en las últimas semanas en Valparaíso, donde personas, que aún no han sido identificadas, dañaron inmuebles que cuentan con protección patrimonial.
Durante una marcha ocurrió el ataque con pintura a El Mercurio de Valparaíso, que está ubicado en el Área Histórica de la Ciudad Puerto, la cual es Monumento Nacional bajo la categoría de Zona Típica o Pintoresca.
También sufrió la Catedral porteña, que tiene la condición de Monumento Histórico, cuyo frontis fue manchado.
El cuarto inmueble dañado fue la sede donde funciona el club Santiago Wanderers, conocido como Casa Ballivian, declarada Monumento Histórico el año 2008. Personas no identificadas rayaron el frontis con consignas que hacían alusión a Everton de Viña del Mar.
En una ciudad que ya no resiste más el vandalismo de los grafiteros, sería importante que las autoridades persigan de manera realmente efectiva no uno, sino todos los atentados al patrimonio porteño.