Al realizar un recorrido por la obra del nuevo hospital Gustavo Fricke, de Viña del Mar, pareciera que a la construcción sólo le faltan detalles, pero no es así. La obra gruesa, según confirmó el intendente Jorge Martínez, está terminada en un 85%, pero faltan trabajos para poder complementar la edificación que convertirá al centro hospitalario en el más moderno de la región.

Estas obras complementarias, según confirmaron autoridades, son las más complejas y hacen prever que la entrega final del proyecto podría no cumplir con el plazo inicial del proyecto, previsto para septiembre de este año.

"Esta obra, en este minuto, se encuentra en un estado de evaluación de la fase final (...) por las autoridades sectoriales, en conjunto con la empresa, para evaluar atrasos relativos, obras adicionales y algunos informes. Si todo ocurre bien, nosotros esperamos que esta obra se pueda ofrecer a la comunidad el próximo año", aseveró Martínez.

Referente a los retrasos, el intendente aclaró que "esta es una obra sectorial, hemos estado conversando con el director del hospital y con el seremi. A nosotros lo que nos interesa es que esta obra se concluya lo antes posible. Si hay que aplicar o no multas, eso está regulado en los contratos respectivos. Lo importante para nosotros es que la obra se termine luego y que todas las observaciones legales o de otro tipo se hagan en los lugares correspondientes y se puedan subsanar del mejor modo".

Además, el jefe regional fue claro y acotó que "todos hubiésemos querido que este proyecto se hubiese inaugurado en septiembre de este año como estaba previsto, pero eso ya no fue así. Ha habido problemas, algunos están vigentes y otros se han solucionado. Hay sumarios, hay informes de la Contraloría que se tienen que resolver".

Ante lo anunciado por el intendente, existen diversos escenarios que fueron confirmados por el director del Servicio de Salud Viña del Mar- Quillota, Leonardo Reyes.

Uno de ellos es que la constructora Obrascón Huarte Lain (OHL) podría pedir un nuevo plazo de entrega y, ante esto, las autoridades competentes están analizando aplicar multas como se establece en el proceso de licitación de la edificación, lo que estaría siendo estudiado por equipos técnicos y jurídicos.

"La situación es que la obra tiene espacio contractual para finalizar el día 24 de septiembre, por lo tanto, no hay retrasos porque el mayor periodo de construcción tiene que ver con acuerdos mutuos entre las partes sectorial, regional y la empresa constructora para mejorar el diseño original. Se han cursado multas, alrededor de mil millones de pesos, por distintas causas, pero no por atraso. Las multas deberían comenzar a aplicarse a partir del 25 de septiembre", precisó Reyes.

El director del Servicio Viña del Mar-Quillota explicó que la situación se está "conversando a nivel de ministerio, de nuestras inspecciones técnicas y la contraparte, la empresa, para ver si efectivamente los plazos se van a cumplir. Nosotros estimamos que es difícil dado la velocidad de la obra. Y las razones de por qué se debiera aplazar el plazo de entrega es lo que está en discusión y lo tenemos que resolver en julio, porque si no es así los plazos y las multas debieran comenzar a aplicarse a partir de septiembre. Ese es un acuerdo técnico que tiene que pasar por la Contraloría".