La lucha por el tercer y cuarto lugar de la Copa Mundial de la FIFA, siempre cuenta con el aura negativo de ser el encuentro "que nadie quiere disputar".
Sin embargo, ayer en el estadio Krestovski de San Petersburgo, ese sentimiento se apoderó de sólo uno de los dos equipos que quedaron a las puertas de disputar una final.
Y es que Bélgica, aun frustrada tras su caída con Francia en la semifinal, salió con todo a disputar un puesto que, a la postre, de todas maneras significaba el mejor resultado en la historia de los "Diablos Rojos".
La velocidad con la que el cuadro belga se apoderó de la posesión y del dominio del juego pasmó hasta al más optimista de los fanáticos británicos. A los tres minutos del duelo, el portero Thibaut Courtois puso en acción una jugada que culminó en los pies de Nacer Chadli, que dominó la banda izquierda y centró a los pies de Thomas Meunier.
El jugador del París Saint-Germain no dudó a la hora de definir ante un Danny Rose que no llegó a cubrirlo y un Jordan Pickford que sólo atinó a saltar ante el tiro que marcó el 1-0.
Ante el golpe, la oncena inglesa no supo reaccionar de manera inmediata. De hecho, tomó mucho tiempo un atisbo de recuperación en el nivel de juego de los dirigidos por Gareth Southgate.
Esta llegó recién en el segundo tiempo, cuando el elenco de los "Tres Leones" se adueñó del balón y encontró algunos espacios en tres cuartos de cancha que le dieron movilidad a Harry Kane y al ingresado Marcus Rashford.
No obstante, la más cercana que tuvieron sucedió a los 70' gracias a una jugada coordinada entre el propio Rashford y Eric Dier, con una pared que dejó sólo a este último en el área belga. De no ser por la providencial aparición de Toby Alderweireld en la línea del arco, hubiese sido el empate para los ingleses.
Sin embargo, Bélgica continuó haciendo estragos con su verticalidad ofensiva hasta los 82', cuando un pase de Dries Mertens dejó a Eden Hazard a merced del pórtico inglés. Al final, decretó un 2-0 con justicia, donde el que más buscó se quedó con su primer podio en una Copa del Mundo.
Celebración y consuelo
Una sensación agridulce dejó el encuentro en el plantel inglés. De hecho, el técnico británico Gareth Southgate no dudó en decir que el cuadro británico fue de más a menos en un certamen donde estuvieron a veinte minutos de situarse en la segunda final de su historia futbolística.
"Contra los mejores equipos nos quedamos cortos, pero hemos tenido una maravillosa aventura y algunas experiencias que harán que este grupo de jugadores y personas sea realmente bueno de cara al futuro", señaló Southgate, agregando que "no podría pedir más de ninguno de los jugadores hoy (ayer) o durante las siete semanas que hemos trabajado juntos".
Desde la vereda de los ganadores, el portero Thibaut Courtois oscilaba entre la alegría y cierta resignación, declarando que "quisimos el primer lugar, pero voy a colocar la medalla de bronce en mi salón de trofeos, ahora estamos un poco decepcionados, pero en unos años veremos que es una medalla muy especial".
El meta del Chelsea, además, señaló que un posible premio al mejor portero del certamen no es algo que haya perseguido en este torneo.
"Por lo general el nombramiento al mejor arquero es para uno de la final, pero por eso mismo no será algo que me afecte", sentenció.
"Quisimos el primer lugar, pero colocaré la medalla de bronce en mi salón de trofeos. En unos años veremos que es especial".
Thibaut Courtois, portero de Bélgica"
Martínez: "Esta selección hizo historia"
Luego del encuentro, uno de los más contentos con el resultado era el técnico de Bélgica, Roberto Martínez. A pesar de confesar que su aspiración era la de obtener la Copa tras eliminar a Brasil en cuartos de final, el español indicó que "debes ser realista cuando termina el torneo para mirar atrás. Estos jugadores hicieron historia en Bélgica y eso es todo lo que importa", y agregó que en este Mundial, "tuvimos 10 jugadores que anotaron al menos un gol. Batimos una marca que tenían Francia e Italia y su legado quedará para muchos años".