Salud clausura el Bar Inglés y dueño evalúa cerrar el local
VALPARAÍSO. Seremi del ramo tomó la medida tras constatar serios problemas sanitarios y la vulneración de una prohibición de funcionamiento. MEDIOAMBIENTE. Alcalde (s) expuso que esperan decisión del CDE en este caso. QUILPUÉ. Ocho servicios públicos realizaron fiscalización a predio.
Un complejo año de funcionamiento ha debido sortear el centenario Bar Inglés de Valparaíso, tras reabrir sus puertas el 17 de julio de 2017, de la mano del empresario Marcos Hume, quien invirtió cerca de $ 100 millones para recuperar el emblemático local, ubicado en la calle Cochrane N° 851.
Su regreso al circuito gastronómico y bohemio porteño se dio cuatro meses después de que los antiguos dueños del bar decidieran bajar las cortinas, determinación que hizo pensar en el fin de un verdadero ícono de la Ciudad Puerto.
Pero Hume apostó por revivirlo y se hizo con la marca y el arriendo del mítico recinto con la convicción de continuar la tradición. Sin embargo, ayer, a las 11 de la mañana, el local fue clausurado por la Seremi de Salud debido a una serie de faltas de carácter sanitario, situación que para el empresario podría traducirse en el cierre definitivo del local.
Frente a la medida, el seremi de Salud, Francisco Álvarez, explicó que su repartición realizó la semana pasada una fiscalización a locales del sector Puerto, procedimiento en el cual "se inspeccionaron las dependencias del restaurante Bar Inglés, constatándose una serie de falencias de tipo sanitarias, entre ellas, evidencias de vectores en distintos puntos del local, instalaciones eléctricas en malas condiciones, suciedad generalizada y alimentos con inadecuado almacenamiento. Por lo anterior, se determinó la prohibición de su funcionamiento, hasta que se resolvieran estas observaciones".
Tras ello, puntualizó que el lunes nuevamente inspectores concurrieron al local, detectando que el restaurante se encontraba en funcionamiento a pesar de la medida adoptada. De esta forma, y "al realizar este martes una nueva visita al establecimiento, se verifica la existencia de mesas preparadas para atender público y la cocina funcionando. Se lleva a cabo una nueva inspección, verificándose gran cantidad de evidencia de vectores. Además, en un sector cercano a la cocina se verifica la existencia de una cámara elevadora de aguas servidas, sin protección, generando un foco adicional de riesgo sanitario", detalló Álvarez, lo que derivó en la clausura inmediata.
Marcos Hume expresó su disconformidad por la medida, argumentando que "por muchas exigencias que haga la Seremi de Salud respecto al local, y a la propiedad en sí misma, son imposibles de cumplir. Es un inmueble que tiene más de 100 años y lo que quiere el seremi, tal como dijo la inspectora, es un quirófano en la cocina y eso es imposible en estas propiedades".
También consignó que la presencia de vectores se tradujo en el hallazgo de feca de ratón en el entrepiso que separa el subterráneo, donde se encuentra la cocina, de los comedores, "pero no en la cocina". "Es imposible en Valparaíso que no entre un ratón a una propiedad o restaurante en las noches. Nosotros cumplimos todos los meses con un control de plagas", explicó Hume, añadiendo que esta complejidad se da porque "Valparaíso está infestado de ratones". En rigor, manifestó que son 15 los requerimientos que la Seremi de Salud le exigió resolver, pero "más de la mitad son imposibles de cumplir", advirtió.
Hume avaluó en unos $ 15 millones la inversión que debe efectuar para subsanar las observaciones de la autoridad sanitaria, lo que calificó como "desproporcionado", tomando en cuenta sobre todo que la propiedad no le pertenece: "Yo arriendo ahí. Y el dueño, que es un chino, no está dispuesto a poner un peso. Es imposible hablar con él al respecto, se niega absolutamente".
Por tal motivo, confesó que "estoy pensando en cerrar permanentemente el local", criticando, al mismo tiempo, que no exista "en Valparaíso una política que pueda conjugar patrimonio con emprendimiento".
Municipio de Quintero analiza acciones legales por último derrame de petróleo ocurrido en estero
El alcalde (s) de Quintero, Rubén Gutiérrez, confirmó que está a la espera de la decisión del Consejo de Defensa del Estado (CDE) -que fue emplazado por el Ministerio de Medio Ambiente- para ver si presentan acciones legales como municipio contra los eventuales responsables del vertimiento de residuos de petróleo al estero Santa Julia, el fin de semana recién pasado.
El hecho ocurrió cerca del lugar donde una empresa contratistas de Enap desarrollaba trabajos de hundimiento de cañerías.
"Necesitamos conocer en primera parte como fue la dinámica de los hechos y en el fondo, quien provocó este vertimiento. Por ello estamos en contacto con el Ministerio de Medioambiente ya que fue dicha cartera la que solicitó al Consejo de Defensa del Estado el generar acciones", explicó Gutiérrez.
En tanto, la senadora Isabel Allende, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, precisó que "hemos enviado oficios a la autoridad, pero principalmente a Enap -quien aparece preliminarmente como responsable de lo ocurrido- para que nos expliquen qué fue lo que pasó; qué medidas se adoptarán".
"Es un inmueble que tiene más de 100 años y lo que quiere el seremi, tal como dijo la inspectora, es un quirófano en la cocina y eso es imposible en estas propiedades"
Marcos Hume, Dueño del Bar Inglés"
"Necesitamos conocer cómo fue la dinámica de los hechos y quién provocó este vertimiento"
Rubén Gutiérrez, Alcalde (s) de Quintero"
Detectan vertedero ilegal con más de
180 toneladas de residuos domésticos
Tras realizar una extensa fiscalización a un predio ubicado en la calle Wenceslao Vargas, sector Teniente Serrano, en Quilpué, autoridades de Salud, la Gobernación de Marga Marga, Carabineros y la PDI, junto a otras reparticiones, encontraron más de 180 toneladas de residuos domésticos, 50 cubos de asbesto y 40 baterías, desechos que atentan contra la salud de las personas.
Del operativo también participaron funcionarios de la Seremi de Medioambiente, MOP, Sernageomin y Municipalidad de Quilpué.
La gobernadora de Marga Marga, Carolina Corti, indicó que con este operativo se dio respuesta a un anhelo de los vecinos del sector. "Estaba planificado hace más de un mes y medio; estamos trabajando en conjunto con el Comité Policial y la Seremi de Salud y lo pudimos realizar con bastante efectividad", comentó la jefa provincial.
En tanto, el seremi de Salud, Francisco Alvarez, indicó que el predio fiscalizado tiene múltiples denuncias y sumarios sanitarios por acumulación de residuos. "Como autoridad sanitaria pudimos constatar cerca de 181 toneladas de residuos domésticos y asimilables a domésticos, 40 baterías y 50 cubos de asbesto, que son potencialmente peligrosos y pueden provocar cáncer. La verdad es que para nosotros es un problema bastante grave porque es un foco importante de insalubridad, una de las acumulaciones de residuos más grandes de la región y porque también atenta contra la salud de las personas".
El prefecto de Carabineros de Marga Marga, teniente coronel Roberto Troncoso, dijo que se abocaron a registrar los vehículos acopiados en el lugar.
"Hemos tenido un buen resultado policial. Apoyados por la PDI hicimos un registro, sobre todo de los vehículos que habían acá acumulados, muchos en desecho, fundamentalmente los que tenían patente detectamos que no tenían encargo".
son las observaciones que, según informó Hume, realizó la Seremi de Salud al local para ser subsanadas. 15
vehículos están apilados en el predio fiscalizado por las autoridades de Salud, Gobernación y Carabineros. 150
baterías están acopiadas de forma irregular en el terreno, que está ubicado en la calle Wenceslao Vargas. 40